19. (Septiembre 2015) Taracea marmórea veneciana
Imprimir
Escrito por Ángel Requena Fraile   
Miércoles 02 de Septiembre de 2015

Taracea marmórea veneciana

La taracea con piedras duras y mármoles multicolores para decorar suelos y paredes es de tradición romana: opus sectile era su nombre. Desde el siglo XII se recupera en Italia la actividad: el marmolista Laurentius y más tarde los Cosmati recortan teselas poligonales para insertarlas formando diversos dibujos geométricos.

La recuperación de la antigüedad durante Renacimiento relanzó una actividad que nunca había llegad a desaparecer del todo. A suelos y paredes siguen mesas y altares. La taracea marmórea recibe el nombre de commesso en las ciudades italianas pletóricas de actividad artística.

En Venecia vamos a encontrar algunas taraceas poliédricas de mucho interés: los pequeños y grandes dodecaedros de San Marcos y San Pantaleón.

En el suelo del Duomo de San Marcos en Venecia, cerca de las puertas, se encuentra la afamada intarsia marmorea atribuida a Paolo Ucello: la proyección del pequeño dodecaedro estrellado. La impresionante imagen encabeza esta instantánea.

Ucello fue un pintor muy preocupado y cuidadoso con la perspectiva. Sus pinturas de batallas son modelos de escorzos; y su deleite al pintar mazzochios refuerzan ese carácter de pintor aplicado en la nueva perspectiva matemática del Quattrocento. Sin embargo es poco verosímil que el dodecaedro estrellado de la puerta de salida haya sido diseñado por el pintor.

La introducción teórica de los poliedros regulares cóncavos se debe a Kepler, y más tarde fueron completados por Poinsot. La atribución a Ucello adelantaría 150 años la construcción. En todo caso, los diseños del orfebre Wentzel Jamnitzer son medio siglo anteriores a Kepler.

La existencia en Venecia de otras representaciones del gran dodecaedro parece confirmar el carácter tardío de la taracea. La fecha más viable de construcción sería finales del siglo XVII o inicios del XVIII.

El pequeño dodecaedro estrellado del pavimento de la puerta de salida derecha del duomo de San Marcos no es el único de la catedral veneciana: apenas visible para la visita ordinaria hay otro más pequeño, justo debajo del iconostasio en su centro, en lugar preferente y en línea con el altar.

Taracea marmórea veneciana

Si se entra hacia la Pala de Oro puede verse una mancha central en la lejanía pero casi sin distinguirse. El sólido regular cóncavo no desmerece de su hermano mayor, si cabe revela mayor virtuosismo y ostentación del dominio de la perspectiva matemática.

De los cuatro sólidos regulares cóncavos, los dos de Poinsot y los dos de Kepler. Venecia nos ofrece los dos últimos en San Pantaleón y uno en San Marcos pero en dos lugares, uno alejado para despedirse del templo y otro en el lugar más destacado: la entrada central al recinto más sagrado.

El dodecaedro estrellado de la puerta (abajo) solo tiene una corona de taracea marmórea complementaria mientras que el del iconostasio (arriba) tiene tres.

Menos conocidos que el pequeño dodecaedro estrellado de la salida de San Marcos, la iglesia de San Pantaleone tiene cuatro dodecaedros regulares cóncavos de Kepler en el pavimento de la capilla del santo: dos pequeños dodecaedros estrellados y dos grandes dodecaedros estrellados. Lamentablemente estos últimos han quedado parcialmente tapados por una barandilla de balaustrada construida sin respeto por encima de ellos.

Taracea marmórea veneciana

Los sólidos de taracea marmórea se disponen de forma que ocupan las partes centrales de la capilla, mientras que en las esquinas se dibuja una pirámide truncada. Los gran-dodecaedros están en los laterales y por eso han quedado tapados por el balaustre levantado posteriormente.

Taracea marmórea veneciana

Es posible que San Pantalón (forma coloquial veneciana) nos arroje algo de luz sobre la datación de los dodecaedros: la inscripción central permite situar el pavimento en 1707. La fecha es mucho más razonable que la atribución a Paolo Uccello del conocido de San Marcos. Es muy probable que ambos pavimentos provengan del mismo taller.

No es mala forma de empezar la visita a Venecia por esta iglesia dada su cercanía a la Plaza Roma, Santa Lucia y el nuevo puente de Calatrava. San Pantaleón es una modesta iglesia y no suele aparecer en las guías resumidas para hacer una visita esencial, aún teniendo uno de los techos más impresionantes de la ciudad.

Taracea marmórea prospectiva en San Marcos de Venecia

En el pavimento de San Marcos no solo encontramos los dos pequeños dodecaedros estrellados de Kepler que ya hemos reseñado, también podemos contemplar lo que podemos clasificar como un auténtico catalogo de ilusiones ópticas de profundidad.

Taracea marmórea veneciana

En el crucero menor, mirando el altar a nuestra derecha, por donde se visita la Pala de Oro, es donde se concentran una decena de magnificas taraceas marmóreas geométricas, una variedad similar a las del claustro de Santa María del Monte Oliveto. Mientras las de Siena son pinturas al fresco, las de San Marcos son taraceas realizadas por un virtuoso artesano.

Solo reproducimos algunas como muestra de la variedad de formas: los hexágonos encadenados, la rejilla en blanco y negro o los prismas rectangulares huecos.

Taracea marmórea veneciana

Taracea marmórea veneciana

Taracea marmórea veneciana

Taracea marmórea veneciana

 
Volver