- Texto: ¿Cómo no se me había ocurrido utilizar este medio tan sencillo?
Tratando de recordar mis estudios escolares, tracé sobre el carnet la
figura geométrica que ilustra el teorema de Pitágoras. No escogí este
tema por casualidad. Recordé que, en mi juventud, había leído un libro
sobre empresas del futuro en el que se decía que un sabio había
empleado este procedimiento para entrar en contacto con inteligencias
de otros mundos. [...] Ahora era ella la que se mostraba ávida de
establecer contacto. Di las gracias mentalmente a Pitágoras y me atreví
un poco más por la vía geométrica. Sobre una hoja de carnet dibujé lo
mejor que supe las tres cónicas con sus ejes y sus focos; una elipse,
una parábola y una hipérbola. Después, sobre la hoja de enfrente,
dibujé un cono de revolución. Debo recordar que la intersección de un
cuerpo de esta naturaleza con un plano es una de las tres cónicas que
siguen el ángulo de intersección. Hice la figura en el caso de la
elipse y, volviendo mi primer dibujo, indiqué con el dedo a la
maravillada mona la curva correspondiente.
- Fuente: Las matematicas de la Literatura, Marta Macho (Un Paseo por la Geometría, UPV, 2007)
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