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La fórmula mágica del tiro a puerta. El fútbol entre probetas y tubos de ensayo
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El Mundo, 30 de Julio de 2000
Fútbol
CRONICA
- Los fracasos como el penalti de Raúl en la última Eurocopa podrían pasar a la Historia. El fútbol ha encontrado un aliado en la estadística y la cinética. O eso creen un científico británico y su equipo de investigadores, que han dedicado dos años de estudios a enunciar una fórmula matemática para que los penaltis sean infalibles. Todo comenzó mientras Tim McGarry, profesor de la Universidad de San Francisco (EEUU), veía el partido que enfrentaba a Gran Bretaña y Argentina en la final de la Eurocopa de 1998 y que llevó a la afición británica a la desesperación más absoluta. En aquel momento decidió acabar de una vez por todas con la torpeza de los jugadores frente a la portería.

Su hallazgo consiste en una combinación matemática que demuestra que la eficacia se obtiene cuando el jugador con peor historial de tiros a puerta se enfrenta el primero a la portería, y el mejor tira el último. Es todo una cuestión de estrés: el último lanzador está sometido a mayor presión, por lo que el jugador más cualificado debe reservarse. El grupo de investigadores analizó todos los lanzamientos de penalti en los Mundiales desde 1982 a 1998 y en la Eurocopa de 1996. Utilizando un programa informático realizaron 120 posibles permutaciones y 14.400 formas de enfrentarse a un penalti. Tras innumerables operaciones estadísticas, obtuvieron la siguiente fórmula: Pj = Px - (Ps x J x S). Es decir: la posibilidad de marcar es igual al porcentaje de aciertos del jugador menos la probabilidad de marcar multiplicada por el orden inverso de lanzamiento y el estrés. Mucho tendrían que aprender las selecciones de Holanda (recordemos su estrepitoso fracaso en la tanda de penaltis en la final europea contra Francia) o la inglesa (que todavía está pagando los errores de aquella final contra Argentina en el 88). Consejos como que es básico el ángulo de los ojos, la inclinación del tronco, y, sobre todo, la dirección del pie de apoyo. Ésa es fundamental: en el 82% de los casos, la posición de este pie apunta en la dirección del balón, dándole una valiosísima pista al guardameta.
Si la aplicación de esta fórmula prospera, el delantero merengue no volverá a pasar apuros.

El aburrimiento invade a los científicos. Si ya se preocupan por el fútbol, hay que echarse a temblar.

 

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