Matemáticas en el metro
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La Vanguardia, 15 de Julio de 2000
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MI CIUDAD
JOSEP MARIA SORIA Para celebrar que el 2000 es el año mundial de las matemáticas, y con ocasión del III Congreso Europeo de Matemáticos que se celebra estos días en Barcelona, el metro ha dispuesto en sus vagones una serie de reflexiones sobre el mundo de los números. En uno de ellos, por ejemplo, se dice que la cantidad de números primos es infinita, pero que los científicos no han podido averiguar todavía si el número de mellizos es también infinito, entendiendo por mellizos aquellos números primos que difieren en dos unidades. Como el 1 y el 3; el 3 y el 5; el 5 y el 7; el 11 y el 13, etcétera.

La verdad es que me llamó la atención que en el vagón de un metro apareciera este tipo de reflexiones sobre matemáticas. Esta es una ciencia que en nuestro país, que se dice que es de letras, está subestimada. Y en cambio, ¡tan importante como es! Es la ciencia de la abstracción absoluta de la realidad y, por esa capacidad de síntesis, está adquiriendo en todos los países a los que tendemos una gran importancia como instrumento de poder. Könrad Knopp ya lo predijo en el año 1927 que "la matemática es la base de todo el conocimiento y el contenedor de toda la alta cultura".

Según dijo el presidente del Institut d,Estudis Catalans (IEC) en la inauguración del citado Congreso ante 1.500 matemáticos, en los inicios de los años 70 apenas se podía encontrar un artículo firmado por un español o un catalán en cualquier revista de prestigio ("Zentralblatt für Mathematik" o "Mathematical Reviews"). Treinta años después, la relación entre el número de artículos publicados en Cataluña, el número de habitantes y el PIB es similar a la de Noruega, Gran Bretaña o Alemania. Eso no ha sido por generación espontánea, sino que los departamentos de matemáticas de las universidades catalanas son ya centros de investigación de calidad, tras abrirse a través del IEC y del Centre de Recerca Matemática los contactos con las elites de científicos europeos y mundiales. Sin embargo, les falta a los matemáticos popularizar su ciencia, que no se quede en las elites. Por eso me parece acertada la iniciativa del metro. Pero que no se quede sólo en eso.

 
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