Los matemáticos no son gente seria
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Los matemáticos no son gente seria |
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«El matemático estadounidense Underwood Dudley ha publicado recientemente un libro singular: Mathematical cranks. Los cranks a los cuales se dedica la publicación son todas aquellas personas que, por excentricidad, mala fe, ingenuidad, misticismo, locura, etc., se han dedicado a "resolver" problemas imposibles de solucionar o a propagar extrañas matemáticas paranormales. Dudley no sólo reproduce una extensa muestra de cranks, sino que de alguna forma llega a clasificarlos por especialidades: fermatistas, trisecadores, duplicadores, cuadradores... Estas personas han colapsado academias, han perseguido a decanos, han engañado a editores, etc. [en SUMA también sabemos algo de eso], y siempre tienen como aval de sus singulares trabajos el hecho de que "nadie ha indicado dónde cometen el error". ¡Claro! Nadie quiere perder el tiempo en localizar errores de resultados que son falsos. [...] No obstante, los cranks, que han tenido la suerte de ser considerados por Dudley ahora pueden estar felices: sus trabajos se han publicado ¡ya! en un libro». Esta larga cita es parte de una de las más de doscientas anécdotas relacionadas con matemáticos que Alsina y Guzmán cuentan en este entretenido, ligero y refrescante libro. Las hay de muy diferente procedencia, desde las clásicas más o menos conocidas hasta aquellas vividas personalmente por los autores. Los títulos de los capítulos indican los diferentes temas tratados: despistes, rigor y obviedad, seudónimos, congresos, problemas, publicaciones, oposiciones... Hay una cierta unanimidad en la conveniencia de utilizar la historia de las matemáticas como recurso didáctico en la clase de matemáticas, lo cual aparece de forma explícita en las orientaciones del DCB de secundaria del área de Matemáticas. Y aun cuando esta utilización no debe quedar reducida solamente a un conjunto de anécdotas contadas en el momento oportuno durante el transcurso de la clase, sí parece claro que éstas, las anécdotas, constituyen un elemento que, introducido por el profesor en un contexto adecuado, sirve para relajar la clase en ciertas ocasiones, para dar un toque humano en otras, para que a los alumnos les vayan «sonando» los nombre de algunos matemáticos... Por todo ello, este libro, va dirigido muy especialmente a los profesores y profesoras a quienes, de hecho, los autores dedican su obra. Finalmente, hay que destacar que esta publicación es la primera de tema matemático de una nueva editorial, Rubes, cuyo equipo editorial está configurado por parte del antiguo de Labor que tan buen sabor de boca nos dejó con algunas de sus ediciones como Experiencia matemática, El sueño de Descartes, Pensar matemáticamente, etc. (Reseña aparecida en la revista SUMA nº 23 Nov 96) Materias: Anécdotas, Historias Autor de la reseña: Emilio Palacián |
