Actividades II
  1. (**) Los pitagóricos consideraban que "los números son el principio, la sustancia y la causa de todas las cosas" (Aristóteles) y, que por tanto, todas las cosas que pueden ser conocidas tienen un número. En efecto, podemos definir la medida de una magnitud, respecto de otra tomada como unidad, como el número por el cual es necesario multiplicar la unidad para obtener la magnitud dada. Sin embargo, el propio teorema de Pitágoras nos muestra la imposibilidad de medir siempre con exactitud: la hipotenusa de un triángulo rectángulo cuyos catetos miden la unidad no es conmensurable con el lado, es irracional (no expresable mediante razón).
    La demostración de la "irracionalidad" de ha sido -como el teorema de Pitágoras- realizada en infinidad de ocasiones. Por ejemplo, Hardy (1981, pp. 95-96) la presenta del siguiente modo:
    Que es irracional quiere decir que no puede expresarse como una fracción irreducible de números enteros:

Procedamos por reducción al absurdo, supongamos que puede expresarse de esta forma

Elevando al cuadrado   

,

y, por tanto, 

a2 = 2·b2

de esta ultima igualdad se deduce que a2 es par (múltiplo de 2) y, por tanto, a es par (el cuadrado de un número impar es siempre impar), es decir:

a = 2·c

Sustituyendo en la igualdad anterior tenemos:

2·b2 = a2 = (2·c)2 = 4·c2

simplificando:

b2 = 2·c2

luego b2 es par y, por la misma razón que antes, b también es par. 
En definitiva, a y b son números pares y, por tanto, tienen como divisor común el 2, lo cual contradice la hipótesis inicial de que a y b son primos entre si. 
En consecuencia, la hipótesis inicial es falsa y

donde es una fracción irreducible.
Haciendo uso de este modelo, demuestra que es también irracional.

  1. (**) A pesar de lo que acabamos de señalar existen triángulos rectángulos ABC cuyos lados a, b, c son números naturales no nulos (3, 4 y 5, por ejemplo). En este caso se dice que ABC es un triángulo pitagórico y que los números a, b, c forman una terna pitagórica. ¿Podrías citar algún triángulo pitagórico? 
    Comprueba que si m es un número entero impar, los números 

forman una terna pitagórica.

  1. (**) El matemático hindú Bhaskara (1114-1185) propuso los siguientes ejercicios:
    (El bambú roto) Si un bambú de 32 codos de altura se rompe por el viento de tal manera que su extremo superior se apoya en el suelo a una distancia de 16 codos de su base, ¿a qué altura del suelo se ha producido la caida?
  2. (**) (El pavo real y la culebra) Un pavo real se encuentra posado en el extremo de un poste vertical en cuya base hay un agujero de culebra; observando la culebra a una distancia del pie del poste igual a tres veces su altura, el pavo real se lanza sobre ella en línea recta mientras la culebra intenta ganar su agujero. Si el pavo real captura a la culebra cuando ambos han recorrido exactamente la misma distancia, ¿a cuántos codos de distancia del agujero se produjo la captura?
Referencias 

En cualquiera de los siguientes trabajos podemos encontrar una buena colección de demostraciones del teorema de Pitágoras, asequibles para los alumnos de secundaria:

  • Gacetilla matemática (http://www.arrakis.es/~mcj/teorema.htm)
  • GONZÁLEZ URBANEJA, P. M. (2001) Pitágoras. El filósofo del número. "La matemática en sus personajes, nº 9". Madrid, Nivola.
  • MEAVILLA SEGUÍ, V. (2001) Aspectos históricos de las matemáticas elementales. Zaragoza, Prensa Universitaria de Zaragoza.
  • La demostración de que es un número irracional puede encontrase en infinidad de trabajos.

En particular en:

  • HARDY, G. H. (1981) Autojustificación de un matemático. Barcelona, Ariel. (En 1999 Nivola publicó una nueva edición de esta obra, prologada por Miguel de Guzmán).
  • ALMODÓVAR, J. A. el al. (1999) Órbita 2000 Matemáticas 2º. Madrid, Santillana.

Para conocer la obra de Euclides podemos consultar:

  • DOU, A. (1970) Fundamentos de la matemática. 2ª ed. Barcelona, Labor.
  • EUCLIDES (1991) Elementos. Libros I-IV. Madrid, Editorial Gredos. (Introducción de L. Vegas, traducción y notas de M. L. Puertas Castaños).
  • LEVI, B. (2000) Leyendo a Euclides. Buenos Aires, Libros Zorzal. (Prólogo de Mario Bunge).
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