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La clase de Matemáticas
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  • Autor:   Alfonso Jesús Población Sáez

  • Texto: Fragmento de un episodio de la serie Aquellos Maravillosos Años.

    En el segundo episodio de la tercera temporada (el nº 25 si contamos desde el primer capítulo), titulado La clase de Matemáticas (Math Class) se presenta al Sr. Collins (Steven Gilborn), el que a partir de ese instante será el profesor de matemáticas en otros tres capítulos de la serie. Como marca el tópico, su aparición es estelar (al menos para Kevin). Hagamos un recorrido resumido del capítulo: Kevin y sus compañeros vuelven a clase después del verano.

    Kevin (voz en off, narrando): La transición del verano al otoño era delicada. Éramos como los astronautas que volvían del espacio (se intercalan imágenes reales de una misión espacial de aquellos años). Teníamos que entrar en la atmósfera del colegio con cautela para que el cambio repentino de presión no nos matara. (Imágenes de los pasillos del instituto: el protagonista se va saludando con todos los amigos que no ha visto en verano).

    No obstante el camino de 8º parecía que iba a ser un suave aterrizaje [..] Ahora ya no éramos los últimos del escalafón: éramos hombres para los chicos de 7º. Y lo que era más importante: éramos hombres para las chicas de 7º.

    En Sociales, nos hablaron de Woodstock (aparece una profesora hippie muy entusiasmada; mientras suena música ad hoc). En Gimnasia se nos dio a conocer lo obvio (el profesor se lesiona simplemente agarrando la soga por la que van a subir). En Francés la señorita nos mostró diapositivas de su viaje a París (aparece intercalada una fotografía de la maestra con un ligue mucho más joven que ella). Todo parecía ir de maravilla, todos los sistemas funcionaban, ...., hasta la 4ª hora.

    (Los alumnos están en el aula distraídos; no se percatan de que hay un profesor nuevo en clase)

    Profesor: Abran los libros de texto por la lección uno, página 16. Empezaremos con la introducción a las variables.
    Kevin: ¿Quién es ese?
    Profesor: Yo soy el Sr. Collins. (empieza a escribir en el encerado; es zurdo). Si tomamos un símbolo como x (aún no se ha sentado ni la mitad de la clase) para representar el número indeterminado de elementos que hay en el conjunto en un diagrama de Venn, S es el símbolo que sustituye a la variable....
    Kevin (narrando): ¡Menuda presentación! Nunca habíamos visto a nadie como él. Era una máquina matemática. Todo matemáticas. Todo el tiempo. Allí estaban las marcas de tiza que lo demostraban.
    Mr. Collins: Si la unión de los conjuntos S y T es {-2, 0}, ¿cuál es la intersección? (Ver imagen)
    Kevin (narrando): Enfrentados a esa fuerza implacable, aceptamos el reto. Cada uno a su manera.
    Alumna: Sr. Collins, ¿cómo aprendió a hacer esos círculos tan bonitos?
    Mr. Collins: No es necesario dibujar círculos perfectos para solucionar estos problemas correctamente. Eso no afecta para nada a la nota.
    Kevin (narrando): Pero nada le distraía.
    Alumno: ¿Todas estas cosas sirven para calcular el promedio de carrera de un jugador de béisbol?
    Mr. Collins: No, eso sería simple Aritmética. [...] La respuesta es el conjunto formado por {-2, 0}.

    Entonces el profesor se quita la chaqueta, se remanga, y al cabo de un rato, el encerado está lleno de expresiones. Por sus comentarios, ha construido los números racionales a partir de los naturales. Algún alumno pregunta a su compañero "¿En qué página está eso?" y el profesor los manda callar. No se le escapa nada, ni siquiera cuando Kevin dirige la mirada a otro lado diferente de la pizarra. En ese momento suena la campana.

    Mr. Collins: Para mañana quiero que hagan los problemas del 1 al 10 de la página 18.

    Quejas entre los alumnos.

    Alumno: ¡Vaya! Pero ese tipo, ¿qué se ha creído? ¡Nos va a matar!
    Kevin (narrando): Sí, parecía duro, pero no me preocupaba. No es por fardar pero yo era un chico bastante inteligente, ...., ¡comparado con la competencia! (se refiere a su hermano mayor que es un vago bastante cortito). No sería mala idea empezar el año con un sobresaliente, o quizás un bien, o un notable tal vez.

    Música de Psicosis (la película de Hitchcock) al recibir los resultados de un examen: una D (es decir un suficiente)

    Kevin: ¿Suficiente?
    Mr. Collins: Estas son las notas del examen sorpresa.
    Kevin (narrando): Era horrible. Yo nunca había sacado un suficiente. Ni siquiera en caligrafía. (Suena la campana)
    Mr. Collins: Como deberes, los problemas del 15 al 25 de la página 20.
    Kevin (narrando): Solamente había una explicación posible: tenía que ser un error. (Kevin se dirige al profesor). Tenía que hacerlo con un poco de tacto (sonrie) Al fin y al cabo era un tipo humano.
    Kevin: ¡Hola!
    Mr. Collins: ¿Si? (muy serio)
    Kevin: Tengo una pregunta sobre mi examen (el profesor lo mira)
    Mr. Collins: ¿Si?
    Kevin: Sobre la nota. Es un suficiente.
    Mr. Collins: Así es.
    Kevin: Bueno, puede que esté mal.
    Mr. Collins: Le echaré un vistazo (se pone las gafas) Tienes razón.
    Kevin (narrando): ¿Veis? No era tan difícil
    Mr. Collins: La número 5 no es correcta, así que en realidad es un insuficiente. Gracias por haberme avisado.
    Se va a ir, pero se da media vuelta
    Kevin: Sr. Collins, ....
    Mr. Collins: Si tiene problemas, hay un grupo de ayuda al acabar las clases, los martes y los jueves.
    Kevin (narrando): ¡Eh, eh! Aquel tipo se estaba llevando una impresión totalmente equivocada. Tenía que dejar las cosas claras enseguida.
    Kevin: No, es sólo que ..., no soy de esos alumnos que sacan suficiente.
    Mr. Collins (con cara de pocos amigos): ¿Ah, no?
    Kevin: Bueno, quizá es porque es muy poco corriente, ¿no cree? ¡Un examen el segundo día de clase! Lo que digo es que no estaba tan preparado como hubiera podido estar. No creo que sea representativa del trabajo que suelo hacer (el profesor sonríe)
    Mr. Collins: Entonces espero ver sus resultados en próximos exámenes. ¿Algo más?

    Kevin se propone entonces ir al ataque. Enseñaría a Collins de qué madera estaba hecho. Su padre le ve estudiando y le pregunta si necesita que le ayude. Kevin, orgulloso le contesta mal. Pero en el siguiente examen, de nuevo saca un suficiente. La cosa iba de mal en peor, sobre todo cuando descubre que su amigo saca sobresaliente. Se enfada con él y lo llama empollón. Se empieza a obsesionar: En una merienda, cuando su madre le pregunta si quiere más limonada, mostrándole la jarra, él se imagina que le dice: Kevin, si esta jarra de limonada tiene capacidad para 8 tazas llenas, ¿Cuántas jarras obtendremos si las llenamos sólo en sus 2/3 partes? Todos le miran, pero él no lo sabe. (Supongo que los seguidores escolares de esta sección no tendrán ningún problema con esto, ¿no?). Menos mal que era sólo su imaginación.

    Kevin (narrando): Aquella misma tarde pasé junto a la clase del Sr. Collins. Por casualidad, claro. ¿Qué importancia tenía?¿Quizá podría entrar y recibir algunos consejos del grupito de ayuda?

    Echa un vistazo y observa que son los alumnos más flojos de la clase. No entra. El Sr. Collins le pilla en el pasillo y le invita a entrar. Él se hace el remolón.

    Y llega el siguiente examen. No sabe hacer nada: "Tardé cuatro minutos en llegar al pánico total!" Se le acelera el pulso, mira constantemente al reloj, a sus compañeros que al parecer no tienen dificultad alguna, lee las preguntas una y otra vez, pero no le suena nada. Presa de los nervios oye la voz del profesor distorsionada. Estaba desesperado. Y entonces me di cuenta de que había caído todo lo bajo que puede caer una persona de Álgebra de 8º.

    Al ir a entregar el examen, confiesa al profesor:
    Kevin: No hace falta que lo mire. No he contestado ninguna pregunta. No entiendo las matemáticas. No lo consigo. No tengo ni idea de lo que estoy haciendo.
    Mr. Collins: Bien. Ahora está listo para empezar. (Hace una bola de papel con el examen y lo tira a la papelera)
    Kevin: Un momento. Ya se lo he dicho. Es inútil.
    Mr. Collins: Dentro de dos semanas habrá otro examen (sonríe y se va).

    Kevin (ante el libro de matemáticas, en casa, estudiando): Me sentía perdido. Me sentía confuso. Me sentía solo,

    Entra entonces su padre en la habitación, y al verlo un tanto compungido, siendo ahora la reacción del chico más educada, se sienta con él y le trata de ayudar.

    En la siguiente escena el profesor Collins explica propiedades de los números reales. Concretamente:
    Mr. Collins: La propiedad multiplicativa inversa nos dice que por cada número real a distinto de cero, existe un número real 1/a de modo que a x (1/a) = 1.
    Kevin (narrando): Hay momentos en la vida en que crees que estás perdido, en que cada paso que das parece equivocado.....
    Mr. Collins: Kevin, ¿puedes simplificar el cociente? (la expresión completa es:

    Kevin: 1/5.
    Mr. Collins: No. Prueba otra vez.
    Kevin (narrando): .... Y entonces, sólo por un momento, ves la luz.
    Kevin: - 1/5.
    Mr. Collins: Correcto. También se puede simplificar utilizando el valor absoluto de los factores ....
    Kevin (narrando): Y así empecé la larga escalada hacia la luz. Sólo que aquella vez, no estaba solo. (Imagen final con Kevin y su padre trabajando juntos)


  • Fuente: Sección Cine y Matemáticas de DivulgaMAT

 

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