Geometría cotidiana: Placeres y sorpresas del diseño |
Si en Contar bien para vivir mejor nos descubría facetas novedosas que hacían que los números nos ayudaran en el difícil empeño de la vida, ahora en el libro que comentamos el autor la emprende con los aspectos geométricos de los objetos que nos rodean, que creíamos conocer, pero sólo era, en la mayoría de los casos, de forma aparente. Porque Claudi Alsina, como los magos, nos hace resaltar en muchos de ellos cualidades que no habíamos percibido y que sin embargo están ahí y en muchos casos tienen que ver con la geometría. El objeto confesado del libro es que a pesar de las miserias humanas y del consurnismo feroz, no deja de ser un reto intentar racionalizar y optimizar, aunque sea formalmente, el diseño de firmas útiles para que cumplan dignamente unas funciones. Y en este proceso, la geometría tiene mucho que aportar: el fin último de estas páginas es que usted lo descubra. Y uno se adentra en sus páginas avanzando entre objetos cotidianos: clips y mecedoras, escaleras y tapones, pinzas y lápices, latas y tetrabricks, diamantes y trompetas,.... entre muchos otros. Lo hace contando curiosas historias, citas chispeantes (como El huevo es una forma perfecta, aunque esté hecha con el culo, de Bruno Munari) y agradables sorpresas, que para cada uno serán diferentes. Yo señalaré algunas de las que a mí me han llamado la atención. Así, en el capítulo 3 (Una visita a prismas y cilindros), nos encontramos con Piet Hein (el diseñador de juegos corno el Soma o el Hex) y su sorprendente y geométrico diseño de la plaza Sergel de Estocolmo; y también, más adelante, mediante brocas apropiadas (que tiene que ver con el triángulo de Reuleaux) la forma de lograr taladrar agujeros cuadrados y ¡hasta hexagonales! O en la visita a El país de las cajas (capítulo 4) nos encontramos con cajas divinas; que tienen que ver con la proporción áurea, y también con cerámicas o muebles comercializados asociados al mismo número. Y en Un mundo esférico (capítulo 6) nos endulza el diseño de los chupa-chups o la relación entre la famosa ópera de Sydney y las manzanas. Y encontramos inesperadas relaciones entre famosos personajes: Supongo que les habrá parecido raro que la palabra revolución sirva, a la vez, para designar un violento conflicto social y las pobres figuras geométricas del espacio que se obtienen al girar una curva plana alrededor de un eje determinado. Aclarar la conexión Che Guevara-Euclides queda, pues, como tema abierto salvo que se conforme con la idea de que los revolucionarios desean dar un giro a la situación. A pesar de que el título es muy apropiado para el contenido, enlazando con su libro anterior podría haberse titulado "Geometrizar bien para vivir mejor" Y en ese objetivo tan importante para las matemáticas de hacerlas visibles en nuestro entorno más próximo, aporta una cantidad enorme de ejemplos y perspectivas inesperadas, resaltando el esfuerzo, el conocimiento y la imaginación que supone cualquier diseño perdurable. Por terminar, se puede decir que recrea de forma escrita el clímax de las celebradas charlas del autor, con sus sorpresas, sus informaciones y conexiones sorprendentes, su calidez y esa cualidad tan propia de los grandes comunicadores de hacernos percibir toda una nueva gama de matices incluso en los paisajes que creíamos conocer muy bien. Si alguien no le ha oído nunca todavía es una buena forma de descubrirlo. Todos los demás podrán volver a degustar, de forma tan pausada como quieran, el sabor de sus conferencias. (Reseña aparecida en la revista SUMA nº 49 Jun 2005 ) Materias: Diseño, formas geométricas, geometría en la vida cotidiana, la forma de los objetos Autor de la reseña: Fernando Corbalán |
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