Andrew J. Wiles paga por la solución de los siete enigmas matemáticos
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El Mundo, 14 de Julio de 2000
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CATALUNYA
ISABEL R. AMAT «Ningún cubo es igual a la suma de dos cubos, ninguna potencia cuarta es igual a la suma de dos potencias cuartas, ni ninguna potencia de orden superior es igual a la suma de dos potencias del mismo orden». La demostración de esta afirmación, que hizo hace 350 años Pierre de Fermat, le valió a Andrew Wiles la fama y el reconocimiento como uno de los mejores matemáticos de la actualidad. Ahora ofrece un millón de dólares a quien encuentre la solución de otros siete enigmas de las matemática. «Las matemáticas sirven para entender y manipular la realidad física que nos envuelve. Sin ellas la vida sería muy distinta a como ahora es porque no existiría la aeronáutica ni las tecnologías que nos hacen las cosas más fáciles».

Para él son una motivación y un reto desde que tenía siete años. «En la escuela donde estudié eran una parte muy importante del programa. Los profesores intentaban estimularnos planteándonos problemas que debíamos resolver. Eso me fascinaba. Cuando llegaba a casa seguía pensando y me encantaba encontrar la solución», explica. Su afición a los números le llevó a hacerse matemático en la Universidad de Cambridge y, en 1993, consiguió demostrar que uno de los muchos enigmas matemáticos que todavía existen era cierto. Tras enseñar en Inglaterra, su descubrimiento le valió una plaza de profesor titular en la reputada universidad americana de Princeton.

De aspecto tímido y distante, Wiles no habita el mismo nivel que el resto de los mortales. Sus ojillos pequeños no paran. Parece estar haciendo cábalas todo el día aunque no pierde un ápice de la conversación. «El trabajo de un matemático consiste en encontrar caminos nuevos, buscar nuevas vías para resolver problemas, por eso son imprescindibles la intuición y la creatividad». Y para estimular esta búsqueda han surgido iniciativas como la que organiza la Clay Institution, cuyo director científico es Wiles: «De forma consensuada la comunidad científica decidió que eran siete los grandes problemas matemáticos que todavía quedan por demostrar, así que esta institución concede un millón de dólares a quien sea capaz de resolver alguno de ellos».

Andrew Wiles no es de los intelectuales que van todo el día de aeropuerto en aeropuerto. «Suelo rehusar las invitaciones para acudir a convenciones o congresos porque me gusta centrarme en mi trabajo. Pero la idea de venir a Barcelona me atrajo enseguida. Quería contribuir de alguna forma al Año Mundial de las Matemáticas y, además, tenía ganas de conocer esta ciudad».

En su empeño por difundir la importancia de las matemáticas en el desarrollo humano, Andrew Wiles vino a Barcelona a dar una conferencia en el III Congreso Europeo de Matemáticas que termina hoy. Y, tras su ponencia, se fue directo a conocer la obra de Gaudí por la que se siente fascinado. «Me han sorprendido cada uno de los edificios suyos que he visto. Cuesta entender cómo un hombre en los años 30 pudo concebir una arquitectura tan perfecta. Sin duda, Gaudí fue un gran matemático». Lo dice un entendido.

 
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