Matemáticas, la clave de poder
|
Matemáticas, la clave de poder |
|
|
La Vanguardia, 12 de Julio de 2000 - - MANUEL CASTELLET Cataluña es esta semana el centro europeo de las matemáticas en el año mundial de las Matemáticas; y en Barcelona tiene lugar el Congreso Europeo organizado por la Societat Catalana de Matemàtiques, una de las sociedades del Institut d,Estudis Catalans. Nunca hemos gozado de una fuerte tradición matemática, pero ahora abundan los trabajos de investigación de matemáticos catalanes. La relación entre el número total de artículos publicados y el número de habitantes por el PIB es una de las más elevadas de los países occidentales y el 8,2% de los artículos de matemáticas se publican en revistas de excelencia, datos que sitúan a Cataluña, en relación a la investigación matemática y a esos parámetros, entre los seis países científicamente más significativos. En Cataluña, ejemplos de aportaciones destcadas a la cultura europea no faltan: Gerbert d,Orlhac, renovando los sistemas de cálculo en el siglo X; Ramon Llull, publicando "Ars Combinatoria" y "L,Art de navegar" en el XIII; Francesc Santcliment, autor de "Summa de l,art d,Arirmètica", el segundo libro de matemáticas impreso en Europa en 1482; Josep Chaix, que realizó junto a Pierre Mechain en 1793 los cálculos para la medida del arco de meridiano entre los Pirineos y Barcelona. O ya en este siglo, Lluís Santaló, emigrado a Argentina, pionero de la geometría integral y la estereología, o Ferran Sunyer, posiblemente el mejor matemático en Cataluña durante la postguerra. Pero el cambio se ha producido más recientemente, al entrar en contacto con los matemáticos europeos más significativos y decidir, la universidad, apostar por una investigación de calidad. Para ello era necesario estar en contacto con las ideas en países más avanzados. Así, el IEC creó en 1984 el Centre de Recerca Matemàtica, el único instituto de investigación matemática de España, para facilitar el contacto de los matemáticos catalanes con las elites científicas europeas y mundiales. El Centre ha sido y es una infraestructura al servicio de todos los matemáticos catalanes en esta perspectiva. No es un hecho aislado que este año se celebren en Barcelona cinco acontecimientos con el patrocinio de la Comisión Europea en el programa High Level Scientific Conferences; ni que el año próximo entremos en el siglo XXI con otros cinco, europeos, organizados por el Centre. En la última convocatoria del programa los matemáticos catalanes, a través del CRM, hemos captado el 20% de la subvención para matemáticas en Europa y el 66% de las subvenciones a Cataluña en todas las áreas de conocimiento. Tampoco es un hecho aislado que ocho grupos de investigación de Cataluña, cuatro de la UAB, uno de la Politècnica y tres de la Universitat de Barcelona, formen parte de diversas redes de investigación del programa Improving Human Research Potential y que dos de estos grupos, el de Teoría de Operadores y el de Topología Algebraica, de la Autònoma, sean los dos únicos grupos de matemáticas de España distinguidos como Marie Curie Training Sites. Se comprenden las palabras de Konrad Knopp en Tübingen en 1927: "La matemática es la base de todo el conocimiento y el contenedor de toda la alta cultura". Nuestro mundo es cada vez más complejo y la complejidad aumenta con el grado de interconexión. Un mundo más interconectado es un sistema complejo y al mismo tiempo frágil e inestable. La matemática tiene un papel cada vez más decisivo en la gestión de los sistemas complejos y será un instrumento de poder que se está subestimando peligrosamente. Cataluña está preparada para afrontar la complejidad. Ahora bien, los recursos intelectuales de un país son tanto o más importantes que los materiales. Nuestros administradores y gobernantes no deberían olvidar que la Matemática es la más barata de las ciencias: necesita poco más que cerebros y redes de comunicación. Nuestro país, rico en cerebros, debe favorecer el segundo aspecto y potenciar las dos redes de comunicación matemática que poseemos: el Centre de Recerca Matemàtica y la Societat Catalana de Matemàtiques. MANUEL CASTELLET, presidente del Institut d,Estudis Catalans |