- Texto:
Se quebraron los bordes del polígono y se hicieron flexibles las aristas. La mañana es redonda y en sus curvas hay labios circulares y sonrisas. ¡Oh, los giros del monte, los recodos de las aguas plurales, cristalinas! ¡Oh, las aves que vuelan y consiguen amenizar silentes geometrías! ¡Contornos de mujer. Pechos que buscan el hueco justo y frágil de la brisa! ¡Caderas de metal, muslos guijarros, oscuros ojos y mejillas nítidas! Todo gira, se mece, se transforma, su vuelve luz en la fragancia tibia de la rosa de abril que se abre y vive, porque vivir es causa curvilínea. Como un coso de fiestas y clamores quedó en la luz la curva concebida: metamorfosis de la línea recta; principio y fin de cuerpos y de aristas.
- Fuente: Libro "Odas numerales", 1972.
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