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El tío Petros y la conjetura de Goldbach
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  • Autor: Apóstolos Doxiadis

  • Texto:

    —¿Sabes jugar al ajedrez?
    —Un poco, pero no me pidas que juegue, por favor. Sé muy bien que perdería.
    Petros sonrió.
    —No iba a proponerte una partida; sólo quiero darte un ejemplo que comprendas. Mira, las verdaderas matemáticas no tienen nada que ver con las aplicaciones prácticas ni con los procedimientos de cálculo que aprendes en el colegio. Estudian conceptos intelectuales abstractos que, al menos mientras el matemático está ocupado con ellos, no guardan relación alguna con el mundo físico y sensorial.
    —Me parece bien dije.
    —Los matemáticos -prosiguió- encuentran el mismo placer en sus estudios que los jugadores de ajedrez en el juego. De hecho, desde un punto de vista psicológico, el verdadero matemático se parece a un poeta o a un compositor musical; en otras palabras, a alguien preocupado por la creación de belleza y la búsqueda de armonía y perfección. Es el polo opuesto al hombre práctico, el ingeniero, el político o… -hizo una pausa, buscando una figura aún más aborrecible en su escala de valores-, claro está, el hombre de negocios.
    Si me contaba aquello con el fin de desanimarme había escogido el camino equivocado.
    —Es precisamente lo que busco, tío Petros -repuse con entusiasmo-. No quiero ser ingeniero; no quiero trabajar en la empresa de la familia. Quiero enfrascarme en las verdaderas matemáticas igual que tú… ¡como hiciste con la conjetura de Goldbach!

  • Fuente: Apóstolos Doxiadis , El tío Petros y la conjetura de Goldbach, Ediciones B, Suma de Letras, 2001.

 

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