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Alicia, ya adulta, y el reverendo Dodgson, casi anciano, intercambian una serie de cartas, en las que lo que no está escrito es más importante que lo visible.
La última de esas cartas, que no llega a ser enviada, sino que es deslizada por el reverendo por detrás del azogue de un espejo, provoca que la Alicia del pasado y la del presente se fundan en una sola, y reconstruyan el viaje a un país de las maravillas que no son sólo las de la mente, sino también las del laberinto del cuerpo. Cada vez que Alicia tiene que escoger entre comer de un lado o de otro de la seta, o beberse un líquido con un letrero sospechoso, lo que está en juego no es su tamaño físico, sino su edad. El regreso al país de las maravillas es un paseo en el que la Alicia anciana dialoga con la que sólo es una niña, y la mujer con la adolescente. Todas se asombran de cosas diferentes. Su mente ha ido cambiando a la medida de su cuerpo, de los encuentros que se han producido en su vida.
El camino que Alicia está recorriendo es el de sus propias venas, entrando y saliendo de su corazón. Cangrejo Pistolero Ediciones presentaba en 2010 de este modo Alicia Volátil de Sofía Rhei. Con ilustraciones de Sofía Rhei, Ignacio Vleming y Lewis Carrolli, Alicia Volátil se revela en la contraportada como Poesía en tres dimensiones, con precisas instrucciones de usoii: 1: Abra el libro. 2: Cierre uno de sus ojos. 3: Cierre el ojo contrario. 4: Abra los dos ojos. En efecto, el libro contiene el material necesario para construir unas gafas 3D, que una misma debe recortar y construir: una bonita cartulina decorada con flores, dos trocitos de papel celofán azul y rojo... se recorta, se pega, y ¡todo listo para comenzar la aventura! Las ilustraciones y las palabras están tintadas en rojo y azul. ¿Por qué? Porque –con las gafas anaglifo ya puestas y siguiendo fielmente las instrucciones de la contraportada– cerrando el ojo derecho (en mis gafas, corresponden al cristal azul) se ve solo lo que está impreso en rojo, cerrando el ojo izquierdo se distingue únicamente lo marcado en azul, y finalmente abriendo los dos ojos aparecen texto e imágenes brotando del plano de la hoja... Alicia perpleja, Alicia rodante, Alicia Ícaro, Alicia Newton, Alicia Einstein, ..., Alicia Primordial, Alicia Múltiple, ..., Alicia anciana, Alicia Proust: el idioma,..., Alicia asimétrica, Alicia y la sonrisa volátil, Alicia tira los dados para abolir el azar, ..., Alicia retráctil, Alicia Moebius, ..., Alicia alterada, ..., Alicia de seda, Alicia Dédalo, ..., Alicia Evanescente. 64 Alicias componen este libro, en donde las referencias científicas abundan: la biología, la física, las matemáticas, la química, dibujan las facetas y las singularidades de cada Alicia. Cangrejo Pistolero Ediciones nos regala en su web algunas páginas de Alicia Volátil. En mi caso, he tomado prestada una Alicia muy topológica para finalizar... Alicia MoebiusSi a los adultos sólo les muestro una cara, siempre la misma, Desgarrada por lo que imagino que piensan,
Notas: i El prólogo viene firmado por la poeta Amalia Iglesias. Amalia alude al juego contenido en la obra de Sofía Rhei, con autores como Calvino, Perec, Queneau, Borges –para los que las matemáticas, los laberintos, la lógica son elementos creativos fundamentales– muy presentes en sus páginas. Alicia Volátil tiene al personaje del cuento del matemático Lewis Carroll como eje central. Además de poder leer este magnífico preámbulo, Amalia fue compañera mía de Instituto, en Bilbao, hace más de 30 años... ha sido una grata sorpresa encontrarla en estas páginas. ii Por cierto, las “instrucciones de uso” son muy “oulipianas”. Recordar, por ejemplo, Pour un art poétique de Raymond Queneau, en Le Chien à la mandoline : Tome una palabra tome dos Materias: Poesía, Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carroll, Moebius, Newton, Einstein, simetría.
Autor de la reseña: Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco) |