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Escrito por Pedro Alegría (Universidad del País Vasco) | |||||||
Lunes 03 de Mayo de 2010 | |||||||
Es habitual que se atribuyan a los grandes personajes de la historia ciertas habilidades o aptitudes que puedan sorprender a la mayoría por estar muy alejadas de su propia especialidad pero hagan aumentar su leyenda. Además, siendo tan difícil probar dichas habilidades como justificar su ausencia, es quien recibe la información el que elige creerla o no. Basta difundir la noticia de forma adecuada para que se convierta en un hecho irrefutable. Sirva este preámbulo para justificar el título del juego que presentaremos a continuación, dado por el excelente mago suizo Roberto Giobbi a sugerencia del no menos excelente mago francés Richard Vollmer. Sería muy atractiva la noticia de que Albert Einstein fue un mago aficionado, que inventó el juego que describimos en esta entrega y que lo realizaba siempre que quería explicar de forma desenfadada su teoría de la relatividad. A lo mejor, un día esta noticia se convierte en realidad, y la prueba está en la fotografía inicial, donde él mismo lo escribe en la pizarra. Busca una baraja y sigue las instrucciones que se enumeran a continuación.
Explicación: El fundamento del juego se basa en las propiedades de la mezcla australiana, explicada en el número de mayo 2006, MATEMAGIA 28. Para que el juego funcione, el montón de cartas utilizado debe tener entre 8 y 16 cartas (lo que se consigue fácilmente si dividimos la baraja en cuatro montones más o menos iguales).
De esta forma, la carta elegida está en la posición correcta para que sea la última que quede después de una mezcla australiana. Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla |
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