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Junio 2008: Sociedad, Cultura y Ciencia en la época de Einstein (1879-1955) - Una época convulsa
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Escrito por Miguel Hernández González, José Montesinos Sirera, Sergio Toledo Prats, Eduardo Martín Pérez y José Andrés Oliva Hernández   
Domingo 01 de Junio de 2008
Índice del artículo
Junio 2008: Sociedad, Cultura y Ciencia en la época de Einstein (1879-1955)
ÍNDICE DE LA EXPOSICIÓN
Introducción
Semblanza Bibliográfica
La Ciencia en el tránsito del siglo XIX al XX
1905, un año milagroso
El Principio de Relatividad
El concepto de masa
La gravedad (la evolución de un concepto)
Una época convulsa
Ciencia alemana y nazismo
La Matemática alemana en el siglo XIX
Arte de Vanguardia (1890-1939)
El cine (la pantalla demoníaca)
Literatura alemana (1880-1945)
Cómics y gravitación
Filosofía alemana (1870-1939)
Einstein y Bohr
El extraño mundo de la cuántica
Todas las páginas

Una época convulsa

Los Estados Alemanes y la unificación (1800-1871)

La invasión napoleónica de los territorios alemanes impulsó el sentimiento nacionalista, vinculado al romanticismo floreciente con su idea del Volkgeist, el espíritu del pueblo. Derrotado Napoleón, el Congreso de Viena de 1814-15 promueve la alianza de 39 estados alemanes, entre los que descuellan Austria, gobernada por los Habsburgo, y Prusia, por los Hohenzollern. Stein y Hardenberg reforman el estado prusiano: se permite a los burgueses comprar tierras y servir como oficiales en el ejército, la servidumbre es abolida y se concede amplio autogobierno a las ciudades.

cuadro Napoleón

Preocupado por el auge del liberalismo y del nacionalismo el canciller austriaco Metternich emite los Decretos de Carlsbad en 1819, que constituirán el mayor freno a la expansión de tales ideologías por los territorios alemanes. En 1830 se producen disturbios revolucionarios, pero será en marzo de 1848 cuando los levantamientos populares consigan poner en peligro la estructuras estatales de Austria y Prusia. La Asamblea de Francfort, con representantes de todos los estados alemanes, fracasa en su intento de crear una Alemania unificada de modo liberal y constitucional. Antes de acabar el año triunfa la contrarrevolución. El Imperio Austriaco, que se había visto desmembrado por las revueltas nacionalistas, se transforma en el Imperio Austrohúngaro bajo el mandato (1848-1916) del emperador Francisco José, que aplicará una política conservadora, militarista y antinacionalista.

cuadro cuadro

Tras la fracasada revolución proletaria el monarca prusiano Federico Guillermo IV establece en 1850 una nueva Constitución y un parlamento. En 1862 nombra canciller a Otto von Bismarck, que será el responsable de la política expansionista de Prusia. La primera guerra es contra Dinamarca, apropiándose de los ducados de Schleswig y Holstein. Tras su victoria en la guerra austroprusiana de 1867 Prusia se convierte en la potencia hegemónica de la Confederación Alemana del Norte, que incluye a otros 21 estados. En 1870, tras derrotar a Francia, se apodera de Alsacia y Lorena. El 18 de enero de 1871 se proclama el Imperio Alemán, que en realidad es una federación de estados monárquicos que conservan sus propias leyes, su gobierno y su constitución. Fuera de la unión quedaba la población germana de Austria y Bohemia. El Imperio Austrohúngaro, tras el Compromiso de 1867, funciona como la unión de dos estados nacionales, el Imperio de Austria y el Reino de Hungría.

mapa

El imperio alemán 1871-1918

Tras la constitución del Imperio Alemán en 1871 bajo el mandato del kaiser Guillermo I la política alemana sigue dirigida por el canciller prusiano Bismarck, que gracias a una estrategia de alianzas internas variables logra impulsar una política de industrialización acelerada, proteccionismo económico y freno al poder de las iglesias y de los grupos socialistas. En los países industrializados el capitalismo entra en su fase imperialista y consigue controlar la amenaza socialista mediante un incremento de los salarios en términos reales, de un 50% para el período 1870-1900, gracias al aumento de la productividad, la mundialización de la economía, la acumulación de capital y el descenso de precios de los artículos de primera necesidad. La innovación tecnológica hace que entre 1875 y 1905 se cuadruplique el número de patentes. En 1900 Alemania ya produce más acero que Francia y Gran Bretaña juntas. Berlín pasa de 100.000 habitantes en 1800 a 2.700.000 en 1900. En 1885 Bismarck convoca a las potencias europeas más Estados Unidos para repartirse África en la Conferencia de Berlín. En 1888 sube al trono el kaiser Guillermo II que obliga a Bismarck a retirarse y emprende una política militarista apoyada en la construcción de una enorme marina de guerra, con vocación de expansionismo europeo y colonial.

En 1875 se crea al Partido Social Demócrata alemán, formado por grupos seguidores de Marx y Lassalle, pero la política de Bismarck los forzará a la clandestinidad hasta 1890. En 1898 Edward Bernstein propondrá en Socialismo evolucionista cambiar la estrategia revolucionaria por la parlamentaria; Karl Kautsky se opondrá a esa tendencia revisionista. En las elecciones de 1912 consigue ser el partido más votado, aunque queda fuera del gobierno. Otro partido fuerte, el Zentrum, árbitro del parlamento durante largos períodos, con gran implantación en los estados católicos sureños, defiende una política conservadora y antimoderna que se inspira en la doctrina social de la Iglesia de Roma. La aristocracia prusiana terrateniente y el ejército siguen teniendo un gran peso en el gobierno.

El escenario político europeo de principios del siglo XX está marcado por la rivalidad entre la Triple Alianza -Imperio Alemán, Imperio Austrohúngaro e Italia - y la Triple Entente -Francia, Rusia y Gran Bretaña. La crisis de los Balcanes, la anexión de Bosnia por Austria en 1908 y la intervención de Alemania en Marruecos producen serias fricciones diplomáticas. El asesinato del archiduque Francisco Fernando, príncipe heredero del Imperio Austrohúngaro, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo desata las hostilidades. En pocas semanas Austria declara la guerra a Serbia, Alemania la declara a Rusia y a Francia. Otras potencias menores se irán uniendo a ambos bandos. La revolución soviética de octubre de 1917 y la entrada en guerra de Estados Unidos serán acontecimientos decisivos en la fase final del conflicto. El armisticio se firma en noviembre de 1918. Austria y Hungría se convierten en repúblicas, surgen los nuevos estados de Checoslovaquia y Yugoslavia, el kaiser Guillermo II abdica y se instaura la llamada República de Weimar. La guerra ha dejado 10 millones de muertos en los campos de batalla.

El período de entreguerras

La paz de Versalles, en 1919, impone duras condiciones a la Alemania derrotada: pérdida de Alsacia, Lorena, Schleswig, Prusia Occidental, parte de Silesia y todas las colonias africanas (Camerún, Togo, África oriental alemana y África sudoccidental alemana) y en los mares del sur Nueva Guinea y otras islas. Su ejército queda reducido a un máximo de 100.000 hombres y se prohíbe el reclutamiento obligatorio. Una Asamblea Nacional en Weimar redacta una nueva Constitución, que hace de Alemania una república de soberanía popular con 25 lander -los antiguos estados- con amplia autonomía económica y cultural. La pérdida de buena parte de los yacimientos de hierro y carbón, así como las onerosas reparaciones de guerra a los estados vencedores, lastran el despegue económico de la posguerra. La hiperinflación produce una enorme desconfianza social respecto a los políticos.

Son tiempos socialmente convulsos: a la lucha de clases se suma la pugna entre nacionalistas y federalistas, además de los enfrentamientos religiosos entre protestantes y católicos. En 1919 es abortado el levantamiento espartaquista, de tendencia comunista radical, siendo asesinados sus dirigentes Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo. Ese año se crea la III Internacional, mediante la cual Rusia trata de intervenir en los asuntos internos de los países europeos. El gobierno y el parlamento alemán están en manos de los partidos socialistas, aliados a otros partidos centristas menores. En 1920 se crea el Partido Nacional Socialista de los Obreros Alemanes, del que forma parte Hitler. Mueren en atentados los ministros Erzberger (1921) y Rathenau (1922). En 1924 se firma el Convenio Dawes para hacer viable el pago de las reparaciones de guerra.

imagenLa Gran Depresión de 1929, iniciada en los Estados Unidos, se traslada a Europa, afectando a todos los sectores económicos. Alemania ve crecer hasta seis millones el número de parados. Los nazis capitalizan el descontento social y pasan de tener 12 escaños en 1928 a 107 en 1930 y a 230 en 1932, convirtiéndose en el partido más votado. Uno de sus ejes ideológicos es el antisemitismo. En enero de 1933 Hitler es nombrado canciller. De inmediato comienza la transformación de la democracia en dictadura: esbásticason abolidos los antiguos Estados y se disuelven los partidos políticos, excepto el nazi; mediante la policía secreta, la Gestapo, los Tribunales del Pueblo y los campos de concentración se consigue aplastar toda disidencia; se prohíben las huelgas y se inicia un amplio programa de obras públicas para dar trabajo a la población.

En 1935 Hitler retoma la política armamentista, en contra de los acuerdos de Versalles. foto camiónEn 1938 Alemania se anexiona Austria y parte de Bohemia, y en 1939 Bohemia-Moravia. Mientras tanto la Italia de Mussolini se apodera de Albania. En agosto Rusia y Alemania firman un pacto de no agresión. El 1 de septiembre el ejército alemán inicia la invasión de Polonia. El día 3 Francia e Inglaterra declaran la guerra a Alemania. En abril los alemanes invaden Noruega. En mayo atacan Holanda, Bélgica y Francia. En junio de 1940 Francia capitula ante el avance alemán. Estabilizado el frente occidental Hitler decide invadir Rusia en junio de 1941. Pronto se abre otro frente en el Lejano Oriente: tras el bombardeo de Pearl Harbour Gran Bretaña y Estados Unidos declaran la guerra a Japón. Poco después Alemania e Italia declaran la guerra a Estados Unidos. En 1942 y 1943 los escenarios de los grandes combates son el norte de África y el sudoeste de Rusia. En febrero de 1944 Roosevelt, Churchill y Stalin se reúnen en Yalta para diseñar el reparto de Europa cuando acabe la contienda. En junio los ejércitos aliados desembarcan en Normandía y cambia el signo de la guerra: los alemanes empiezan a retroceder en el frente oriental y en el occidental. El 30 de abril Hitler se suicida y en mayo Alemania se rinde. En agosto las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki obligan a Japón a rendirse. La guerra ha dejado tras de sí unos 35 millones de muertos.

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