11. Encuestas electorales
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Escrito por Miquel Barceló   
Viernes 01 de Octubre de 2004

Escribo esta "Matemática Ficción" cuando las elecciones estadounidenses que enfrentan a Bush y Kerry están todavía en el alero. Como en otros períodos electorales, menudean las encuestas y los intentos de conocer la orientación del voto popular por medio de los sondeos. Se trata, simplemente, de sustituir el universo de votantes por una muestra estadísticamente elegida y cuya manifestación pueda anticipar el resultado final. No suele ser sencillo y, hoy en día, todos conocemos las incertidumbres del procedimiento y, también, el sorprendente peso de un puñado de indecisos en el resultado final.

Como ha ocurrido a menudo también en nuestro país, no siempre se predice el resultado correcto. Hay casos históricos de errores manifiestos, sobre todo en las primeras encuestas electorales. Así ocurrió, por ejemplo, en el caso de las elecciones presidenciales estadounidenses de 1948 que enfrentaban a Truman con Dewey. En este caso, prácticamente todos los sondeos previos a las elecciones vaticinaron un triunfo de Dewey, aunque al final Truman venció aunque fuera por escaso margen.

Pero también hay éxitos clamorosos: las estimaciones sobre el resultado del enfrentamiento de Eisenhower contra Stevenson, en las elecciones estadounidenses de 1952, resultaron suficientemente exactas después del grave error de 1948. Los datos obtenidos del proceso estadístico, no siempre creídos, dado el error de las predicciones de las encuestas de la anterior elección presidencial, anticiparon el triunfo de Eisenhower. Uno de los primeros éxitos populares de la estadística computerizada, que fue seguido por las adecuadas previsiones de las encuestas en elecciones, éstas ya no presidenciales, de 1954.

Tal vez por ello, Isaac Asimov, luego famoso como divulgador científico y autor de ciencia ficción, imaginó un curioso futuro para los sondeos electorales. Lo hizo en el relato corto "Franchise" ("Sufragio universal" en la edición española posterior) publicado en la revista If en agosto de 1955.

Con toda seguridad, Asimov conocía la existencia del UNIVAC 1, el primer ordenador de uso no militar de la historia, comercializado desde 1951. De manera muy coherente, Asimov imaginó un gran macro-ordenador del futuro con un nombre sumamente parecido: Multivac. El paso de la unicidad a la multiplicidad, implícito en el nombre, venía a sugerir el gran aumento de potencia que se esperaba de los futuros ordenadores. Asimov escribió diversos relatos en los que el "protagonista" era ese gran y potente ordenador del futuro: Multivac.

Como muchos otros en esos días, Asimov creía, erróneamente, que las siglas AC correspondían a "Analog Computer", ya que el cálculo analógico (como el que hacía posible el analizador diferencial de Vannevar Bush) era el que entonces parecía llamado a un gran futuro que, después, fue ocupado por la digitalización. El AC del UNIVAC significaba, simplemente, "Automatic Computer", tal y como ocurría en el caso de su antecesor el ENIAC.

Extrapolando lo que se sabía de la predicción estadística del resultado de las elecciones que enfrentaron a Eisenhower con Stevenson, Asimov imaginó que, en las futuras elecciones presidenciales estadounidenses del año 2008, el proceso de sondeo se reduciría al mínimo. Multivac, el gran y super-potente ordenador que para entonces gobernaría práctica y benévolamente la vida de la humanidad, sería el encargado de elegir la muestra de un sondeo que, por razones básicamente económicas, ha de convertirse en la elección definitiva.

Aunque no se trataría de una elección solamente humana...

Asimov imaginaba que, en el año 2008, las técnicas de prospección de la opinión pública serían tan potentes que permitirían que la muestra de la encuesta fuera de una única persona, el "pseudo-elector" Norman Muller. Aunque con un matiz innovador...

Tal y como lo narra el mismo Asimov: "Multivac sopesa todos los factores conocidos, miles de millones. Pero hay un factor desconocido que seguirá siéndolo durante mucho tiempo. Este factor es el módulo de reacción de la mente humana". Para obtener ese dato, Multivac conversará durante tres horas con el "elector único" Norman Muller. Así logrará percibir el alcance de "factor desconocido" (en realidad, según se nos cuenta en otro lugar del relato, ese factor ignoto procede del hecho que todos los estadounidenses están sometidos a la presión de lo que hacen y dicen otros estadounidenses), y podrá, por fin, decidir quien será el nuevo presidente: elegido en definitiva por Multivac teniendo en cuenta incluso ese humano "factor desconocido" que le ha proporcionado ese curioso "elector único". Económica, aunque curiosa, solución...

Reflexionando un poco sobre ello, parece mucho más fácil de lo que hemos llegado a conseguir en 2004, a tan solo cuatro años de la estimación de Asimov, cuando las encuestas auguran, antes de las elecciones, un "empate técnico" entre Bush y Kerry.
Cabe reconocer que la solución de Asimov supone la dependencia prácticamente absoluta de una máquina como Multivac que resulta encargada, al final, de todas las decisiones importantes de la humanidad.

Tal vez por eso, el mismo Asimov publicaba, en abril de 1958 en la revista Super Science Stories un nuevo relato: "All the Troubles of the World" ("Todos los males del mundo" en la versión española más habitual) que presenta un agobiado Multivac que pretende escapar de su incómodo y agobiante destino. Cincuenta años después de haber sido creado, cuando se ha convertido ya en un cómodo recurso para todos los humanos (debe resolver, se nos explica, cuatro mil millones de expedientes cada día), Multivac presenta tendencias suicidas y acaba dando instrucciones a un niño que, de ser cumplidas han de destruirle completamente.

Afortunadamente (¿por desgracia?) para la humanidad, ni el todopoderoso Multivac puede escapar a su programación y se ve obligado a avisar de la probabilidad (siempre creciente) de su propia destrucción (¿asesinato?) aunque, evidentemente, sin decir que quien la planea es él mismo.
 
Para leer:

- Franchise (SUFRAGIO UNIVERSAL). Isaac Asimov. 1955.
- All the Troubles of the World (TODOS LOS MALES DEL MUNDO). Isaac Asimov. 1958.

Ambos relatos han tenido muchas ediciones, por ejemplo en: CUENTOS COMPLETOS. VOLUMEN 1. Isaac Asimov. Barcelona. Ediciones B. 1992. ["Sufragio universal" (págs. 53-67); "Todos los males del mundo" (págs. 303-317)].

 
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