Forges y Millás montan el número |
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La Vanguardia, 14 de Noviembre de 2001 - - JUAN SARDÁ Caricaturista y escritor "humanizan" las matemáticas en su último libro Hasta en los expedientes más impolutos no suele faltar ese endemoniado suspenso de matemáticas que nos fastidiaba el verano, llenándolo de divisiones y quebrados donde hubiera debido haber sol y playa. Será por eso o por otra cosa que a las matemáticas las acompaña desde tiempos inmemoriales el cartel de malditas e inaccesibles. Una fatal leyenda que dos personajes tan notables como Juan José Millás, el novelista y articulista, y Forges, caricaturista de pro, se han propuesto desmontar utilizando precisamente el más accesible de los recursos, el humor. El resultado del esfuerzo conjunto se llama "Números pares, impares e idiotas" (Alba Editorial), curioso libro en el que la narrativa de Millás y las ilustraciones de Forges se unen nada menos que para "humanizar los números y que nos demos cuenta de que son hijos nuestros", como explicó el caricaturista. Árdua tarea, sin duda, pero visto el lleno que registró la Fnac durante la presentación del libro, tiene ciertas garantías de éxito. Cual Martes y Trece o Abott y Costello, versión cultivada e izquierdosa, Forges y Millás se enzarzaron en una competición de ingenio. "Hubiéramos preferido que nos presentara el libro un divulgador de matemáticas -confesó Forges-, pero por mucho que lo buscamos no hemos sido capaces de encontrar ninguno. Más bien me parece que no existen. Los hay de botánica, física cuántica y zoología africana, pero misteriosamente no los hay en este campo. El único matemático popular y divertido que se me ocurre es Antonio Camacho de Gescartera, y está en la cárcel." A falta de expertos, muchos preferirán sin duda la lectura de los cuentos didácticos y ocasionalmente deliciosos. La primera moraleja es clara: más allá de aprender a sumar, restar y dividir, la verdadera lección de los números es que "nos demuestran lo limitados que somos los humanos", en palabras de Millás. Una visión positiva y feliz que naturalmente no carece de su correspondiente parte oscura. "Los estados quieren más números y menos letras, el Ejército es la suma total de este concepto", pontificó Forges. "En cualquier caso", apostilló Millás, "los números peor vistos son los rojos". Rojos, verdes o amarillos, parece claro que los números nos acompañan todo el día sin que muchas veces les prestemos la atención debida: "Desde el DNI hasta el número de teléfono de tu novia, los números tienen una carga simbólica superior a la que solemos adjudicarles". "Números pares, impares e idiotas" también pretende demostrar que ni siquiera en la firme tierra de los quebrados existen las verdades absolutas. Y si los números en el fondo son tan poco perfectos es por lo mucho que se parecen a nosotros. Así, en el libro se nos cuentan historias como la del diez, que vivía feliz hasta que le perdió su orgullo cuando se dio cuenta de que era la mitad de 20. Se volvió ambicioso y creció a costa de comerse otros números. Aún hoy continúa su ascenso imparable, sin estar nunca satisfecho. O la del cuatro, que está partido en dos, una situación bastante común. Luchas de poder entre treses amargados y cincos orgullosos que son fácilmente reconocibles, los relatos de Millás y Forges, además de enseñarnos a perder el miedo a las matemáticas, pretenden volvernos un poco más humanos de la forma más sencilla. Nada tan difícil. |
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