RICHARD GARFIELD, matemático y diseñador de juegos: "Me costó cuatro partidas casarme con Lily"
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La Vanguardia, 24 de Febrero de 1999
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LA CONTRA
IMA SANCHIS JOST Tengo 35 años. He diseñado un juego, Magic, de coleccionismo y estrategia, que practican más de 250.000 jugadores en el mundo.

-¿A qué jugamos?
-Al juego más jugado en EE.UU., Japón y Alemania. A Magic. Escoja cartas.
-¡Pero si hay más de 4.000!
-¡Son preciosas!, ¿verdad? Las diseñan los mejores dibujantes de ciencia ficción del mundo, y ya hay coleccionistas que pagan cifras increíbles.
-Muy bonitas, ¿y ahora, qué?
-Ahora es usted un poderoso mago que lucha por el control de los planos mágicos y yo soy su contrincante. Pero si le parece demasiado íntimo puede invitar a jugar a todo su periódico.
-Mire que somos muchos...
-He llegado a arbitrar partidas de 100 jugadores. Cada semana hay 1.400 torneos en el mundo y el público va en aumento, porque es un juego de estrategia cuya esencia es el cambio continuo.
-¿Como la vida misma?
-Tal cual: cuando nacemos nos dan una mano de cartas con la que debemos jugar el resto de nuestra vida. La vida es un juego, pura matemática.
-Eso ya lo decía Borges.
-¡Mi autor favorito! Borges sabía que había un orden matemático en todas las cosas y Lewis Carroll lo aplicó a la literatura. Cuando lees sus libros recibes las matemáticas directamente. Magic tiene algo de eso.
-Déme una definición comprensible de matemática.
-Debería ser capaz..., soy profesor... ¡Ya la tengo!: las matemáticas son un juego con ciertas reglas y tú tienes que intentar ganar ese juego: el juego de la lógica. Es como resolver un puzzle o un problema en la vida real.
-Parece apasionante.
-Lo es, pero, ¿sabe cuál es el problema?... Que la gente confunde la aritmética con la matemática.
-¿Y cuál es la diferencia?
-El escribir a máquina es a la literatura como la aritmética es a la matemática, un puro instrumento. Volar es lo que importa.
-Pues volemos: dígame un importante momento matemático de la historia.
-El más importante es cuando Darwin avistó por primera vez las islas Galápagos. Su reinterpretación de la vida hizo comprensible que la complejidad humana es consecuencia de una serie de reglas muy sencillas. Y eso, de nuevo, es matemática.
-¿Y también podemos analizar una vida a través de las matemáticas?
-Por supuesto. Escoja usted.
-Escojo su vida.
-Le puedo dar miles de ejemplos: cuando intento llegar a mis clases debo seleccionar una ruta y un tiempo, y esas son variables matemáticas. Pero también cuando no entiendo algo recurro al juego matemático.
-¿Como por ejemplo?
-La bolsa: ideé un juego en el que cada jugador era un valor e intenté hallar secuencias.
-¿Descubrió algo?
-La ausencia de secuencias definidas.
-Lástima.
-Sí, pero con otras cosas más importantes, el juego me ha funcionado.
-¿Hasta dónde lo ha llevado?
-Propuse a mi mujer el matrimonio a través de una carta de Magic.
-¿Cuál era la imagen?
-Salgo yo de rodillas suplicándole que se case conmigo. El subtítulo reza: "Esta carta permite a Richard pedirle a Lily el matrimonio, y si ella acepta ambos jugadores ganan".
-¡Qué romántico!
-Una noche le propuse a Lily jugar y me costó cuatro partidas poner la carta en juego, pero una vez apareció la carta, el juego le impedía decirme que no. La suerte estaba echada: tanto en la vida como en el juego, ambos ganábamos.
-¿Es usted un genio o un chiflado?
-Haga sus apuestas. Le diré que yo iba para poeta y que me gustaban los juegos de rol, así que acabé estudiando matemáticas, posgraduándome en Combinatoria y diseñando mis propios juegos a los quince años. Inventar Magic me ha costado diez años.
-¿Fue un trayecto divertido?
-Mucho, jugaba con mis alumnos de la universidad y con todo aquel que intuía tenía un intelecto despierto. Cuando empezó a funcionar se lo mandé a una pequeña compañía lúdica. Era muy rudimentario: cartas de cartón con fotos de mis alumnos y recortes pegados.
-¿Qué pasó?
-Durante semanas todos los empleados de la compañía jugaron a Magic, hasta el punto de que el director tuvo que prohibir ese juego en la empresa.
-Dígame, ¿es usted de los que se pasa el día buscando secuencias numéricas?
-Sí, lo hago con las matrículas de los coches y con mis fechas personales. Fíjese qué bonito: Lily nació un 22, yo un 26; el promedio de ambos números es el 24, ¿sabe qué fecha es esa?
-Nochebuena.
-El día que nació mi hija.
-¿Y qué significado tiene?
-Obvia: es una combinación de los dos.

Woody Allen
CUESTIONARIO
-¿Es su alma muy diferente de su cuerpo?
Observo que mientras mi cuerpo empeora mi alma mejora.
-¿Qué apariencia tiene su Dios?
La de un mazo de cartas enorme. Al nacer te dan unas cuantas.
-Esta vida es desagradable, pero ¿podría conseguir un buen bistec en la próxima?
Mi única opción es la esperanza de conseguirlo.
-Miéntame: cite un inconveniente de ser rico.
Recibir demasiado correo basura.
-¿Cuál es su respuesta habitual a las proposiciones indecentes?
No he reconocido ninguna como tal.
-¿Qué es lo que quería saber sobre el sexo y ha tenido que descubrir por su cuenta?
Todo.
-Cánteme el estribillo de una canción que le venga a la memoria.
Una que le canto a mi hija: "Todos tenemos dos cuernos y dos orejas para poder escuchar lo que nos dicen".
-¿Qué faceta de la conducta humana detesta hasta hacerle sentir nostalgia de los primates?
La tendencia a criticar lo que no se comprende.
-¿Cuál es la mayor diferencia entre hombre y mujer?
Cuando juego con un hombre y veo una de sus cartas pienso que es un fallo, pero cuando me ocurre con una mujer, sé que ha querido enseñármela.

 
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