62. (Marzo 2012) Cercle Vicieux, de Etienne Lécroart
Imprimir
Escrito por Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)   
Jueves 01 de Marzo de 2012

Cercle Vicieux, de Etienne Lécroart

Etienne Lécroart es un artista francés, especializado en el arte del cómic. Es miembro –y uno de los pilares– del grupo OuBaPoOuvroir de Bande dessinée Potentielle, Obrador del Tebeo Potencial–, que crea usando constricciones formales, al igual que el grupo OuLiPo. OuBaPo se fundó en noviembre de 1992 en el seno de Ou-X-Po, es decir, del Obrador de X Potencial, donde “X” puede ser “literatura policíaca”, “pintura”, “cocina”, “cartografía”, “tragicomedia”, “cómic”, “cine”, “informática”, “música”, “arquitectura”, etc., es decir, cualquier disciplina que cree bajo constricción.

Lécroart es un maestro del tebeo; basta con recorrer su trabajada página web para observar sus dotes creativas, sus grandes dosis de humor y sus sorprendentes juegos. Entre estos últimos, se pueden destacar sus tebeos basados en la pluri-lectura: en efecto, en algunos de sus cómics la lectura puede realizarse en horizontal, en vertical y oblicuamente, o se puede progresar según la numeración de la página o en sentido inverso.

Cercle Vicieux, de Etienne Lécroart

La primera página de Cercle Vicieux

En esta reseña quiero hablar de Cercle Vicieux –Círculo vicioso– (editorial l’Association, 2000), aunque en posteriores artículos hablaremos de otras de las propuestas de Etienne Lécroart.

Cercle Vicieux es un cómic palindrómico, es decir, que puede leerse –y la historia que aparece es idéntica, exactamente la misma– desde la primera viñeta hasta la última,... o viceversa. El tebeo tiene 30 páginas –6 viñetas por cada una de ellas– y la última viñeta de la página 15 es la que marca el punto central de este magnífico palíndromo: la imagen de esta viñeta es simétrica respecto a la vertical:

Cercle Vicieux, de Etienne Lécroart

La viñeta central de Cercle Vicieux: a partir de este momento la historia cambia de ritmo, pero SORPRENDENTEMENTE utilizando las mismas viñetas.

A partir de allí –es la viñeta número 90– se advierte que la casilla 91 es la misma que la 89, y se van observando estas identificaciones entre viñetas: 92=88, ..., 100=80,..., 179=1, hasta llegar a la casilla final, la 180, que se reserva para la palabra FIN ¿o es el principio? He puesto el signo “=” entre los números de las viñetas, para insistir en que son idénticas, tanto en la imagen como en el texto.

La historia trata de un sabio un poco loco que trabaja en su laboratorio intentando poner en marcha una máquina del tiempo. Le acompañan su asistente y su secretaria que, de hecho, tampoco son personajes demasiado cuerdos... Lécroart los caricaturiza y exagera sus expresiones: desde el tartamudo y nervioso profesor, pasando por la ingenua secretaria, hasta llegar al paranoico ayudante.

En las 15 primeras páginas Cercle Vicieux habla de la máquina del tiempo, que el profesor y su ayudante no consiguen poner en marcha; los mandos de la máquina envían mensajes extraños... uno de los interruptores de la máquina está apagado... y algo sucede de repente –exactamente en la viñeta 90, de las 180 de las que consta el tebeo–, algo que hace cambiar el ritmo y el tema de la trama, a las 12h21...

En ese momento –y se verá a lo largo de las 15 últimas páginas– aparece la atracción y el deseo sexual. Lécroart cuenta esta última parte de la historia invirtiendo el sentido de las viñetas, pero sin ningún otro cambio, ni en las imágenes ni en los diálogos. Si leyéramos la historia desde el final –casillas 179, 178, 177, etc.– comenzaríamos de nuevo la historia del sabio que dice desesperado a su secretaria que no consigue poner en marcha su máquina del tiempo... se trata, sin duda, de un auténtico Círculo Vicioso...

Etienne Lécroart consigue crear una historia coherente tanto en la primera parte como en la segunda: a partir de la página central se construye una trama diferente, deshaciendo el camino trazado al ir recorriendo las viñetas en sentido inverso... ¡Es sencillamente genial!

 
Volver