ALUMNOS CONVERTIDOS EN PROFESORES |
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El Mundo, 6 de Mayo de 2000 - - ANA DEL BARRIO MADRID.- Y los alumnos se convirtieron en profesores. En la I Feria de Madrid por la ciencia, 700 estudiantes enterraron las tizas y pizarras, tomaron las riendas y se convirtieron en maestros durante tres días. Un total de 200 experimentos en directo, juegos matemáticos, representaciones de teatro, exposiciones de las máquinas de Leonardo da Vinci, de filatelia o fotografía matemática, inundaron la feria, que se clausura este domingo con un único objetivo: acercar la ciencia al ciudadano. ¿Y cómo lograrlo? La receta es sencilla: un cóctel que une imaginación con concreción, desterrando lo abstracto, donde prime la práctica sobre la teoría y donde el alumno pueda experimentar con materiales manipulables y sacar sus propias conclusiones. Y así lo hicieron. La feria, que se celebra en el Pabellón de Convenciones de la casa de Campo, era un culto al experimento casero bajo enunciados de lo más variopinto: desde «Impensatez vs. Ingravidez» hasta «la patata equilibrista», «hagamos cristales» o «si abonas con boñiga, te aseguras la comida». «Esta es una oportunidad única porque aquí tenemos la ocasión de expresar nuestros propios trabajos», afirma David Segovia, estudiante de 4º de ESO del Instituto María Zambrano, que explicaba en su expositor cómo montar un huerto ecológico. Otros saltaban de la biología a la física y demostraban el funcionamiento del péndulo de Foucault: «Oscila siempre igual aunque la Tierra gire. Con esto se demostró que la tierra rotaba», comenta Sara Lorenzo, de 17 años, alumna del Instituto Gregorio Marañón. «Los chicos están encantados porque aprenden un montón y aportan ideas novedosas», asegura Enrique Gutiérrez, profesor del Instituto Atenea. Su expositor estaba convertido en un desierto virtual: con un poco de tierra y unos secadores de pelo para emular al viento, los alumnos realizaban una demostración de cómo se generan las dunas en el desierto. La feria, pionera en el sector, está organizada por la Cominidad de Madrid y en ella participan un total de 40 centros educativos, siete museos y once centros de investigación. «Queremos sacar la ciencia a la calle. Así, hemos aglutinado en un espacio a los representantes científicos y le hemos dado un aire festivo para llevar la aventura de la ciencia a la sociedad», afirma Almudena del Rosal, organizadora del evento y jefa de servicio de la Dirección General de Investigación de la Consejería de Educación. Los científicos también salieron de sus laboratorios para explicar su trabajo de forma amena. Así el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está representado por seis de sus centros de diferente actividad como el Instituto de Acústica, el de Cerámica y Vidreo o el de Automática Industrial. En el stand que celebra el Año Mundial de las Matemáticas, los alumnos se agolpaban para realizar puzzles, solitarios y otros juegos de intuición lógica. «Pretendemos cambiar la imagen de las matemáticas y demostrar que pueden ser útiles y divertidas. Tenemos talleres, obras de teatro y hasta magia matemática», afirma María Jesús Luelmo, presidenta de la Sociedad Madrileña de Profesores de Matemáticas y miembro del comité que organiza el Año Mundial de las Matemáticas. Y todo ello para hacer recapacitar a los visitantes sobre la importancia de la ciencia en la vida cotidiana. Las lentes de contacto, la tinta del bolígrafo, las deportivas son el resultado de una larga tarea de investigación científica. «La ciencia es cosa de todos» como dice uno de los lemas de la feria. |
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