Texto: Fragmento de un episodio de la serie Aquellos Maravillosos Años.
En el
segundo episodio de la tercera temporada (el
nº 25 si contamos desde el primer capítulo),
titulado La clase de Matemáticas (Math
Class) se presenta al Sr. Collins (Steven
Gilborn), el que a partir de ese instante será el
profesor de matemáticas en otros tres
capítulos de la serie. Como marca el tópico,
su aparición es estelar (al menos para
Kevin). Hagamos un recorrido resumido del capítulo:
Kevin y sus compañeros vuelven a clase
después del verano.
Kevin
(voz en off, narrando): La transición
del verano al otoño era delicada. Éramos
como los astronautas que volvían del
espacio (se intercalan imágenes
reales de una misión espacial de aquellos
años). Teníamos que entrar
en la atmósfera del colegio con cautela
para que el cambio repentino de presión
no nos matara. (Imágenes
de los pasillos del instituto: el protagonista
se va saludando con todos los amigos que no
ha visto en verano).
No obstante
el camino de 8º parecía que iba a ser un suave aterrizaje [..] Ahora
ya no éramos los últimos del escalafón: éramos
hombres para los chicos de 7º. Y lo que era más importante: éramos
hombres para las chicas de 7º.
En Sociales, nos hablaron de Woodstock (aparece
una profesora hippie muy entusiasmada; mientras
suena música ad hoc). En Gimnasia
se nos dio a conocer lo obvio (el profesor
se lesiona simplemente agarrando la soga por
la que van a subir). En Francés la señorita nos
mostró diapositivas de su viaje a París (aparece
intercalada una fotografía de la maestra con un ligue mucho más
joven que ella). Todo parecía ir de maravilla, todos los sistemas funcionaban,
...., hasta la 4ª hora.
(Los
alumnos están en el aula distraídos;
no se percatan de que hay un profesor nuevo en
clase)
Profesor: Abran
los libros de texto por la lección uno,
página 16. Empezaremos
con la introducción a las variables.
Kevin: ¿Quién
es ese?
Profesor: Yo
soy el Sr. Collins. (empieza a escribir en el encerado; es zurdo). Si
tomamos un símbolo como x (aún
no se ha sentado ni la mitad de la clase) para
representar el número indeterminado
de elementos que hay en el conjunto en un diagrama de Venn, S es el símbolo
que sustituye a la variable....
Kevin
(narrando): ¡Menuda presentación! Nunca
habíamos
visto a nadie como él. Era una máquina
matemática. Todo
matemáticas. Todo el tiempo. Allí estaban
las marcas de tiza que lo demostraban.
Mr.
Collins: Si la unión de los conjuntos
S y T es {-2, 0}, ¿cuál
es la intersección? (Ver imagen)
Kevin
(narrando): Enfrentados a esa fuerza
implacable, aceptamos el reto. Cada uno a su
manera.
Alumna: Sr.
Collins, ¿cómo
aprendió a hacer esos círculos
tan bonitos?
Mr. Collins: No
es necesario dibujar círculos
perfectos para solucionar estos problemas correctamente.
Eso no afecta para nada a la nota.
Kevin
(narrando): Pero nada le distraía.
Alumno: ¿Todas
estas cosas sirven para calcular el promedio
de carrera de un
jugador de béisbol?
Mr. Collins: No,
eso sería simple
Aritmética. [...] La respuesta
es el conjunto formado por {-2,
0}.
Entonces
el profesor se quita la chaqueta, se remanga,
y al cabo de un rato, el encerado está lleno
de expresiones. Por sus comentarios,
ha construido los números racionales a
partir de los naturales. Algún alumno
pregunta a su compañero "¿En
qué página
está eso?" y el profesor
los manda callar. No se le escapa nada, ni
siquiera cuando Kevin dirige la mirada a otro
lado diferente de la pizarra. En ese momento
suena la campana.
Mr. Collins: Para mañana
quiero que hagan los problemas del 1 al 10
de la página
18.
Quejas
entre los alumnos.
Alumno: ¡Vaya! Pero
ese tipo, ¿qué se
ha creído? ¡Nos va a matar!
Kevin (narrando): Sí, parecía
duro, pero no me preocupaba. No es por fardar
pero yo era un chico bastante inteligente, ...., ¡comparado
con la competencia! (se refiere a su hermano
mayor que es un vago bastante cortito). No
sería mala idea empezar el año
con un sobresaliente, o quizás un bien,
o un notable tal vez.
Música
de Psicosis (la
película
de Hitchcock) al recibir los resultados de un
examen: una D (es decir un suficiente)
Kevin: ¿Suficiente?
Mr. Collins: Estas son las notas del examen
sorpresa.
Kevin (narrando): Era horrible. Yo nunca
había sacado un suficiente. Ni siquiera
en caligrafía. (Suena la campana)
Mr. Collins: Como deberes, los problemas del
15 al 25 de la página 20.
Kevin (narrando): Solamente había
una explicación posible: tenía
que ser un error. (Kevin se dirige al profesor). Tenía
que hacerlo con un poco de tacto (sonrie) Al
fin y al cabo era un tipo humano.
Kevin: ¡Hola!
Mr. Collins: ¿Si? (muy serio)
Kevin: Tengo una pregunta sobre mi examen (el
profesor lo mira)
Mr. Collins: ¿Si?
Kevin: Sobre la nota. Es un suficiente.
Mr. Collins: Así es.
Kevin: Bueno, puede que esté mal.
Mr. Collins: Le echaré un vistazo (se
pone las gafas) Tienes razón.
Kevin (narrando): ¿Veis? No era tan
difícil
Mr. Collins: La número 5 no es correcta,
así que en realidad es un insuficiente.
Gracias por haberme avisado.
Se va a ir, pero se da media vuelta
Kevin: Sr. Collins, ....
Mr. Collins: Si tiene problemas, hay un grupo
de ayuda al acabar las clases, los martes y los
jueves.
Kevin (narrando): ¡Eh, eh! Aquel tipo
se estaba llevando una impresión totalmente
equivocada. Tenía que dejar las cosas
claras enseguida.
Kevin: No, es sólo que ..., no soy
de esos alumnos que sacan suficiente.
Mr. Collins (con cara de pocos amigos): ¿Ah,
no?
Kevin: Bueno, quizá es porque es muy
poco corriente, ¿no cree? ¡Un examen
el segundo día de clase! Lo que digo es
que no estaba tan preparado como hubiera podido
estar. No creo que sea representativa del trabajo
que suelo hacer (el profesor sonríe)
Mr. Collins: Entonces espero ver sus resultados
en próximos exámenes. ¿Algo
más?
Kevin se propone entonces ir al ataque. Enseñaría
a Collins de qué madera estaba hecho.
Su padre le ve estudiando y le pregunta si
necesita que le ayude. Kevin, orgulloso le
contesta mal. Pero en el siguiente examen,
de nuevo saca un suficiente. La cosa iba
de mal en peor, sobre todo cuando descubre
que su amigo saca sobresaliente. Se enfada
con él y lo llama empollón. Se
empieza a obsesionar: En una merienda, cuando
su madre le pregunta si quiere más limonada,
mostrándole la jarra, él se imagina
que le dice: Kevin, si esta jarra de limonada
tiene capacidad para 8 tazas llenas, ¿Cuántas
jarras obtendremos si las llenamos sólo
en sus 2/3 partes? Todos le miran, pero él
no lo sabe. (Supongo que los seguidores escolares
de esta sección no tendrán ningún
problema con esto, ¿no?). Menos mal
que era sólo su imaginación.
Kevin
(narrando): Aquella misma tarde pasé junto
a la clase del Sr. Collins. Por casualidad,
claro. ¿Qué importancia tenía?¿Quizá podría
entrar y recibir algunos consejos del grupito
de ayuda?
Echa
un vistazo y observa que son los alumnos más flojos de la clase.
No entra. El Sr. Collins le pilla en el pasillo
y le invita a entrar. Él se hace el
remolón.
Y llega
el siguiente examen. No sabe hacer nada: "Tardé cuatro
minutos en llegar al pánico total!" Se
le acelera el pulso, mira constantemente al
reloj, a sus compañeros que al parecer
no tienen dificultad alguna, lee las preguntas
una y otra vez, pero no le suena nada. Presa
de los nervios oye la voz del profesor distorsionada. Estaba
desesperado. Y entonces me di cuenta de que
había caído todo lo bajo que
puede caer una persona de Álgebra de
8º.
Al ir a entregar el examen, confiesa
al profesor:
Kevin: No
hace falta que lo mire. No he contestado ninguna pregunta. No entiendo las
matemáticas. No lo consigo. No tengo ni idea de lo que estoy haciendo.
Mr. Collins: Bien. Ahora está listo
para empezar. (Hace una bola de papel con
el examen y lo tira a la papelera)
Kevin: Un momento. Ya se lo he dicho. Es
inútil.
Mr. Collins: Dentro de dos semanas habrá otro
examen (sonríe y se va).
Kevin
(ante el libro de matemáticas,
en casa, estudiando): Me sentía perdido.
Me sentía confuso. Me sentía solo,
Entra
entonces su padre en la habitación,
y al verlo un tanto compungido, siendo ahora
la reacción del chico más educada,
se sienta con él y le trata de ayudar.
En la
siguiente escena el profesor Collins explica
propiedades de los números reales. Concretamente:
Mr. Collins: La propiedad multiplicativa
inversa nos dice que por cada número real
a distinto de cero, existe un número real
1/a de modo que a x (1/a) = 1.
Kevin
(narrando): Hay momentos en la vida en que crees que estás perdido,
en que cada paso que das parece equivocado.....
Mr. Collins: Kevin, ¿puedes simplificar
el cociente? (la expresión
completa es:
Kevin: 1/5.
Mr. Collins: No. Prueba otra vez.
Kevin (narrando): .... Y entonces, sólo
por un momento, ves la luz.
Kevin: - 1/5.
Mr. Collins: Correcto. También
se puede simplificar utilizando el valor absoluto
de los factores ....
Kevin (narrando): Y así empecé la
larga escalada hacia la luz. Sólo que
aquella vez, no estaba solo. (Imagen final
con Kevin y su padre trabajando juntos)