Joaquín Sánchez, premio nacional de estadística: servimos para decir que España va bien
Imprimir
El País, 10 de abril de 2000.
Apuntes Universitarios, Única, pág. 4 - Entrevista
ENTREVISTAS
JOAQUÍN PÉREZ JOAQUÍN SÁNCHEZ, PREMIO NACIONAL DE ESTADÍSTICA

"Servimos para decir que España va bien"

Joaquín Sánchez Soriano, Premio Nacional de Estadística Ramiro Melendreras para menores de 30 años, imparte en la Universidad Miguel Hernández de Elche clases de investigación operativa, es decir, la optimización de los recursos. Defiende a capa y espada la importancia de la estadística en todos los órdenes, y no tiene reparos en criticar el intrusismo que padece la profesión. La solución que propone pasa por la creación de colegios profesionales. Resume la función de esta disciplina en hacer "fotos fijas de la sociedad", aunque admite que es susceptible de manipulación.

Pregunta. ¿Para qué sirve la estadística?
Respuesta. Para muchas cosas. En primer lugar, para poder decir que España va bien. A fin de cuentas, todos los datos de coyuntura y estructura económica son estadísticos. Pero además, sirve para poder dar soporte científico a muchas ciencias.
P. Con la gran cantidad de información que manejan, tam-bién debe ser útil como herramienta estratégica.
R. Como proceso de información es muy adecuado para la toma de decisiones. Por ejemplo, si se prevén las demandas que habrá en una empresa, la producción se efectuará de acuerdo con éstas. El control de calidad, ahora tan de moda, entra junto con la optimización de los recursos.
P. ¿Las estadísticas son el fiel reflejo de la sociedad?
R. No. El problema es que las estadísticas se presentan mal, ya que lo reflejado es sólo un estado, pero lo que ocurre es que nos quedamos únicamente con un dato. La estadística refleja un hecho. Lo que hacemos es una foto fija de lo que se hace. Cuando realizamos un estudio, sacamos un perfil de cómo es la cosa, que puede ser la sociedad, y se puede utilizar bien o mal.
P. ¿Cree que puede existir algún tipo de manipulación?
R. Lo que sucede es que hoy día los datos estadísticos, sobre todo los económicos, se han convertido en una dictadura de los gobernantes. Pero en sí misma, la estadística no lo es.
P. ¿La defiende como medio para progresar?
R. De hecho, en política se utilizan los datos estadísticos para sacar las conclusiones de qué se debería hacer. Es un medio muy adecuado. Hay una información procesada de la que se extraen conclusiones. De ellas, se toman estrategias para caminar hacia un fin. Pero lo que ocurre es que, en ocasiones, no son todo lo buenas que debieran.
P. ¿Se puede hablar también de una mala praxis?
R. Hay que ser profesional. No hay colegios de estadísticos, pero en algunos casos debería ser necesario. Que cualquiera que no sea profesional, pueda hacer estos estudios, ya que con intención o no se pueden modificar algunas cosas.
P. Puede poner un ejemplo
R. El aceite de oliva, hace años, se desaconsejó a consecuencia de un mal uso de la estadística, por la que se aseguraba que favorecía el colesterol. Luego se demostró que es todo lo contrario. El problema es que muchas veces no las realizamos nosotros. Muchos científicos se atreven a trabajar con la estadística sin conocerla. A nadie se le ocurre hacer unas casa sin contar con un arquitecto. Cómo se trata la información es sumamente importante para conocer las consecuencias que tendremos. La estadística no sólo es sacar una media.
P. Además de los organismos oficiales, qué salidas profesionales ofrece la estadística
R. Hay muchas posibilidades, pero en España todavía no están difundidas. En las empresas, ahora hay un gran auge de esta especialidad debido a la implantación de los controles de calidad. Se trata de una carrera con mucho futuro, aunque en España no estamos acostumbrados a utilizar lo que se denomina gestores de la información. Todavía estamos por detrás de los japoneses y los americanos, que son los padres del control de calidad.

 
Volver