DivulgaMAT
Inicio - DivulgaMAT Facebook - DivulgaMAT Twitter - DivulgaMAT


Home » Cultura y matemáticas

Cultura y matemáticas

Categorías:

Resultados 581 - 590 de 1022

Cultura y matemáticas/Música y matemáticas
Autor:Paco Gómez Martín (Universidad Politécnica de Madrid)
El mes pasado propusimos al lector un paseo de la belleza en que se asociaban fórmulas matemáticas a música tomada de la tradición clásica. Nos quedó la preocupación de que el lector obtuviese la impresión de que asociamos la belleza a la música clásica de manera exclusiva. Este mes presentamos un paseo similar, pero ahora la música está tomada de la lista de patrimonio intangible de la UNESCO. De nuevo, otros paseos son posibles. Nuestro único deseo es que el lector esté en contacto con la belleza, que tanta comprensión del mundo nos proporciona. PINCHAR EN LA IMAGEN PARA ACCEDER A LA PRESENTACIÓN Nota: El fondo de la presentación es una foto sin derechos intelectuales de la NASA. Se trata de la nebulosa Rossette. La información completa sobre la foto se puede encontrar aquí.
Lunes, 17 de Junio de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Teatro y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
En Vers une oulipisation conséquente de la littérature1, Jacques Roubaud2 escribe: La literatura universal, es importante recordarlo, está colmada de plagiarios por anticipación3 de OuLiPo4. Pero sus obras, a menudo creadas en la ignorancia más o menos dada de los principios oulipianos, presentan serias imperfecciones. Es urgente remediarlo. El autor presenta entonces dos ejemplos de lo que él denomina ‘casos típicos’: sólo nos centraremos en el segundo de ellos, que Roubaud introduce del siguiente modo: Nuestro segundo ejemplo es más doloroso. En un célebre artículo de 1895, What the Tortoise said to Achilles, Lewis Carroll presentaba a los deslumbrados lectores de la revista Mind su conocida paradoja lógica, conocida bajo el nombre de la Paradoja de Carroll. Pero, por una aberración que no conseguimos explicarnos, la aplicaba sobre proposiciones relativas a triángulos isósceles (se trata, quizás de una confusión con la “traba de las palabras isósceles” de Marcel Bénabou5 (¿?) que no tienen nada que hacer en un ejemplo genérico, lo debemos reconocer). El genial autor de Alicia y La caza del Snark, normalmente plagiario minucioso pero por una vez distraído, ¡había perdido la perfección oulipiana! A modo de agradecimiento a nuestro amigo Mr. Goodman, que ha llamado nuestra atención sobre esta “simpleza” del reverendo, hemos compuesto esta pequeña obra, en la que hace el papel de espectador. Y tras este preámbulo, comienza la obra Cómo la Tortuga combatió a Aquiles. Los personajes son: Mr. Goodman, Aquiles, la Tortuga, Ottoline (la sirvienta del salón de té) y la Liebre. En la escena 0, Mr. Goodman explica cómo ha viajado ese día a Cambridge para asistir a un curso de un famoso filósofo, y se ha quedado dormido cerca del río Cam… y comienza a soñar. En el primer acto –estamos dentro del sueño de Mr. Goodman– Aquiles se burla de la Tortuga aludiendo a su obvia supremacía en términos de velocidad… mientras toman una taza de té servidos por Ottoline. En el segundo acto, la Tortuga ya comienza a defenderse, confundiendo a Aquiles con sus lógicos argumentos. Destaco algunos extractos6: TORTUGA: No quisiera desanimarte, pero quiero hacerte ver que las más altas autoridades de la filosofía y de la lógica no te son muy favorables. Aristóteles en su Física, VI, 9, 239, b, 14, si no me engaño, ha escrito “El más lento no será nunca alcanzado en la carrera por el más rápido, upo tou tachistou; pues es necesario que el perseguidor, to diaukon, alcance primero el punto del que ha partido el perseguido to pheukon, de manera que es necesario que el más lento, cada vez, realice algún avance.” Para decirlo todo, el campeón de la velocidad, to tachiston no puede alcanzar al campeón de la lentitud, to bradutaton. AQUILES: Si, pero no tiene nada que ver contigo ni conmigo. Aristóteles sólo razona sobre figuras abstractas. […] TORTUGA: Pero no sólo es Aristóteles. Simplicio, en su Física: “No sólo Héctor no será alcanzado por Aquiles, sino que la Tortuga no lo será.” ¿No te acuerdas del día en el que no pudiste alcanzar a Héctor? Homero estaba allí y nos describió la escena en su Ilíada. Aquiles se coloca su maillot, en el que puede leerse la palabra ALFA. La Tortuga se quita el chándal y sobre su camiseta se lee la palabra TAU. Sus papeles pasan a ser ahora los de dos deportistas dispuestos a realizar la carrera. TAU: Por supuesto, yo salgo la primera. ALFA: ¿Y por qué? TAU: Idiota, ¿cómo esperas alcanzarme si eres tú el que sale el primero? Por mi, está bien, pero en este caso, se puede decir inmediatamente que has perdido la carrera. ALFA: Tienes razón, tienes razón. Tú empiezas. Te doy toda la ventaja que quieras, cincuenta metros, noventa, como quieras. TAU: Noventa y nueve metros estarían bien. MR. GOODMAN: Hurga en su bolsa y saca un objeto que no puedo distinguir demasiado bien. ALFA: ¿Qué es eso? TAU: Es un cuaderno. ALFA: Ya veo que es un cuaderno, pero ¿por qué te hace falta un cuaderno para correr los cien metros? TAU: Escucha. Sé que tienes prisa, tienes un montón de carreras por correr, y como soy la Campeona de la Lentitud, para recorrer noventa y nueve metros me va a hacer falta un buen montón de tiempo. Comienza el tercer acto: TAU: Me das pena, renuncio, te declaro vencedor. ALFA: No creo lo que estoy oyendo. Es cierto. Reconoces que corro más deprisa que tú y que en esta carrera, si tuviera lugar y te diera una ventaja de noventa y nueve metros, te alcanzaría antes de llegar a la línea de meta. TAU: Si, si. Sólo hay una pequeña formalidad, quiero concederte todo lo que dices, pero no quiero pasar por una idiota a los ojos del señor Aristóteles, del señor Simplicio y de todos los que han abundado en sus sentidos. Tienes que demostrarme, tan lógica como necesariamente, en virtud de las hipótesis, que debo ser necesariamente vencida en nuestra carrera, si tuviera lugar. Escribiré el razonamiento en mi cuaderno, lo firmarás, y nos quedaremos tranquilos. ALFA: Si no es más que eso, es muy fácil. TAU: Bueno, pongamos todo esto en forma. Designemos por (A), si te parece, la siguiente proposición: (A) Si Aquiles es el Campeón de la Velocidad y la Tortuga de la Lentitud, Aquiles será el vencedor de la carrera. Designemos por (B), si tampoco te parece mal, la proposición: (B) Aquiles es el Campeón de la Velocidad. Y sea finalmente, si te resulta agradable, (Omega) la proposición: (Omega) Aquiles será el vencedor de la carrera. Todo el mundo admitirá, creo, que (Omega) se deduce lógicamente de (A) y de (B), de modo que cualquiera que acepte la verdad de (A) y de (B) está necesariamente obligado a admitir la veracidad de (Omega). ALFA: No hay la menor duda respecto a este tema. Un alumno de primer año de High School, en cuanto las High School se inventen, es capaz de entender un tal razonamiento. TAU: Supongamos sin embargo que alguien no acepta la validez de las proposiciones (A) y (B); estará de todos modos obligado a reconocer que el razonamiento que acabo de realizar es correcto y que si (A) y (B) (aunque no las admita) fueran ciertas, entonces necesariamente (Omega) también lo sería. ALFA: Es cierto, oh sabia Tortuga, que si un tal individuo existiera, le veo muy bien diciendo: Acepto la proposición “Si (A) y (B) son ciertas, entonces (Omega) es también cierta”, aunque no acepte la veracidad de (A) y (B). Pienso sin embargo que un tal individuo debería abandonar la lógica, y dedicarse al rugby. Y esto no es un anacronismo; todo el mundo sabe, o debería saber, que hemos sido nosotros, los Antiguos Griegos, los que hemos inventado el rugby. Aligeremos, que tengo prisa. MR. GOODMAN: Esto sí que es sorprendente, no sabía que los Antiguos Griegos habían inventado el rugby. TAU: Un poco de paciencia. O déjame que corra los noventa y nueve metros. ¿También podría considerarse otro individuo que dijera: Acepto la validez de (A) y (B) pero no acepto (Omega), dicho de otra manera, niego que (Omega) se deduzca lógicamente y necesariamente de (A) y de (B)”? ALFA: Sin duda, pero a este individuo le aconsejaría aún más  irse a jugar al rugby. TAU: Y cada uno de estos individuos hipotéticos, ¿no se encuentra en la necesidad absoluta de aceptar (Omega) como cierta? ALFA (con sospecha de ironía) En verdad, Tortuga, has hablado con sabiduría. TAU: Very well; te pido que me consideres como un individuo de la segunda clase y que me fuerces a aceptar lógicamente la verdad de (Omega). ALFA (soñadoramente) ¿Puede jugar una tortuga al rugby? Me pregunto qué puesto se le podría dar en el equipo; un tres cuartos ciertamente no,  ¿pilar, quizás? TAU: Esa no es la pregunta. ALFA: En resumen, aceptas (A) y (B) como ciertas pero no… TAU: Acepto la siguiente proposición (C): (C) Si (A) y (B) son ciertas, entonces (Omega) también es cierta. Esa es mi posición actual. ALFA: Debo pedirte que aceptes (C), lógicamente no puede ser de otra manera. TAU: Es cierto; pero antes te invito a que escribas todo esto en tu cuaderno como yo hago en el mío. ¿Qué hay en tu cuaderno? […] ALFA (enrojeciendo ligeramente) Sólo es un cuadernito en el que anoto mis batallas. TAU: Veo que hay aún muchas páginas en blanco. Por favor, anota en tu cuaderno las proposiciones (A), (B), (C) y (Omega). ALFA: ¿Por qué (Omega)? ¿No sería mejor llamarle (D)? Esta proposición viene después de (A), (B) y (C) y si aceptas (A), (B) y (C), debes aceptar necesariamente que se deduce (D). TAU: ¿Y por qué debería hacerlo? ALFA: Porque se deduce lógicamente de (A), (B) y (C); ¿no negarás esto, espero? TAU: No, no; es evidente lógicamente; pero supón que existe alguien que, admitiendo (A), (B) y (C) niega que se deduzca (Omega). Se puede suponer la existencia de un tal individuo, aunque lo consideres particularmente obtuso, ¿no? ALFA: Si, ciertamente. TAU: Bueno, “just for the sake of our argument” como dirían los ingleses, si soy un tal individuo, si quieres que acepte (Omega), deberías forzarme a admitir la veracidad de (D) Si es verdad que si es verdad que Si Aquiles es el Campeón de la Velocidad y la Tortuga la de la Lentitud, Aquiles será el vencedor de la carrera, si es verdad que Aquiles es el Campeón de la Velocidad, si es verdad que si es verdad que Si Aquiles es el Campeón de la velocidad y la Tortuga de la Lentitud, Aquiles será en vencedor de la carrera y si es verdad que Aquiles es el Campeón de la Velocidad, entonces Aquiles será el vencedor de la carrera, , entonces Aquiles será el vencedor de la carrera… ALFA: Si. Mr. Goodman percibe una sombra de tristeza en su voz. En ese momento un pato le tira del pantalón para preguntarle, educadamente, si era cierto que un japonés afirmaba haber casi demostrado el Gran Teorema de Fermat, como uno de sus colegas había leído en el Times, Mr. Goodman se despierta y ve que Aquiles y la Tortuga habían desaparecido. La obra termina con la escena 00, en la que se explica que unos meses más tarde Mr. Goodman vuelve a estar de paso por Cambridge, de nuevo se tumba cerca del Cam y se duerme. Esta vez sueña con Aquiles, la Tortuga y la Liebre. Aquiles y la Liebre están sentados sobre el caparazón de la Tortuga y escriben en unos cuadernos, aparentemente bastante llenos, mientras la Tortuga dice: TORTUGA: ¿Habéis anotado la etapa de vuestro razonamiento, la seis millones setecientos noventa y nueve mil ochocientos diecisiete-ésima, si no me equivoco? Si es verdad que “si es verdad que… si es verdad que… si es verdad que…” Mr. Goodman se despierta de repente, lamentando no saber finalmente quien ha resultado ganador. Ottoline le saca de dudas: OTTOLINE: La Tortuga ha ganado por ‘tirada de toalla’ en la etapa 1014+1. Ha sido en la Court Circular esta mañana. ANEXO: Se reproduce debajo el texto íntegro de Lewis Carroll –el aludido por Jacques Roubaud en su introducción– en el que introduce esta paradoja lógica. Es interesante comparar ambas versiones. Lo que la Tortuga le dijo a Aquiles7 [Lewis Carroll, What the Tortoise Said to Achilles, Mind, 1895]8. Aquiles había alcanzado a la tortuga y se había sentado cómodamente sobre su caparazón. “¿De modo que ha llegado usted al final de nuestra carrera?” dijo la Tortuga. “¿Aún cuando consistía en una serie infinita de distancias? ¿Pensó que algún sabihondo había probado que la cuestión no podía ser realizada?” “Sí puede ser realizada”, dijo Aquiles. “¡Ha sido realizada! Solivitur ambulando. Usted ve, las distancias fueron disminuyendo constantemente y así...” “¿Pero si hubieran ido aumentando,” interrumpió la Tortuga, “entonces qué?” “Entonces yo no debería estar aquí”, replicó modestamente Aquiles; “y a estas alturas usted hubiera dado ya varias vueltas al mundo.” “Me aclama - aplana, quiero decir”, dijo la Tortuga; “pues usted sí que es un peso pesado, ¡sin duda! Ahora bien, ¿le gustaría oír acerca de una carrera en la que la mayoría de la gente cree poder llegar con dos o tres pasos al final y que realmente consiste en un número infinito de distancias, cada una más larga que la distancia anterior?”. “¡Me encantaría, de veras!” dijo el guerrero griego mientras sacaba de su casco (pocos guerreros griegos poseían bolsillos en aquellos días) una enorme libreta de apuntes y un lápiz. “¡Empiece, y hable lentamente, por favor! ¡La taquigrafía aún no ha sido inventada!” “¡El hermoso Primer Teorema de Euclides!”, murmuró como en sueños la Tortuga. “¿Admira usted a Euclides?” “¡Apasionadamente! ¡Al menos, tanto como uno puede admirar un tratado que no será publicado hasta dentro de algunos siglos más!” “Bien, en ese caso tomemos solo una pequeña parte del argumento de ese Primer Teorema: sólo dos pasos y la conclusión extraída de ellos. Tenga la bondad de registrarlos en su libreta. Y, a fin de referirnos a ellos convenientemente, llamémoslos A, B y Z. (A) Dos cosas que son iguales a una tercera son iguales entre sí. (B) Los dos lados de este triángulo son iguales a un tercero. (Z) Los dos lados de este triángulo son iguales entre sí. Los lectores de Euclides admitirán, supongo, que Z se sigue lógicamente de A y B, de modo que quien acepte A y B como verdaderas debe aceptar Z como verdadera, ¿no?” “¡Sin duda! Hasta el más joven de los alumnos de una Escuela Superior –tan pronto como se inventen las Escuelas Superiores, cosa que no sucederá hasta dentro de dos mil años– admitirán eso.” “Y si algún lector no ha aceptado A y B como verdaderas, supongo que aún podría aceptar la secuencia como válida.” “Sin duda que podría existir un lector así. El podría decir 'Acepto como verdadera la Proposición Hipotética de que si A y B son verdaderas, Z debe ser verdadera, pero no acepto A y B como verdaderas'. Un lector así procedería sabiamente abandonando a Euclides y dedicándose al fútbol.” “¿Y no podría haber también algún lector que pudiera decir 'Acepto A y B como verdaderas, pero no acepto la Hipotética'?” “Ciertamente podría haberlo. El, también, mejor se hubiera dedicado al fútbol.” “¿Y ninguno de estos lectores”, continuó la Tortuga, “tiene hasta ahora alguna necesidad lógica de aceptar Z como verdadera?” “Así es”, asintió Aquiles. “Ahora bien, quiero que Ud. me considere a mí como un lector del segundo tipo y que me fuerce, lógicamente, a aceptar Z como verdadera.” “Una Tortuga jugando al fútbol sería...” comenzó Aquiles. “... Una anomalía, por supuesto”, interrumpió airadamente la Tortuga. “¡No se desvíe del tema, Primero Z y después el fútbol!” “¿Debo forzarlo a aceptar Z, o no?” preguntó Aquiles pensativamente. “Y su posición actual es que acepta A y B pero NO acepta la Hipotética...” “Llamémosla C”, dijo la tortuga; “pero no acepta que: (C) Si A y B son verdaderas, Z debe ser verdadera.” “Esa es mi posición actual”, dijo la Tortuga. “Entonces debo pedirle que acepte C.” “Lo hará así”, dijo la Tortuga, “tan pronto como lo haya registrado en su libreta de Apuntes. ¿Qué más tiene anotado?” “¡Sólo unos pocos apuntes” dijo Aquiles agitando nerviosamente las hojas; “unos pocos apuntes de las batallas en las que me he distinguido!” “¡Veo que hay un montón de hojas en blanco!” observó jovialmente la Tortuga. “¡Las necesitaremos todas!” (Aquiles se estremeció) “Ahora escriba mientras dicto (A) Dos cosas que son iguales a una tercera son iguales entre sí. (B) Los dos lados de este triángulo son iguales a un tercero. (C) Si A y B son verdaderas, Z debe ser verdadera. (Z) Los dos lados de este triángulo son iguales entre sí." “Debería llamarla D, no Z", dijo Aquiles. “Viene después de las otras tres. Si acepta A y B y C, debe aceptar Z.” “¿Y por qué debo?” “Porque se desprende lógicamente de ellas. Si A y B y C son verdaderas, Z debe ser verdadera. No puede discutir eso, me imagino.” “Si A y B y C son verdaderas, Z debe ser verdadera”, repitió pensativamente la Tortuga. “¿Esa es otra Hipótesis, o no? Y, si no reconociera su veracidad, ¿podría aceptar A y B y C, y todavía no aceptar Z, o no?” “Podría”, admitió el cándido héroe, “aunque tal obstinación sería ciertamente fenomenal. Sin embargo, el evento es posible. De modo que debo pedirle que admita una Hipótesis más.” “Muy bien, estoy ansioso por admitirla, tan pronto como la haya anotado. La llamaremos 'D'. Si A y B y C son verdaderas, Z debe ser verdadera. ¿Lo ha registrado en su libreta de apuntes?” “¡Lo he hecho!” exclamó gozosamente Aquiles, mientras guardaba el lápiz en su estuche. "¡Y por fin hemos llegado al final de esta carrera ideal! Ahora que ha aceptado A y B y C y D, por supuesto acepta Z.” “¿La acepto?” dijo la Tortuga inocentemente. “Dejémoslo completamente claro. Acepto A y B y C y D. Suponga que todavía me niego a aceptar Z.” “¡Entonces la Lógica le agarraría del cuello y le forzaría a hacerlo!”, replicó triunfalmente Aquiles. “La Lógica le diría, '¡No se puede librar. Ahora que ha aceptado A y B y C y D, debe aceptar Z!' De modo que no tiene alternativa, Ud. ve.” “Cualquier cosa que la Lógica tenga a bien decirme merece ser anotada”, dijo la Tortuga, “de modo que regístrela en su libro, por favor. La llamaremos 'E'. Si A y B y C y D son verdaderas, Z debe ser verdadera. Hasta que haya admitido eso, por supuesto no necesito admitir Z. De modo que es un paso completamente necesario, ¿ve Ud.?” “Ya veo”, dijo Aquiles; y había un toque de tristeza en su tono de voz. Aquí el narrador, que tenía urgentes negocios en el Banco, se vio obligado a dejar a la simpática pareja y no pasó por el lugar nuevamente hasta algunos meses después. Cuando lo hizo, Aquiles estaba aún sentado sobre el caparazón de la muy tolerante Tortuga y seguía escribiendo en su libreta de apuntes que parecía estar casi llena. La Tortuga estaba diciendo, “¿ha anotado el último paso? Si no he perdido la cuenta, ese es el mil uno. Quedan varios millones más todavía. Y le importaría, como un favor personal, considerando el rompecabezas que este coloquio nuestro proveería los Lógicos del siglo XIX. ¿le importaría adoptar un retruécano que mi prima la Tortugacuática Artificial hará entonces y permitirse ser renombrado 'Aquiles el Sutiles'?” “¡Como guste!”, replicó el cansado guerrero con un triste tono de desesperanza en su voz, mientras sepultaba la cara entre sus manos. “Siempre que usted, por su parte, adopte un retruécano que la Tortugacuática Artificial nunca hizo y se permita renombrarse 'Tortuga Tortura”.   Notas: [1] Bibliothèque Oulipienne no. 41, 1990. [2] http://www.oulipo.net/oulipiens/jr [3] François Le Lionnais, Le Second manifeste en [Oulipo, La bibliothèque oulipienne II, Paris, Ramsay, 1987]. [4] OuLiPo –Ouvroir de Littérature Potentielle– se creó en noviembre de 1960 a iniciativa de Raymond Queneau –un hombre de letras con gusto por las matemáticas– y François Le Lionnais –un hombre de ciencias, con gusto por la literatura–, y secundados por un grupo de escritores, matemáticos y pintores. OuLiPo rechaza la inspiración como única fuente de creatividad –se desmitifica el trabajo literario, convirtiéndolo en una tarea artesanal–: la restricción –la traba–  es el motor creativo. http://www.oulipo.net/ [5] http://www.oulipo.net/oulipiens/mb [6] Traducidos por la autora. [7] Extraído Jorge Romero Gil, La lógica de Lewis Carroll: la tortuga y Aquiles, http://suite101.net/article/la-logica-de-lewis-carroll-la-tortuga-y-aquiles-a62648 [8] http://en.wikipedia.org/wiki/What_the_Tortoise_Said_to_Achilles
Viernes, 14 de Junio de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Cine y matemáticas
Autor:Alfonso Jesús Población Sáez
La introducción del año pasado sigue vigente, así que ¿por qué cambiarla? Decía esto: Fieles a la cita, aquí tenéis de nuevo el esperado cuestionario matemático-cinéfilo. Que el verano os sea propicio y no sólo la fuerza, sino también la inteligencia (algo que parece escasear) os acompañe. Esta vez seré más breve en la explicación. Se trata de responder a las preguntas sobre cine y resolver los problemas que se plantean que, o bien aparecen en las películas a adivinar, o bien se “entrometen” en ellas de acuerdo al argumento de la película. Quien más respuestas correctas consiga es el ganador. Como el plazo de recepción de soluciones finaliza el 31 de Agosto, hay tiempo para reflexionar, buscar, indagar,..., divertirse en suma, que es de lo que se trata, pensando un poquito. Para dar posibilidades de entretenimiento a todos, hay preguntas/problemas sencillos, medios y difíciles, pero nadie sabe a que categoría pertenece cada uno. En ediciones pasadas el concurso giraba en torno a una o varias películas relacionadas entre sí, alguna de ellas un clásico de la Historia del Cine (así promocionamos también un poco las abundantes obras maestras de las que la mayor parte de la gente, incomprensiblemente, pasa y no conoce; quizá porque sean a B/N muchas de ellas, o sencillamente por desconocimiento). Este año por contra, la cosa va a girar en torno a un actor (o actriz). No es un actor universalmente conocido (o sea olvidaos de Gary Cooper, James Stewart, etc.), pero si un gran actor (sí, si, temblad, que a lo mejor es uno iraní, japonés o checoslovaco). Nuestro actor tiene en su haber más de un centenar de películas. Es imposible echar un vistazo a muchas, ni siquiera a las más representativas. Es más, algunas de las que hablaremos no serán ni mucho menos sus mejores trabajos, todo sea por hacerlo un poco más difícil (os tiene que durar todo el verano). Como el año pasado, las cuestiones a resolver relacionadas con las matemáticas van en color azul, y el resto, sobre cine u otras cosas, en rojo. Al final, las puntuaciones y otras consideraciones. CONCURSO Aunque en realidad la cosa no empieza aquí, casi todas las referencias apuntan a que nuestro protagonista comienza su carrera en esta película en la que el objeto de la imagen tiene una gran importancia. De hecho, si ocurriera lo que indica la primera cuestión, sería un desastre para los protagonistas de la película: 1.- El reloj de uno de los protagonistas funciona con velocidad constante, pero sus agujas se superponen cada 62 minutos. Entonces, ¿Adelanta? ¿Atrasa? ¿Cuánto? 2.- ¿Qué ángulo forman exactamente las manecillas en la imagen? A principios de año, hablábamos de un par de películas en las que los clientes de entidades financieras los llevaban a la quiebra al reclamar todos sus ahorros (está claro que la dignidad era mayor que en cierto país: no les daban un porcentaje de los mismos, sino que se los reembolsaban íntegros). En la película que nos ocupa, un 20 de algún mes de algún año, los empleados de una sucursal reciben la visita del Director General: Director General: En el último semestre ha concedido usted préstamos sin garantías por valor de 9 millones de pesetas. ¿Y quienes han sido los beneficiarios? Déme la relación, Redondo. Don Felipe: Yo le explicaré, Sr. Director General.... Director General: No tiene que explicarme nada. Ha repartido ese dinero, que no es suyo, entre ... un vendedor de pianolas, un fabricante de bragueros, un empleado del Ayuntamiento que quiere poner un quiosco de horchata, ... Don Felipe: Pero todos buena gente. Gente honrada. Devolverán el dinero. Director General: ¿Y si no lo devuelven? ¿Lo repondrá usted? Don Felipe: Hombre, yo.... Director General: ¿Y que condiciones? ¡Un préstamo a devolver en 10 años, y sin intereses! ¿Y de que manera? Al fin del primer año, devolver la mitad; al terminar el segundo la tercera parte de lo que se debe; al final del tercero, devolver la cuarta parte de lo que se debe, y así sucesivamente,... Y el último año, el décimo, supongo que acabará el saldo,... Don Felipe: ... una bagatela de menos de 300 pesetas, Sr. Director,.... Director General: Y todas las operaciones en cantidades enteras de pesetas. ¿Y esto? Don Felipe: Es que los empleados se quejan que con tanto céntimo..... Director General: Creo que lo mejor será mandarle una temporada de vacaciones. Un año por ejemplo. O mejor, dos. Claro que con el 50% de su sueldo. Hay que cuidar esa salud... Don Felipe: Si me encuentro muy bien. Este invierno ni me he constipado. Claro que contaba con el sueldo entero. Director General: La salud es lo primero. Y durante su ausencia le relevará en el puesto de Director de esta sucursal el Sr. Delgado. 3.- ¿Qué cantidad prestó el bueno de Don Felipe? ¿Cómo se devuelve el préstamo mes a mes? 4.- Dijimos que era día 20. ¿De qué mes? ¿De qué año? Uno de los protagonistas siempre anda buscando dinero en las cuentas porque siempre le falta. De hecho ha pasado la noche encerrado en su puesto de trabajo buscando 3 céntimos. Esto le sucederá en más ocasiones a lo largo de la película. En otro momento son 54 pesetas las que busca - Por más que lo busco no encuentro error alguno. - ¿Te faltan 54 pesetas? Seguro que has invertido dos cifras de alguna cantidad sin darte cuenta. Curiosamente, tras esta indicación, el contable encuentra rápidamente el error. 5.- ¿Cómo pudo adivinar su compañero la causa exacta del error sin echar un solo vistazo a las cuentas? Lo cierto es que la película, todo un clásico, está repleta de cifras y operaciones contables. Aunque en su momento a la crítica no le gustó demasiado, cada frase de cada diálogo es una auténtica gozada, llena de dobles sentidos, y desgraciadamente, de rabiosa actualidad. Algunas cuestioncillas sobre la misma que nos permitirán probablemente fijarnos en más detalles: 6.- ¿Cuántas veces aparece el objeto anteriormente descrito (indicar brevemente las escenas)? 7.- Hay otro objeto en los domicilios de los protagonistas que se repite. ¿Cuál? 8.- ¿En qué momento aparece por primera vez el personaje que buscamos y que hace? 9.- ¿Que película aparece anunciada encima de la fachada principal del banco? 10.- ¿Quién o que es “Eustaquia Hugarea”? 11.- El actor que buscamos no iba en un principio a participar en esta película. ¿A quién sustituía? 12.- ¿Por qué el actor originalmente pensado no participó? 13.- ¿Cuánto cobró nuestro protagonista por este trabajo? ¿Donde lo vio el guionista? Un buen número de películas de este actor tiene lugar en verano, como el presente concurso.  En una de ellas se dice, más o menos: “El verano ha llegado y nadie sabe que ha pasado. Es la época en que todo cambia. Cuando aparece ese monumento nacional que es el botijo, cuando el fútbol nos deja casi dos meses de tranquilidad. Y es en esta época cuando aparece un elemento importante en la vida de las naciones: el veraneante”  (((imagen de los títulos de crédito). 14.- Hablando de botijos (no, no voy a preguntar que porqué este recipiente conserva fresquita el agua; en internet se encuentra muy fácilmente la razón e incluso un razonamiento con ecuaciones diferenciales que lo demuestra. Lo menciono porque si no lo conocéis es curioso echarle un vistazo), ¿cómo describiríais esta superficie en términos de una función de dos variables? 15.- Como pista para adivinar la película, diremos que es una de esas en la que se relata en paralelo la peripecias de tres personas distintas y que, en un momento dado, coinciden las tres (vamos que A. G. Iñarritu no ha inventado nada nuevo). ¿De qué película hablamos? Citar alguna otra película del mismo actor de esquema similar (historias diferentes que convergen en algún momento). Por cierto, el nombre del actor en la ficción responde a un concepto matemático. 16.- ¿Qué se hace “con una servilleta de bar y dos confetis”? En otra película veraniega del actor interpreta a un camarero de un hotel de una conocida localidad costera, y un día una clienta noruega entradita en años le reta: 17.- ¿Eres capaz de colocar en el mostrador 17 cócteles en 4 filas, de modo que en cada fila haya 5? 18.- ¿En qué película, cuyos títulos de crédito corrieron a cargo del conocido dibujante de la anterior, como vemos en la imagen, sucedió esto? ¿O no sucedió? Con los años, nuestro actor se convirtió en todo un play-boy muy apreciado por las sexy mujeres extranjeras que aparecían en esta serie de películas. Esto me recuerda otra serie, en este caso de números 5 – 11 – 17 – 23 – 29 19.- ¿Cómo se llaman estos números y a que deben su nombre? 20.- Demostrar que no puede haber otra serie igual. 21.- ¿A qué película se refiere este párrafo? Claro que tanta efusividad hormonal a veces puede traer otro tipo de problemas. Esto sucede en varias películas. Por ejemplo en una en la que a la amiga de la protagonista (en la foto) le han regalado el jarrón que se ve en la imagen. “Me lo regaló un novio que tuve que era catedrático, porque hija, yo no sé que tengo para los catedráticos...” 22.- Si tal jarrón tiene una altura de 40 cm., calcular su volumen modelizando su forma del modo que se considere oportuno (pero que se parezca lo más posible al de la foto, que por cierto es bastante horrible). Los amigos del protagonista utilizan un argumento un tanto peregrino para demostrarle científicamente que él no puede ser el padre de la criatura que espera su novia: “La estadística revela que hacen falta no menos de 254 uniones amorosas por término medio para que nazca un niño” 23.- ¿Que biólogo francés sostiene esta afirmación según los protagonistas? ¿En que libro lo están leyendo? Estos amigos suelen comer la cabeza al protagonista para que no cargue con el asunto. Incluso jugando al billar, lo que hace a nuestro personaje fallar carambolas tan fáciles como la de la imagen, y eso que el actor en su vida real no era mal billarista. Imaginemos una bola M colocada en la parte superior derecha de la mesa de billar. Otra bola N colocada en la parte inferior de manera que el segmento MN es paralelo al lado mayor del billar. Si se impulsa M hacia arriba en dirección paralela a una de las diagonales principales del billar, y a la vez se impulsa N con la misma fuerza que M pero hacia abajo paralelamente a la otra diagonal principal, 24.- ¿Se encontrarán las bolas? Si es así, ¿dónde? (se precisa una demostración). 25.- ¿Quién es el sacerdote de la foto que llevamos largo rato mencionando? ¿Tiene alguna otra relevancia en la película? ¿De que película hablamos? ¿Interpretó nuestro personaje misterioso alguna vez a un sacerdote? ¿Cuántas? Llegado el momento del feliz desenlace en otra película, la ilusionada pareja tiene que bajar los peldaños de la escalera de su casa que como puede verse son 10. El protagonista tiene que mostrar nerviosismo y debe bajarlos tropezándose, bajando uno o dos peldaños en cada paso. Al director no le satisfacía demasiado cómo lo hacía, y le mandó repetir varias veces la bajada. 26.- ¿De cuantas formas diferentes podía hacerlo? 27.- En esta ocasión, ¿cuál es la película? Vamos acabando con el periodo más cómico de nuestro protagonista. Probablemente a tod@s os resulte familiar el objeto de la imagen. 28.- ¿Seríais capaces de encontrar la expresión matemática de una curva que simule tal objeto? (los extremos más gruesos los obviamos). La más sencilla y más fiel a la realidad será la ganadora. A todo esto nuestro protagonista utiliza el citado objeto para un uso “poco corriente” (al menos en esta época; bueno en realidad en la película a la que nos referimos se comete un flagrante anacronismo (no es el único) 29.- ¿A que nos referimos? ¿Cuál es el título de la película? En otra de sus intervenciones que supuso un cierto cambio en su registro personal, nuestro personaje se encuentra viajando sobre “Poderosilla” a una velocidad constante. De los muchos encuentros que tiene a lo largo de su largo recorrido, en un momento dado aparecen unos postes, 15 en total. Están situados a idéntica distancia unos de otros, y como no tiene otra cosa que hacer que hablar consigo mismo sobre lo listo que es y lo tontos que son el resto de mortales, anda mirando el reloj cada poco porque el calor aprieta y cada vez está más aburrido. Se percata entonces que desde que empezaron los postes hasta el décimo han pasado 10 minutos. 30.- ¿Cuánto tardará en llegar al decimoquinto poste? 31.- ¿Qué oficio desempeña en esta película? ¿Alguna otra vez lo ha repetido? ¿De qué película se trata? Aunque es muy entretenido esto de repasar la filmografía de un actor de este modo, debemos ir terminando. La última. Una película en la que nos sorprendió (y lo haría más veces en otros papeles totalmente diferentes). Se encuentra cenando tranquilamente en un bar de carretera. Todo está tranquilo. Un par de clientes juegan a las máquinas de la época. ¿Os acordáis de aquellos bolerines como el de la foto? Bien, en este caso el juego es un poco diferente. Se introduce una moneda que permite jugar al siguiente juego: una bola parte de la posición marcada por A en el esquema adjunto. A cada impulso que recibe del jugador, la bola se mueve hasta una de las posiciones inmediatas con la misma probabilidad para cada una de ellas. La partida termina al ocurrir el primero de los dos hechos siguientes: a) La bola vuelve a A y entonces el jugador pierde el dinero que ha invertido. b) La bola llega a F y entonces el jugador gana el doble de la cantidad que ha introducido. Se quiere saber: 32.- ¿Qué probabilidad tiene de ganar? 33.- ¿Cuál es la duración media de las partidas? La tranquilidad se quiebra al irrumpir un par de “chorizos” a los que nuestro personaje hará huir (perdón por la expresión, pero no se me ocurre otra) con el rabo entre las piernas. 34.- ¿De qué película se trata? Y para acabar tres imágenes con objetos matemáticos que encierran los títulos de otras tantas películas de nuestro actor misterioso de este año (jeroglíficos cinefilo-matemáticos los llamamos el año pasado). Por cierto sólo una de ellas coincide con alguna de las propuestas con anterioridad. 35.- Jeroglífico 1 36.- Jeroglífico 2 37.- Jeroglífico 3 Seguramente ya estemos en condiciones de responder a la pregunta clave: 38.- ¿A que actor hemos pretendido homenajear? 39.- ¿Qué número ha marcado intensamente su vida? ¿Por qué? Citar esa misma cantidad de películas en las que pronuncie ese número, indicando sucintamente la escena (por ejemplo, si  el número fuera el 7, indicar 7 películas en las que salga diciendo el número 7). 40.- Una cuestión de máximos: ¿Con que actriz coincidió más veces a lo largo de su carrera? 41.- Según él, ¿cuál fue la actriz más guapa con la que trabajó? (Pista: era norteamericana (ha fallecido hace poco), y fue muy popular anunciando una conocida marca de brandy).   Valoración de las respuestas Las puntuaciones de las cuestiones son: ● Veinte puntos para las cuestiones 3, 5, 22, 28 y 32.  ● Diez puntos para el resto de cuestiones en azul. ● Cinco puntos para las numeradas de color rojo. Ha quedado un número bonito: 345 puntos posibles (espero haber sumado bien). Es evidente que puede haber mucha variación en las puntuaciones, así que aunque sólo seas capaz de responder a una pregunta de cinco puntos, envíame la solución porque puede que te toque alguno de los extraordinarios premios que un año más tenemos preparados. Las respuestas deben mandarse a la dirección de correo electrónico alfonso@mat.uva.es, indicando en el asunto Verano 2013. Si de paso dais vuestra opinión sobre el concurso, hacéis sugerencias, comentarios, etc., acerca de la sección, a lo mejor hasta os regalamos puntos extra. Lo importante es divertirse, disfrutar de películas veraniegas entretenidas, y darle un poquillo al coco para mantener las neuronas activas. El plazo máximo de recepción de respuestas será el día 31 de Agosto de 2013. ¡¡¡¡Buen Verano Cinematemático!!!!
Viernes, 14 de Junio de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/El rincón matemágico
Autor:Pedro Alegría (Universidad del País Vasco)
No abandonamos el tema iniciado hace un par de meses de los juegos relacionados con la detección de mentiras o la corrección de errores. Hay una gran cantidad de problemas de lógica que consisten en averiguar, mediante preguntas adecuadas, quién dice la verdad o quién miente. Uno de los más sencillos, pero muy ingenioso, es el siguiente: En una isla en medio del océano habitan solamente dos clases de personas: los llamados "caballeros" dicen siempre la verdad, y otros llamados "escuderos" mienten siempre. Tres de los habitantes (A, B y C) se encontraban en un jardín. Un extranjero pasó por allí y le preguntó a A: -¿Eres caballero o escudero?- A respondió, pero tan confusamente que el extranjero no pudo enterarse de lo que decía. Entonces el extranjero preguntó a B: -¿Qué ha dicho A?- Y B le respondió: -A ha dicho que es escudero.- Pero en ese instante el tercer hombre, C, dijo: -¡No creas a B, que está mintiendo! a) ¿Qué son B y C? b) ¿Se puede saber qué es A? Uno de los mayores especialistas en este tipo de problemas es Raymond Smullyan (acaba de cumplir 94 años), matemático, lógico, filósofo, mago, pianista y humorista, pero no en este orden. Entre la cantidad de detalles sorprendentes de su biografía, cabe destacar que fue profesor de Universidad antes de tener un título universitario. Ha escrito varios libros sobre lógica: ¿Cómo se llama este libro?, El enigma de Scherezade, etc. Se dice también que el acertijo lógico más difícil del mundo está inspirado en un problema de Raymond Smullyan (puedes consultarlo en Wikipedia). Estos problemas son también fuente de aparentes paradojas lógicas. Yo no tengo la explicación de la siguiente: La proposición "Esta frase tiene cinco palabras" es cierta. Por tanto, la proposición contraria "Esta frase no tiene cinco palabras" debe ser falsa pero resulta que también es cierta. ¿Cómo pueden ser ciertas simultáneamente una proposición y su contraria? Este tipo de situaciones se suelen utilizar también por los magos, cuando pretender demostrar sus habilidades mentales. El juego que describimos a continuación es original del reputado mentalista americano Steven Shaw, de nombre artístico Banachek. RING OR TRUTH Dos colaboradores escogen, de forma secreta para el mago, ser SINCEROS o MENTIROSOS. El mago adivinará quién dice la verdad y quién miente después de hacer sólo dos preguntas. Es importante que los espectadores sean siempre fieles a su papel (si son sinceros siempre contestan la verdad y si son mentirosos, siempre mienten). En primer lugar, cada espectador elige su papel y se lo comunica al otro. ¿Qué deberá hacer el mago para adivinar el papel desempeñado por cada espectador? Simplemente, el mago hace a uno de ellos, y después al otro, la misma pregunta: - ¿Habéis elegido ambos el mismo personaje? Si un espectador contesta que SÍ, ya se sabe que el otro espectador es sincero. Si contesta que NO, el otro espectador es mentiroso. Al hacer la misma pregunta a ambos espectadores, se sabrá el comportamiento del otro espectador. Para comprender mejor lo explicado, podemos construir la tabla completa de posibles respuestas y opciones: Primera respuesta Segunda respuesta Sincero/sincero SÍ SÍ Sincero/mentiroso NO SÍ Mentiroso/sincero SÍ NO Mentiroso/mentiroso NO NO Así, por ejemplo, si el primer espectador contesta que SÍ y el segundo espectador contesta que NO, sabemos que el segundo espectador es sincero y el primer espectador es mentiroso. Otro tipo de juegos, aunque tienen fundamento numérico, está tan bien disimulado que pueden presentarse como si dependieran de que el espectador sea sincero o mentiroso. Un ejemplo es el que describimos el mes anterior. Otro, muy sencillo de ejecutar pero de gran impacto, es el siguiente. Busca una baraja y sigue las instrucciones que te indico. Mecla bien la baraja y haz tres montones sobre la mesa, aproximadamente iguales. Elige uno de los montones (los otros dos ya no sirven) y mira la carta inferior, la que muestra su cara. Voy a tratar de adivinar tu carta. Déjame pensar: - ¡Es el cuatro de picas! ¿Verdad o mentira? Si he acertado, es el mejor juego de mi vida. Si no, recoge el montón de cartas y reparte, una a una, las cartas mientras deletreas la carta que yo pensaba, dejando sobre la mesa una carta por cada letra, formando un nuevo montón. Es decir, a medida que deletreas C-U-A-T-R-O-D-E-P-I-C-A-S, vas sacando una carta del montón de la mano y dejándola en un montón sobre la mesa. Cuando hayas terminado, el resto de cartas de la mano lo dejas sobre el montón de la mesa. Voy a intentarlo por segunda vez pero necesito una pista. Recoge el montón de la mesa y repite la misma operación, pero esta vez vas a deletrear la carta que habías elegido, dejando sobre la mesa una carta por cada letra y colocando al final el resto de cartas sobre el montón de la mesa. Como es el juego de las mentiras, si quieres puedes mentir, es decir puedes deletrear una carta distinta a la elegida. Ahora lo tengo claro. Sé cuál es tu carta: - ¡Es el cinco de rombos! ¿Verdad o mentira? Sería el segundo mejor juego de mi vida, pero creo que tampoco he acertado. Repite la operación anterior, es decir recoge el montón de la mesa y deletrea mi segunda opción, C-I-N-C-O-D-E-R-O-M-B-O-S, dejando sobre la mesa una carta por cada letra y colocando al final el resto de cartas sobre el montón de la mesa. Si ninguna de mis cartas de la suerte es la elegida, no importa: mira la carta superior del montón. ¡Ahora sí es tu carta! ¿Sorprendente? La explicación lo es más así que limítate a disfrutar del juego cuando lo realices en tu círculo de amistades o familiares. Pedro Alegría (Universidad del País Vasco)
Sábado, 01 de Junio de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Teatro y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Adaptación de una obra de Anne Rougée,  producida por el Máster en Artes y Ciencias del Espectáculo de la UPV/EHU En enero de 2012 hice en este mismo portal la reseña de la obra de teatro Les femmes de gene sont rares? de Anne Rougée. En aquel momento me guíe únicamente por la amplia información que La Comédie des Ondes tenía disponible en su página web. En febrero de 2012, Jasone Astola, la directora para la Igualdad de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) contactó con mi compañera María Jesús Irabien y conmigo para ofrecernos la organización de la Jornada del 8 de marzo en 2013: desde 2010, la UPV/EHU celebra el Día Internacional de las Mujeres con una jornada que va cambiando de Campus, de Facultad y de tema. En 2013, las mujeres de ciencia iban a ser las protagonistas en una jornada que titulamos Mujeres con ciencia. Conocíamos la obra de Anne Rougée –formada como matemática, habiendo trabajado en el ámbito de la imagen médica, profesión que abandonó para dedicarse a la divulgación de la ciencia a través de las artes escénicas–, y nos pareció una buena idea la de organizar una actividad “diferente” de la “clásica” con conferencias o mesa redonda. Pensamos que la representación de una obra de teatro en nuestra Facultad podía ser una manera dinámica y sorprendente de hablar sobre el tema de igualdad en la ciencia. Contactamos con Anne Rougée explicándole el proyecto –un proyecto sin ánimo de lucro y que iba a ser producido y representado en el ámbito universitario–; inmediatamente accedió a cedernos su texto para traducir y adaptar. Mientras tanto habíamos conversado también con Eneko Lorente –director del Máster en Artes y Ciencias del Espectáculo de la UPV/EHU–: el proyecto le pareció interesante...y allí empezó esta aventura. Desde julio de 2012, empezamos a trabajar en el proyecto; me encargué de la traducción del texto y en septiembre, David Barbero –autor teatral, periodista, novelista y profesor del Máster– realizó una primera adaptación de la obra para presentar al alumnado y profesorado del Máster en Artes y Ciencias del Espectáculo de la UPV/EHU. El título fue uno de los grandes temas de discusión. Las connotaciones en francés del título Les femmes de génie sont rares ? son diferentes a las de su traducción a castellano ¿Son raras las mujeres de talento?, pero pensamos en respetar el título original, y provocar a través de él curiosidad –o incluso sorpresa o enojo– por la historia escondida detrás. El alumnado comenzó a trabajar en la obra desde octubre de 2012: supervisados por su profesorado, repartieron las tareas necesarias para poner en marcha la obra –producción, dirección, escenografía, atrezzo, música, iluminación, etc. –. Cartel para la obra realizado por la junior empresa ARTEVERSE, http://www.arteverse.com/ Los ensayos en el Paraninfo de la Facultad de Ciencia y Tecnología comenzaron en enero de 2013; supervisados por sus profesores Carlos Panera y Gonzalo Centeno, la obra iba tomando forma con cambios para dinamizar la acción, aligerar el texto, presentar mejor a los personajes, etc. Durante todo este tiempo, muchas han sido las conversaciones mantenidas entre las personas participantes en el proyecto: para matizar algunos personajes, discutir sobre el mensaje que Anne Rougée quería transmitir con esa obra, hacer comprender los problemas que pueden tener las mujeres dedicadas a la investigación, etc. Este proceso en sí mismo ha sido enormemente enriquecedor. ¿Y de qué habla la obra? Empiezo aclarando el título original: con 22 años –sin conocer aún a Marie– Pierre Curie escribe en su diario: Women, much more than men, love life for life’s sake.  Women of genius are rare.  And when, pushed by some mystic love, we wish to enter into a life opposed to nature, when we give all our thoughts to some work which removes us from those immediately about us, it is with women that we have to struggle, and the struggle is nearly always an unequal one.  For in the name of life and of nature they seek to lead us back. Autobiographical notes from Curie, M.S. (1923) Pierre Curie. New York: Macmillan Co. Anne Rougée toma prestada esta frase de Pierre Curie –cambiando la afirmación por una interrogación– para su obra, en la que a través de las figuras de tres científicas –confrontadas a sus correspondientes personajes masculinos– se habla sobre el papel de las mujeres en ciencia; y son: la química Marie Curie (1867-1934) y su marido y colaborador Pierre Curie, la matemática Ada Lovelace (1815-1852) y su mentor Charles Babbage, y la física y matemática Émilie du Châtelet (1706-1749) y su compañero y amante Voltaire. A través de estas mujeres se habla de la pasión por el conocimiento, del sacrificio, de la invisibilidad, de los prejuicios sociales, de la rivalidad intelectual, del placer del descubrimiento… de ciencia en general y de la ciencia en particular de tres de sus más admirables protagonistas. El 8 de marzo de 2013, un Paraninfo a rebosar –alumnado y personal de la UPV/EHU pero también espectadoras y espectadores no universitarios– aplaudió el estreno que brilló gracias al buen trabajo de todas y todos los que colaboraron de una u otra manera. Por cierto, gracias a todas ellas una vez más… Además, tuvimos la suerte de contar con la asistencia de Anne Rougée que se emocionó al ver la adaptación de su obra… ¡y que obtuvo algunas ideas para adaptar en la versión francesa! Primera escena: Eneritz y Amaia, la autora y la directora. Fotografía de Candice Michel Ellas y ellos –autora, director del Máster, alumnado y actrices– van a explicar esta experiencia desde su propia perspectiva… y lo harán en el siguiente orden: De la idea a la escena o lo que el teatro no muestra (Eneko Lorente) El proceso de producción (William Medina) La dirección y adaptación (Miguel Fernández) El porqué de la música (Ana Barrio) La escenografía (Miren Agirre) Las impresiones de las actrices La opinión de la autora (Anne Rougée) Primera escena: Miguel, el director de la obra. Fotografía de Candice Michel 1.- DE LA IDEA A LA ESCENA O LO QUE EL TEATRO NO MUESTRA El 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de las Mujeres, un grupo de alumnos del Máster Universitario en Artes y Ciencias del Espectáculo, en colaboración con la Facultad de Ciencia y Tecnología y la Dirección para la Igualdad de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, estrena la obra de teatro ¿Son raras las mujeres de talento?, una adaptación del texto de la dramaturga y directora  francesa Anne Rougée. En la tradición del teatro universitario, ¿Son raras las mujeres de talento? pone en escena una reflexión acerca de la dificultad de las mujeres de ciencia para lograr visibilidad y reconocimiento en el campo científico. Se trata de una reflexión compartida con el público universitario acerca de tres mujeres de ciencia, tres casos de rivalidad, de exclusión y de usurpación del reconocimiento por la investigación y los logros alcanzados. El argumento, construido sobre un fondo histórico documentado, recorre las tensiones y conflictos vividos por tres mujeres de talento, tenaces y apasionadas por el trabajo científico que disputan con sus compañeros el lugar que les corresponde en la historia del conocimiento. Marie Curie, una biografía forjada contra la adversidad. Inmigrante. En su país natal el acceso de la mujer a la formación superior y al campo científico era todavía impracticable, en el umbral del siglo XX. Pese a su innegable contribución al descubrimiento de la radiactividad y tras el logro de dos premios Nobel, el reconocimiento de su trabajo de investigación continuó siendo objeto de sospecha, de crítica y maledicencia. Un paso atrás en la historia. Durante las primeras décadas del siglo XIX la oscuridad todavía pugna con las luces de la razón. Ada Byron, matemática, hija de Lord Byron y de una madre obsesionada con apartarla del influjo de su progenitor, encarna el encuentro problemático de la razón y la pasión, del cálculo matemático y el genio creador. Ada, diseñadora del primer lenguaje de programación con el que trata de insuflar vida a la Máquina Analítica, un ingenio ideado por el científico de la computación Charles Babbage, sostiene una viva polémica con éste por la autoría y el reconocimiento del talento puesto al servicio de la realización de las ideas de su promotor. Otro paso atrás, hacia las tinieblas de la historia moderna. En pleno siglo de las luces, la Ilustración combatía la ignorancia, la superstición y la tiranía, con el propósito de construir un nuevo mundo asentado en el conocimiento, en el progreso y la igualdad. Pero, pese a que en ese combate muchas mujeres tuvieron un papel relevante, las sociedades ilustradas negaban su presencia y participación. Émilie de Breteuil, marquesa de Châtelet, aristócrata y científica, dedicó buena parte de su vida a la traducción y divulgación de las teorías de Newton, pero le fue prohibido el acceso a los círculos científicos dominados por los hombres. Para combatir la marginación, Châtelet no duda en jugar a la simulación, a la confusión carnavalesca, al intercambio de máscaras y de apariencias. Teatro dentro del teatro, un juego de espejos realizado a través de los juegos del lenguaje, del poder de la palabra y de la poesía, para hacer y dar a conocer la ciencia. ¿Son raras las mujeres de talento? enuncia una pregunta, abre un interrogante que no pretende la mera representación de unas figuras históricas, ni siquiera su ejemplaridad, sino más precisamente generar nuevas preguntas sobre la visibilidad, sobre las relaciones de poder y el reconocimiento del trabajo de mujeres y hombres en la universidad. Tres mujeres nos hablan desde una historia de fondo cuyas luces y sombras se proyectan sobre la sociedad y la universidad actual, como un claroscuro al que un grupo de jóvenes universitarias tratan de dar forma teatral, aquí y ahora, sin apenas espectáculo, en permanente diálogo con la mirada del espectador. El proceso creativo de la pieza teatral ¿Son raras las mujeres de talento? ha seguido una metodología de aprendizaje basado en proyectos (PBL), según la cual son los propios alumnos los que, en colaboración con el profesorado, profesionales y artistas de las artes escénicas, analizan las características del proyecto, investigan los fondos históricos y documentales y concretan los objetivos del mismo, al tiempo que elaboran una reflexión acerca de la teatralidad y las prácticas escénicas contemporáneas. El proyecto escénico se transforma así en un objeto de investigación interdisciplinar en el que las teorías, los conceptos y los métodos de análisis de la dramaturgia y la teatralidad se desarrollan a través de la propia práctica artística y del ejercicio crítico de las formas de teatralidad institucionalizadas. El teatro reúne una serie de prácticas artísticas que tienen por objeto la materialización y puesta en escena de una determinada forma, social, económica y culturalmente sancionadas de pensar el espectáculo y de construir la escena y el espectador. Este espectador, que no corresponde a sujeto empírico alguno, es una figura, la expectativa de un modelo de interlocutor con el que los diferentes componentes del proyecto escénico dialogan. En ocasiones, el diálogo se orienta hacia la construcción colectiva de un proyecto de sentido que el espectador es llamado a reconocer a través del ejercicio de lectura. En otras ocasiones, el proyecto escénico busca la producción de una conmoción, una movilización de la emoción y de las pasiones del espectador. En este caso, la lectura deja paso a una captura de sentido, una movilización de la experiencia del espectador que dispone para múltiples lecturas potenciales. El encuentro históricamente variable entre una determinada forma de concebir y de pensar la escena y una determinada forma de elaborar y disponer sus recursos expresivos –el espacio escénico, la luz, el sonido, el movimiento o la acción- ha dado lugar a diversas prácticas teatrales. Así, en tanto que el drama clásico busca la proyección del espectador y la catarsis, en sentido aristotélico "la purificación del alma" a través de la mímesis, la lógica causal y la convención, el teatro moderno sometió a crítica este dispositivo, buscando otras formas de movilización del espectador. Pero el teatro moderno arrastraba la paradójica idea de que, si bien el teatro, el lugar privilegiado de la mirada, requería un espectador, ser espectador era considerado como una actitud pasiva y alienante que los dramaturgos debían tratar de transformar, bien conduciéndole a una toma de conciencia crítica acerca de su situación social, bien incorporándolo a la escena y haciéndole participar de la “energía vital” de la comunidad. De esta forma, la dramaturgia, como la pedagogía y otras estrategias persuasivas afirman en primer lugar la incompetencia del espectador para indagar, por sus propios medios, el objeto de emoción y conocimiento, al tiempo que se asignan reflexivamente la tarea de guiar dicha indagación, regulando la distancia radical que media entre conocimiento e ignorancia, entre la escena y el espectador. El giro contemporáneo ha puesto el foco de atención en esta relación truncada entre la escena y el espectador con el fin de cuestionar y problematizar todos los elementos del espectáculo, desde las poéticas que animan la escritura dramática, hasta el sometimiento de los procesos de escenificación al texto escrito que los prefigura, como garante y depositario de su significado apropiado, recto. Las prácticas escénicas contemporáneas centran el interés en el modo en que culturalmente se ha construido la mirada del espectador, sus límites y zonas de penumbra e invisibilidad, así como la forma en que la escena construye y dialoga con el espectador, reconociendo su experiencia y competencia, transformando ambas en una forma de comunidad. En la perspectiva de los estudios visuales, la escena contemporánea confronta la distribución ética y política de lo sensible, la atribución y reconocimiento de la competencia del espectador para participar, con los propios medios, en determinados espacios y momentos de la vida social, cultural y comunitaria. El aprendizaje basado en proyectos parte de estos mismos principios para afirmar que los participantes en el mismo son sujetos competentes, capacitados para indagar, consensuar, criticar y evaluar cursos de acción orientados hacia la creación, puesta en escena e interpretación de proyectos escénicos, que son a su vez proyectos de investigación artística o performativa, en los que la investigación y su objeto implican a un mismo sujeto. El proceso de investigación y creación de la obra ¿Son raras las mujeres de talento? se ha guiado por estos mismos criterios, tomando la invisibilidad de las mujeres de talento en diferentes contextos históricos como objeto de indagación, como una interrogación de la forma social y culturalmente construida de relegar la presencia y el reconocimiento de la mujer en el campo científico. Una forma, la del contenido, que requiere una forma de expresión escénica que convoque los materiales y lenguajes escénicos para hablar y dar a ver ese territorio inefable de la invisibilidad, atravesado por discursos, prácticas y valores a través de los cuales se construye la realidad social. En el caso de ¿Son raras las mujeres de talento?, esta forma expresiva ha adquirido el aspecto de un juego de espejos, de un diálogo entre la preparación de la puesta en escena y la escenificación, entre la investigación y la escritura dramática y en definitiva, entre la vida y la representación, sin solución de continuidad. Los alumnos del Máster Universitario en Artes y Ciencias del Espectáculo han acometido este proyecto desde la experiencia teatral y el conocimiento de sus propias disciplinas, no siempre directamente vinculadas a las artes escénicas, lo que ha revertido en un abordaje interdisciplinar y cooperativo del objeto de la investigación artística: la confrontación de la mirada del espectador con una escena en la que, todavía, "no hay nada que ver", a menos que acceda a participar en una escena expandida que ha desbordado los límites de la representación. ¿Son raras las mujeres de talento? apela a esa mirada implicada, reflexiva, incómoda con la aquiescencia que reclama la convención del espectáculo escénico. Eneko Lorente, Director del Máster en Artes y Ciencias del Espectáculo de la UPV/EHU Primera escena: Casimir (Eneritz) y Marie (Aylena). Fotografía de Anne Rougée 2.- EL PROCESO DE PRODUCCIÓN Llevar a cabo la producción de la obra “Son raras las mujeres de talento” ha sido un trabajo enriquecedor desde todo punto de vista, más allá de las dificultades a las que habitualmente nos enfrentamos cuando emprendemos cualquier tipo proyecto. El proyecto contó con el respaldo de la Dirección para la Igualdad y estuvo enmarcado en un contexto académico que permitió involucrar y compartir conocimientos entre tres facultades de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), como lo fueron la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, la Facultad de Bellas Artes y la Facultad de Ciencia y Tecnología. La experiencia, desde el punto de vista de la producción, resultó ser una oportunidad para contar con un apoyo interdisciplinar, no sólo desde el punto de vista intelectual, sino también para el acceso a los recursos necesarios para llevar a cabo la preparación de los ensayos y el estreno, el pasado 8 de marzo. Teniendo en consideración las limitaciones económicas que soportaba el proyecto, esta diversidad de participación interna y la colaboración externa con la que también contamos, significó un reto a nivel de producción, que afortunadamente logramos gestionar. Adicional y no menos importante, el aprendizaje mayor dentro del marco de la producción ha sido sin duda la gestión de las personas involucradas. Actrices, profesores, alumnos y colaboradores, con los cuales había que gestionar fechas de asistencia a los ensayos, permisos, entrevistas, reuniones de trabajo por áreas, etc. Todo ello suponía un monitoreo constante para que el proyecto avanzara de la mejor manera posible de cara al día del estreno. Agradecemos las oportunidades que la experiencia nos ha proporcionado para identificar y poner en práctica procesos de mejora que deseamos implementar en futuros proyectos. William Medina, alumno del Máster en Artes y Ciencias del Espectáculo de la UPV/EHU, actor y productor de la obra Primera escena: Pierre (Amaia) y Marie (Aylena) en el laboratorio. Fotografía de Candice Michel 3.- DIRECCIÓN Y ADAPTACIÓN En este proyecto dos estudiantes del máster y un profesor del programa se dedicaron a la dirección. Estos dos estudiantes también trabajaron la adaptación del texto que guió muchas de las decisiones de la dirección. Los dos principales retos que se presentaban eran: El espacio: La representación se llevaría a cabo en el Paraninfo de la Facultad de Ciencia y Tecnología. Este es un espacio creado para conferencias académicas y no para el teatro. El escenario es poco profundo, no hay telón ni bastidores, y una pantalla enorme cubre la pared del fondo. ¿Cómo utilizar este espacio dado las limitaciones que ofrecía? La dramaturgia: La obra de Anne Rougée es bastante didáctica y se enfoca en un largo diálogo entre dos personajes, la autora y la directora que discuten los desafíos de la obra que escribe la primera. ¿Cómo añadirle dramatismo y frescura a la obra? ¿Cómo encontrar una manera de incorporar un elenco más amplio? ¿Cómo conectar el tema de estas mujeres científicas del pasado con la situación actual? Se decidió por adaptar el texto para que la representación fuera de un ensayo por un grupo de mujeres, con la ayuda de un director, que están interesadas en armar la obra de Anne Rougée sobre la invisibilidad de la mujer de ciencias y los tres personajes históricos. Esta variación estableció tres planos: el ensayo donde el director habla con las actrices; el diálogo entre los personajes de la Autora y la Directora; y las dramatizaciones de las tres científicas y los hombres con quienes trabajaban. La dirección intentó aclarar para el público cuándo se movía de un plano al otro a través del uso del ritmo, la iluminación, la música, el uso del espacio y, hasta cierto punto, el uso de vestuario. Desde el comienzo de la obra se rompe la cuarta pared cuando el Director le dirige la palabra directamente al público y les da la bienvenida por venir a asistir a un ensayo de la obra que se está preparando. Esto permitió usar más espacio en la sala, introducir elementos espontáneos, aprovecharnos de la pantalla, y emplear una escenografía y un vestuario minimalistas. Los actores se movieron más allá del escenario, subiendo por los pasillos, sentados en las escaleras, y moviéndose en primer plano ante el proscenio. Introdujimos dos aspectos espontáneos a la obra que le dieron frescura y permitieron conectar el tema de la obra con la actualidad. En un momento se interrumpe el ensayo por un problema de las luces y un técnico cuestiona la relevancia del proyecto que están preparando las actrices. Esto lleva a una escena energética donde las actrices hacen conexiones entre lo que pasaron las tres científicas y la situación actual en mundo académico, y las ciencias en particular, para las mujeres.  La segunda interrupción ocurre cuando se decide aclarar una confusión en la obra con una conferencia por Skype con la autora que se proyecta en la pantalla en el fondo. Esto no sólo sirvió para emplear la pantalla sino que nos ayudó a enfatizar la conexión que la autora real sentía con las experiencias de Ada Byron, una vez más conectando el pasado con el presente. Otra decisión interesante de la dirección fue la manera en que se decidió representar el tercer acto como un baile de minueto entre madame de Châtelet y Voltaire. El aspecto interesante es que decidimos hacer el papel de Châtelet en coro, es decir que las cuatro actrices hicieron el papel de la científica, rotándose a lo largo del acto. Esta presencia de las cuatro actrices en escena con el Director/Voltaire acentuó la intención del acto de invertir los papeles y ponerlo al hombre en la posición incómoda, minoritaria y despreciada por la que habían pasado todas las mujeres de talento que aparecen en la obra. La dramaturgia y el espacio del paraninfo crearon retos para la dirección, pero con un trabajo de equipo, ideas creativas, una disposición a tomar riesgos y la activa participación de los actores, se logró crear algo original y fresco. Fue un placer para la dirección trabajar con un grupo tan dedicado y abierto a experimentar y buscar soluciones juntos. Miguel Fernández, alumno del Máster en Artes y Ciencias del Espectáculo de la UPV/EHU, actor y director de la obra Primera escena: Eve (Amaia) y Marie (Aylena). Fotografía de Candice Michel 4. – EL PORQUÉ DE LA MÚSICA En primer lugar, decir que la elección de la música para la representación de la obra “¿Son raras las mujeres de talento?” ha dependido de los factores siguientes: necesidades de la dramaturgia, duración de las escenas, y contenido y carácter del texto. Otros aspectos que se han tenido en cuenta han sido escoger música escrita para piano, por la versatilidad de este instrumento, y que ésta sea prácticamente desconocida para el público medio. Se detalla a continuación esta elección. ACTO I: ESCENA “MARIE Y CASIMIR” (Marya Sklodowska y Frederyk Chopin: Afinidades polacas) Para esta escena se ha elegido la Polonesa- Fantasía Op. 61 en La bemol Mayor de 1846. Se pensó en un principio en la posibilidad de escoger otra danza polaca, la mazurka. Pero ésta es una danza campesina y, sin embargo, la polonesa es la danza de la nobleza polaca, que representa el espíritu caballeresco de la antigua Polonia. Tanto Chopin (1810- 1849) como Marie Curie (1867- 1934) son polacos y exiliados en Francia por diferentes circunstancias. El espíritu heroico de la polonesa refleja la heroicidad de Marie en los tiempos que le tocó vivir. Y, en concreto, esta polonesa representa para Chopin la patria perdida a la que nunca volverá, patria como lugar de recuerdos de su infancia y juventud, de aquella familia de la que se tuvo que separar. Además está escrita en el momento en el que Chopin rompe con la escritora Georges Sand. Tenemos pues el mismo contexto que se desarrolla en la escena de la obra: la patria y el amor que se abandonan. ACTO I: ESCENA “LA MUERTE DE PIERRE” (La muerte) La elección musical ha correspondido a Schubert (1797- 1828). Parafraseando las palabras del pianista Jonathan Biss, Franz Schubert es el músico que mejor ha cantado a la muerte. Ésto es más patente si cabe en las obras de su última etapa compositiva, conectadas entre sí por un sentimiento de rendición absoluta ante el final de su vida. Recordemos los ciclos de Lieder Winterreise (Viaje de Invierno, D. 911, 1827) y Der Schwanengesang (El canto del cisne, publicado póstumamente como ciclo en 1829). Este espíritu recorre así mismo sus tres últimas sonatas (D. 958, D. 959 Y D. 960, de septiembre de 1828), especialmente el segundo movimiento de la D. 959, marcha fúnebre inexorable que con la repetición de un obstinato en el acompañamiento, produce una extremada tensión a nivel psicológico. Schubert presentía su muerte, ocurrida dos meses después, al escribir lo que se considera su testamento pianístico. ACTO II: ESCENA “ADA Y BABAGGE” (Un vals) La escena de los monólogos entrecruzados entre Ada y Babbage nos muestra la ansiedad e indignación de la primera por no ser respetada como los son sus colegas masculinos. Se ha escogido para este momento una obra de Fanny Mendelssohn (1805-1847), la compositora que mejor ha ejemplificado lo que la mujer ha sufrido en un campo siempre reservado a los hombres: la composición. Su padre siempre le recordó lo que la música debía ser para ella: un mero ornamento. Sin embargo su talento fue tan grande como el de su hermano Félix, aunque apenas pudiera publicar en vida. La obra está incluida en la colección Six mélodies pour le piano Opp. 4 y 5. Pertenece al género de la “canción sin palabras” en el que el piano asume los papeles de la voz y el acompañamiento pianístico. Ésta, la Op. 4 nº 2, es un vals con notables influencias schubertianas. Schubert fue un referente para la generación del primer romanticismo, en la que se incluye nuestra autora. Segunda escena: Las actrices (Amaia, Eneritz y Daiana) se enfrentan al técnico machista (William). Fotografía de Anne Rougée ACTO III: “MME. DE CHÂTELET Y VOLTAIRE” (Historia de un galanteo) Por necesidades de la dramaturgia se solicitó un minueto para la mayor parte del acto. Se ha escogido a uno de los maestros del llamado “estilo galante” (y posteriormente, uno de los compositores que contribuirá a definir el Clasicismo musical), Joseph Haydn (1732- 1809). El minueto que escuchamos corresponde a la Sonata nº 6 en Do Mayor, Hob. XVI: 10, del grupo de las primeras 18 sonatas escritas entre 1750- 1765. Esta música refleja perfectamente la alegría y el galanteo que requiere la escena; su tempo y ritmo se ajustan a que pueda ser “bailada” sin excesivo nerviosismo. El final de la escena (y de la obra) Queda reservado nuevamente para Fanny Mendelssohn. El texto del manuscrito sobre la felicidad  de Mme. de Châtelet se corresponde con la alegría, a la vez melancólica, de la música de esta compositora. La obra escogida es la 3ª del grupo Six mélodies pour le piano Op. 4. En esta obra, Fanny Mendelsohn abre la puerta al Lied sinfónico que se verá en el tardo- romanticismo con compositores como Brahms y Mahler. Es, como nuestras mujeres científicas, una precursora. Ana Barrio, alumna del Máster en Artes y Ciencias del Espectáculo de la UPV/EHU y responsable del diseño musical de la obra Segunda escena: Ada (Aylena) trabajando. Fotografía de Candice Michel Segunda escena: Babbage (Eneritz). Fotografía de Candice Michel 5.- LA ESCENOGRAFÍA La participación en la puesta en escena de esta obra ha sido muy enriquecedora, el proceso del proyecto y la resolución de los problemas que iban surgiendo constantemente unos detrás de otros, han hecho de este proyecto creativo un proceso de aprendizaje muy realista. En lo que a la escenografía se refiere, ha habido dos factores que han sido clave a la hora de dar forma a la estética de la obra por las limitaciones que nos imponían: por un lado, y como es lógico la temática, y por otro la problemática del espacio y de medios. Por un lado la temática científica de la obra, hacia que esta resultase en algunas secciones demasiado informativa; el equipo de dramaturgia hizo una labor brillante adaptándola, crea diferentes niveles dentro de la propia obra, algo que podríamos llamar meta teatro. La obra acabo resultando un ensayo general de una supuesta obra. Así se creaban tres diferentes situaciones dentro de la misma obra, dándole más dinamismo y agilizándola notablemente. El primer espacio era el ensayo, donde las actrices dirigidas por un director llevaban a cabo un ensayo general de la obra; el segundo era aquel en el que el ensayo era cortado por el director o por las actrices, y en él discutían sobre la obra, situaciones o personajes, y el tercer espacio eran unas supuestas dramatizaciones espontáneas. Estos tres espacios diferentes estaban diferenciados en la escenografía mediante diferentes proyecciones, así cuando el ensayo se estaba llevando a cabo, se proyectaban diferentes imágenes que eran secciones del cartel de la obra, así cada vez que entrábamos en el espacio del ensayo una imagen diferente de este mismo leitmotiv era proyectada en la gran pantalla que funcionaba a modo de telón. En el segundo espacio, por el contrario, era una irrupción de este fingido ensayo y junto con la iluminación fingíamos esta irrupción, con una mayor luz sobre el escenario y saliendo del leitmotiv con una proyección en negro. Y por último en el tercer espacio, en el dramatizado, las proyecciones fueron unas animaciones creadas con imágenes estáticas que utilizamos para enfatizar momentos relevantes de cada acto, como el descubrimiento del radio, el enfrentamiento por la decisión de trabajar de manera independiente, y el juego poético científico del final. La temática de estas animaciones variaban según el trabajo de las tres científicas, así en el primer acto veíamos una animaciones realizadas con diferentes radiografías; en el segundo veíamos unos engranajes, en representación de la máquina, la máquina analítica, y la relación entre la Ada y Babbage; y por último en el segundo veíamos una lluvia de números y letras, representando las formulas matemáticas con las que estaban jugando en escena. Sumando a estas proyecciones y espacios, realizamos además una falsa videoconferencia con la actriz que hacía el papel de la escritora de la obra original. El otro aspecto importante a comentar en la escenografía, es la decisión del mobiliario, o más bien la decisión de no usarlo. En un principio la idea era crear los diferentes espacios necesarios para acto, con su respectivo mobiliario únicamente mediante unos cubos modulares para recrearlos. Mediante el juego de estos cubos luminosos se creaban así diferentes espacios para las dramatizaciones, como un espacio escolar, un laboratorio… Creando un espacio reconocible pero poco delimitado, permitiendo la interacción del espectador en la creación del espacio; y dándole un carácter más informal ya que se trataba de un fingido ensayo. A pesar de que esta era la propuesta escenográfica desde el principio, finalmente el equipo de dirección decidió incluir entre el mobiliario algunos elementos que simulaban muebles de la época. Miren Agirre Sagarna, alumna del Máster en Artes y Ciencias del Espectáculo de la UPV/EHU y responsable de la escenografía Segunda escena: Video conferencia con Anne Rougée (Enora). Fotografía de Candice Michel 6.- LAS IMPRESIONES DE LAS ACTRICES A cada una de las actrices se le han realizado estas preguntas: ¿Qué personajes interpretas en la obra? ¿Cuál de ellos te ha gustado más/te ha resultado más complicado? ¿Conocías a alguna de las tres protagonistas de la obra? ¿Has aprendido algo nuevo desde el punto de vista interpretativo? ¿Y desde el punto de vista de la igualdad/histórico? Algo que quieras comentar aparte de lo anterior... Amaia Ardanza Interpreto a la autora, la directora, el inspector ruso, Pierre Curie, Eva (la hija de Marie Curie) y Émilie du Châtelet. Es difícil decantarse por un solo personaje, pero el más intenso y el que más he disfrutado es el de Émilie du Châtelet debido al contenido dramático de la escena que trataba sobre ella, así como de la fuerza de este personaje. La mezcla entre la fragilidad ante la muerte y la fortaleza por reclamar su identidad y sus logros como científica, siendo mujer. Es un personaje muy potente y en él he visto reflejadas a la mayoría de las mujeres que me rodean. Si, conocía a Marie Curie y a Ada Byron. Émilie du Châtelet ha sido un descubrimiento que he hecho gracias a esta obra. Si, en el mundo de la interpretación, cada día de ensayo te impregnas de nuevos descubrimientos y trabajar con diferentes directores ofrece la posibilidad de aprender nuevas formas de enfocar los ensayos, calentamientos, textos, etc. Si, conocía a los personajes en los que se fundamenta la obra pero de una manera general. La investigación que conlleva afrontar un personaje histórico, es como recibir una clase intensiva de historia. :-). Ha sido un proyecto maravilloso, en el que las actrices nos hemos sentido como en casa. Además, ha sido un proyecto muy gratificante tanto desde el punto.de vista profesional como personal. Tercera escena: Las cuatro actrices vistiéndose de Marquesa du Châtelet. Fotografía de Candice Michel Eneritz García Yo interpreto en la obra, a la directora que discute la posibilidad de hacer esta obra (¿Son raras las mujeres de talento?) con la autora. Hago una pequeña aparición como una de las compañeras de clase polacas de Marie Curie. También interpreto a Casimir, el amante de Marie Curie. A Charles Babbage, el compañero de trabajo y a la vez enemigo de Ada Lovelace, y por último a Émilie du Châtelet. No puedo decir que haya sido difícil interpretar a ninguno de ellos, simplemente me dediqué a buscar información sobre quienes fueron y sobre lo que se decía de ellos en la propia obra. De ahí saqué la idea de como veía yo a cada uno de ellos. También de las propias frases de cada uno de ellos en la obra, da muchas posibilidades para encontrarlos en cada palabra. El cuerpo sale inmediatamente, cuando tienes claro como eran. El más complicado tal vez haya sido la alumna polaca, con la cual cantaba el himno ruso, y me llevo un tiempo aprenderme la letra. ¡jajajaja! Es broma, fue divertido. Ha sido increíble el poder hacer tantos personajes y tan diferentes en una sola obra, pero yo me quedaría con Babbage, porque ha sido muy interesante en una obra por y para las mujeres, hacer de hombre y más siendo un hombre como lo fue Babbage, que le hizo la vida imposible a Ada. Ver las cosas desde otra perspectiva a la que se da en la obra, para mí ha sido muy gratificante e instructivo, todo un reto. Solo conocía a Marie Curie, tal vez porque es la más conocida en general, pero no sabía nada de su vida personal. Y ahora cada vez que alguien hace referencia a cualquiera de ellas tres, siempre puedo decir: ¿Tú sabias cuando conoció a Pierre Curie? ¿Sabes lo que luchó Ada por conseguir ser reconocida? ¿Sabes por todo lo que paso Émilie du Châtelet? ¡jajajaja! Es un gusto poder aprender cosas que seguramente sino hubiese podido hacer esta obra, tal vez jamás hubiese sabido. Es todo un lujo para un actor. En esta obra hemos trabajado desde otra propuesta u otro método de trabajo muy diferente al que yo estudié y al que yo estoy acostumbrada a trabajar. Ha sido muy instructivo tener otra manera de trabajar. Cuando se es actor nunca se deja de aprender, es un trabajo de fondo y aquí me han dado la oportunidad de aprender algo nuevo que podré aplicar en un futuro para otros proyectos. El poder haber formado parte de este proyecto me mostrado, que las mujeres han estado luchando desde mucho antes de lo que la gente se cree. Émilie du Châtelet vivió en 1700 y ella fue una pionera en demostrar que las mujeres podían trabajar tan bien como los hombres o incluso mejor, solo que nadie quiso prestarle atención. Es una lástima que tengamos que demostrar lo que valemos cuando debería ser algo tan normal para el mundo entero, como respirar.¿Fueron raras estás mujeres de talento? ¿Son raras las mujeres de talento? La respuesta es simple, no. Estas mujeres fueron mujeres a las que nadie quiso escuchar por ser diferentes, unas luchadoras, unas pioneras, y el mundo debe saber lo mucho que hicieron por intentar tener una sociedad justa, y es lo que, día tras día, deberemos demostrar las mujeres hasta que un día el recuerdo de tener que luchar simplemente sea eso, un recuerdo del pasado. Solo me queda dar las gracias, por haberme dejado formar parte de este proyecto, por haberme enseñado tanto en tantos aspectos y por poder haber conocido a gente maravillosa y de la que me llevo un gran recuerdo, y a los que agradezco todo el trabajo y el esfuerzo que han puesto por su parte, para poder llevar a cabo este proyecto. Tercer acto: Las actrices disfrazadas de Voltaire. Fotografía de Candice Michel Daiana Fernández El personaje principal que interpreto es el de la autora, pero también hago una pequeña aparición de la profesora e interpreto a Châtelet en el último acto. El personaje que más me ha gustado ha sido el de Châtelet; me gustó mucho porque en mi escena le hacía ver a un hombre como se siente una mujer ante su valoración en el trabajo científico. Solo había oído hablar sobre Marie Curie; pero no sabía casi nada sobre su vida personal y me ha parecido muy interesante conocer las vidas de estas tres mujeres. Siempre está bien trabajar con diferentes directores porque tienen distintos métodos de interpretación y es bueno el aprender sobre todo para ti para tu trabajo saber qué métodos y que maneras de trabajar le ayudan más a tu persona. Me he sentido muy a gusto trabajando estos meses; he aprendido mucho y ha sido una experiencia muy bonita. Aylena Gómez Interpreto a una muy exaltada Ada Lovelace, a una luchadora Marie Curie y a una coqueta aunque moribunda Émilie du Châtelet. Me he encariñado especialmente con el papel de Marie Curie ya que supone un cambio de registro total de escena a escena. Marie exigía una faceta esquiva, de rechazo, otra enamorada, ilusionada, más tarde exigía llanto, angustia, y finalmente superación y dominio. Es, quizá, el personaje más complejo y por ello, ''mi ojito derecho''. Conocía a Marie Curie, pero no a Marie Sklodowska (ése es su nombre de soltera), ni tampoco a los otros dos personajes principales. Es curioso; esta obra me ha hecho reflexionar sobre todos los nombres que desconocemos, nombres que han pasado a la historia por logros fascinantes y casi impensables para aquella época y que nosotros pasamos por alto. En mis clases de biología en el instituto, por ejemplo, aparecen eventualmente nombres de científic@s y los alumnos siempre hacemos la misma pregunta: ''¿Éste es importante? ¿Nos lo tenemos que estudiar?''. Ahora mismo analizo esa cuestión y me parece bastante triste que para memorizar un nombre de tal importancia nos lo tengan que meter en un examen. Mis anteriores experiencias con el teatro habían sido muy puntuales y el primer día de ensayos andaba a tientas. No sabía por dónde me pegaba el aire. Les estoy infinitamente agradecida a Miguel y Antonio por su paciencia y dedicación. Gracias a ellos la experiencia fue realmente gratificante y los ensayos se convirtieron en una manera de escapar de un asfixiante segundo de bachiller. Poco a poco, aprendí a echarlo todo, a no dejarme nada dentro; a no cohibirme. El público realmente tenía que ver en mí a tres mujeres científicas desesperadas por lograr sus respectivas metas, y que iban a luchar con uñas y dientes para llevar a cabo sus sueños. No me podía mostrar cobarde, debía defender mi papel como ellas un día defendieron el suyo. ¡LARGA VIDA AL TEATRO! Tercera escena: Voltaire (Miguel) y Émilie (Amaia). Fotografía de Candice Michel 7.- LA OPINIÓN DE LA AUTORA (aparece detrás la traducción a castellano) Il s'est passé une chose remarquable le 8 mars 2013 à l'auditorium de l'université du Pays Basque à Bilbao : un groupe d'étudiant-e-s du Master Arts et Sciences du Spectacle a créé sa propre version en espagnol de ma pièce « Les Femmes de Génie sont rares ? ». Mais ils et elles se sont pas seulement approprié le texte traduit par Marta Macho Stadler : elles et ils ont totalement compris et assimilé le projet d'écriture dramaturgique lui-même, et l'ont magistralement développé. En étant à la fois absolument fidèles au projet initial et pleinement créatifs. Écrite pour deux personnages, une comédienne et un comédien que l'on suit à différentes étapes d'un travail de création théâtrale, la pièce est devenue une nouvelle œuvre aux personnages multiples : quatre comédiennes, un metteur en scène, un régisseur, une auteure... Ma quête personnelle, ma posture de femme scientifique s'interrogeant sur ses liens avec les pionnières de la science, s'est élargie à celle d'un groupe d'étudiant-e-s, dont peu importe la nationalité, la langue ou la culture. Ni même le genre. Ce questionnement a trouvé un sens plus large, tendant vers l'universel. La problématique initiale était posée autour des trois « femmes de génie » choisies, à savoir Marie Curie, Ada Lovelace et Émilie du Châtelet : en quoi les difficultés qu'elles ont eu à surmonter nous concernent encore au XXIè siècle, qu'ont elles encore à nous dire aujourd’hui sur la question des rapports femmes-hommes, à nous transmettre sur un plan plus philosophique ? Ces questions ont mobilisé toute l'attention et l'énergie de ces étudiant-e-s, des enseignant-e-s et professionnel-le-s qui les ont encadré-e-s et des comédiennes qui ont participé au projet. Ils et elles en ont fait œuvre de théâtre, jouant avec les outils à leur disposition : éléments de décor dans l'espace, accessoires et éléments de costumes, musique et projections vidéo... Mais aussi avec les différents modes d'utilisation du texte : lecture, mise en scène de certaines parties, et même écriture de nouvelles saynètes. Elles et ils nous font ainsi partager leur recherche de la vérité, leur questionnement, leurs tâtonnements et leurs éventuels désaccords. Ce parti pris de démultiplication du personnage féminin par rapport à la pièce originale est porteur d'un sens particulièrement riche : il donne une dimension collective à la condition de ce personnage. La relation entre le metteur en scène et les comédiennes devient le reflet du rapport de domination masculine. Celles des comédiennes entre elles, tout particulièrement au moment de l'entrée en scène de la marquise du Châtelet mourante, deviennent le reflet des solidarités féminines. Et le jeu d'inversion des genres entre Émilie du Châtelet et Voltaire peut s'interpréter comme une vision prémonitoire d'une (r)évolution prochaine et inéluctable... J'ai trouvé particulièrement juste et pertinent le résultat de ce travail collectif d'adaptation et de mise en scène. Quel plaisir de découvrir des passages du texte initial évoquant la vie de Marie Curie sur le mode simplement raconté, qui donne lieu à un jeu de mise en scène comme l'anecdote de l'inspecteur russe à l'école ou la rencontre avec Pierre Curie, voire même d'autres passages ajoutés comme celui de la rupture avec Casimir. Ou encore d'en voir d'autres totalement réinventés et recontextualisés comme celui où la comédienne travaille le personnage de Ada Lovelace sous la direction du comédien, qui devient une contribution de l'auteure sollicitée par liaison vidéo pour aider les comédiennes à trouver la vérité de ce personnage sur lequel elles s'interrogent. Sans oublier le travail magnifique réalisé avec la statuette blanche et sans visage, qui a été très judicieusement utilisée pour le visuel de la pièce et dans les images projetées en vidéo pour évoquer l'invisibilité des femmes de science. Et également les rouages et le défilement de nombres utilisés pour évoquer la machine de Babbage et l'univers de la science. Je voudrais pouvoir décrire tous les moments forts de la représentation où j'ai été frappée, et souvent émue, par la justesse et l'inventivité des images produites sur scène. Je me souviens tout particulièrement la dernière image : celle de la parole philosophique d’Émilie du Châtelet, extraite de son « Discours sur le bonheur », assumée tour à tour par chacune des comédiennes et projetée vers le public telle une offrande de lumière. Pour conclure j'aimerais évoquer le sentiment extraordinaire qui a accompagné cette magnifique expérience qu'a été pour moi de venir assister à la représentation du 8 mars à Bilbao. Car l'idée sous-jacente de la réflexion autour de ces Femmes de Génie est que d'autres relations sont possibles : plaisir du partage, de la construction commune, du jeu, plutôt que compétition, quête du pouvoir et dénigrement de l'autre. Plus que jamais je suis convaincue que la recherche scientifique et la création artistique relèvent de processus collectifs où l'enjeu essentiel n'est pas la réussite personnelle mais plutôt le plaisir et le sens partagé. Un grand merci à toutes et à tous d'en avoir donné une remarquable démonstration ! Anne Rougée 10 mai 2013 Traducción de la opinión de la autora Ha sucedido algo notable el 8 de marzo de 2013 en el Paraninfo de la Universidad del País Vasco en Bilbao: un grupo de estudiantes del Máster de Artes y Ciencias del Espectáculo ha creado su propia versión en español de mi obra « Les Femmes de Génie sont rares ? ». Pero ellos y ellas no sólo se han apropiado del texto traducido por  Marta Macho Stadler: ellos y ellas han comprendido y asimilado completamente el propio proyecto de escritura dramática y lo han desarrollado magistralmente. Y lo han hecho siendo a la vez absolutamente fieles al proyecto inicial y absolutamente creativos. Escrita para dos personajes, una actriz y un actor que se siguen en diferentes etapas del trabajo de creación teatral, la obra se ha transformado en una nueva, con múltiples personajes: cuatro actrices, un director, un técnico, una autora… Mi búsqueda personal, mi postura como mujer científica interrogándose sobre los vínculos con las pioneras de la ciencia, se ha ampliado a la de un grupo de estudiantes, cuya nacionalidad, lengua o cultura no son importantes. Ni siquiera el género. Este cuestionamiento ha encontrado un sentido más amplio, tendiendo hacia lo universal. La problemática inicial giraba en torno a tres “mujeres de talento” elegidas, a saber Marie Curie, Ada Lovelace y Émilie du Châtelet: ¿en qué medida las dificultades que debieron superar nos conciernen aún en el siglo XXI?, ¿qué tienen que decirnos hoy en día sobre la cuestión de las relaciones entre mujeres y hombres?, ¿qué nos pueden transmitir en un plano más filosófico? Estas preguntas han acaparado la atención y la energía de estas y estos estudiantes, de las y los docentes y profesionales que les han dirigido y de las actrices que han participado en el proyecto. Ellas y ellos han creado una obra de teatro, jugando con las herramientas disponibles: elementos de decorado, espacio, accesorios y elementos de vestuario, música y proyecciones de video… Pero también con los diferentes modos de utilización del texto: lectura, puesta en escena de algunas partes, e incluso la escritura de nuevos sainetes. Ellas y ellos nos han hecho así partícipes de su búsqueda de la verdad, su problemática, sus exploraciones y sus eventuales desacuerdos. La decisión tomada de multiplicar el personaje femenino respecto a la obra original conlleva un sentido particularmente rico: proporciona una dimensión colectiva a la condición de este personaje. La relación entre el director y las actrices se vuelve el reflejo de la relación de dominación masculina. Las de las actrices entre ellas, sobre todo en el momento de la entrada en escena de la marquesa de Châtelet moribunda, suponen el reflejo de las solidaridades femeninas. Y el juego de inversión de géneros entre Émilie du Châtelet y Voltaire puede interpretarse como una visión premonitoria de una r(evolución) próxima e ineluctable... He encontrado particularmente acertado y pertinente el resultado de este trabajo colectivo de adaptación y puesta en escena. Qué placer descubrir pasajes del texto inicial evocando la vida de Marie Curie de manera simplemente narrativa, que han dado lugar a un juego de puesta en escena, como la anécdota del inspector ruso en la escuela o el encuentro con Pierre Curie, incluso otros pasajes añadidos como el de la ruptura con Casimir. O aún ver otros completamente reinventados o nuevamente contextualizados, como aquel en que la actriz trabaja el personaje de Ada Lovelace bajo la dirección del actor, que aquí se transforma en una contribución de la autora, solicitada por medio del video para ayudar a las actrices a encontrar la verdad de este personaje sobre el que se están interrogando. Sin olvidar el trabajo magníficamente realizado con la estatuilla blanca y sin cara, que se ha utilizado juiciosamente en la promoción de la obra y en las imágenes proyectadas en video para evocar la invisibilidad de las mujeres en ciencia. E igualmente los engranajes y el desfile de números utilizados para evocar la máquina de Babbage y el universo de la ciencia. Me gustaría poder describir todos los momentos importantes de la representación que me han sorprendido, y a menudo emocionado, por la precisión y la creatividad de las imágenes producidas en la escena. Me acuerdo particularmente de la última imagen: la de la palabra filosófica de Émilie du Châtelet, extraída de su « Discours sur le bonheur », asumida por turnos por cada una de las actrices y proyectada hacia el público como una ofrenda de luz. Para concluir quisiera recordar el sentimiento extraordinario que ha acompañado esta magnífica experiencia que ha supuesto para mí asistir a la representación del 8 de marzo en Bilbao. Porque la idea subyacente de la reflexión alrededor de estas ‘Mujeres de Talento’ es que otras relaciones son posibles: el placer por compartir, por la construcción común, por el juego antes que la competición en busca del poder y la denigración del otro. Más que nunca, estoy convencida de que la investigación científica y la creación artística recogen procesos colectivos en los que la apuesta esencial no es el éxito personal sino más bien el placer y el sentido compartido. ¡Un agradecimiento especial a todas y a todos por haber dado una notable demostración! Anne Rougée 10 de mayo de 2013 Tercer acto: Voltaire (Miguel) y Émilie (Eneritz). Fotografía de Candice Michel Más información: Pressbook Explicación del cartel de la obra por Arteverse La página de la obra en Facebook 8 de marzo en la UPV/EHU El equipo ‘casi’ al completo. Fotografía de Candice Michel Eneko Lorente, director del Máster en Artes y Ciencias del Espectáculo Carlos Panera, profesor del Máster (Dirección e Interpretación) David Barbero, profesor del Máster (Adaptación) Enora Treber, alumna del Máster (productora y actriz) Miguel Fernández, alumno del Máster (director y actor) Anne Rougée, autora Eneritz García, actriz Amaia Ardanza, actriz Aylena Gómez, actriz Daiana Fernández, actriz Ana Barrio, alumna del Máster (diseño musical) William Medina, alumno de Máster (productor y actor) Miren Agirre, alumna del Máster (escenografía) José Antonio Etxegain, alumno del Máster (responsable comunicación)
Jueves, 16 de Mayo de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Música y matemáticas
Autor:Paco Gómez Martín (Universidad Politécnica de Madrid)
Este mes hemos explorado el asunto de las características comunes entre las matemáticas y la música. Hemos vuelto al origen: la belleza. En la presentación que hemos confeccionado damos un paseo conjunto por las matemáticas -por vía de sus  fórmulas- y por la música -por vía de ciertas obras-. Esperemos que el lector disfrute. Somos conscientes de que existen otros paseos y proponemos este con total humildad, a modo de ejemplo e inspiración. PINCHAR EN LA IMAGEN PARA ACCEDER A LA PRESENTACIÓN Nota: El fondo de la presentación es una foto sin derechos intelectuales de la NASA. Se trata de la nebulosa Rossette. La información completa sobre la foto se puede encontrar aquí.
Miércoles, 15 de Mayo de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Cine y matemáticas
Autor:Alfonso Jesús Población Sáez
Hay personas que consideran, equivocadamente por supuesto, que estudiar, tratar o pensar en matemáticas poco menos que nos deja como un cencerro. Como cualquier otra leyenda urbana no hay demasiados argumentos que sostengan esa idea. Lo que si que hay es gente algo pasada de rosca de por sí, a las que pueden dárseles bien las matemáticas. Traemos a colación algunos ejemplos. A poco que uno haya visto media docena de películas, todos sabemos que el cine nos ha dejado un montón de psicópatas. En general se abusa de la idea de que poseen una inteligencia superior a la media, y esto hace que sea difícil detenerlos. Muchos asocian la inteligencia a materias como las matemáticas (yo creo que es condición suficiente, pero no necesaria), así que no es de extrañar que en algún momento los guionistas unan ambas ideas, la de “ser psicópata” con la de “dársele bien las matemáticas”. Casos puntuales por supuesto, igual que podrían asociarse las ideas de “ser psicópata” con, no sé, por ejemplo, “ser peluquero”, por poner lo primero que me viene a la cabeza. Aunque probablemente el lector pueda proporcionarnos más ejemplos, vayamos con algunos de ellos, quizá no muy conocidos (o quizá sí, vosotros diréis). 1.- El alumno psicópata de “A las tres en punto” No, no busquéis este título en ninguna parte porque la película no se ha estrenado en nuestro país; este es el título que a mi se me ocurre para esta película. En todas partes se dice que es una comedia, a mi no me lo parece, o en todo caso, es una comedia negra. En los años ochenta y principios de los noventa del siglo pasado, se estrenaron en nuestro país “tropecientas” comedias juveniles a cada cual más penosa (quizá es que me esté volviendo un poco “carca” con eso de ser cuarentón, pero sinceramente creo que cuando se estrenaron a pesar de tener veinte pensaba lo mismo, incluso creo que ahora, al volver a ver alguna, las acepto mejor, probablemente porque las recuerdo con cierta nostalgia, y que puedo elegir entre más cosas; en aquellos años, es que sólo había películas de ese tipo en los cines). Por si alguno aún anda un poco despistado, me refiero a aquellas películas de Tom Hanks (aunque luego ha hecho cosas más decentes, lo siento, para mi seguirá siendo el imbécil de Despedida de soltero; Big; Un, dos, tres,.. splash; Esta casa es una ruina; etc.; etc.), Steve Guttenberg (saga de Loca Academia de Policia), C. Thomas Howell (Admiradora Secreta, Un tigre en la almohada), Matthew Broderick (Todo en un día), Patrick Dempsey (No puedes comprar mi amor),  Albóndigas en remojo, Locos de Cannon Ball, Porky´s, American´s Pies, Cazafantasmas, y demás chorradillas. Supongo que la que nos ocupa no se estrenó comercialmente en España sencillamente porque a los protagonistas no se les conoce demasiado (más bien nada), pero no es ni mucho menos peor que algunas de las comentadas (es más, diría que lo contrario). De hecho trata tangencialmente un tema para no tomarse demasiado a cachondeo: el bullying, o sea el acoso escolar, desgraciadamente de triste actualidad en nuestras aulas (y más tristes consecuencias años atrás). Todos hemos sido adolescentes y en la escuela o en el instituto hemos visto o sufrido de algún modo actitudes intolerables de este tipo (no me resisto a recomendaros la excelente, para mi gusto, Cobardes, dirigida en 2008 por José Corbacho y Juan Cruz), pero no por haber existido siempre debemos dejar de denunciarlo, y sobre todo, combatirlo en la medida de nuestras posibilidades. Reitero que me parece algo INTOLERABLE, por más que desde determinados sectores y épocas no sólo se ha consentido, sino que se ha alentado (estoy pensando en los comportamientos paramilitares en pro de “hacerse hombre”, y otras justificaciones cavernícolas similares). Pero en fin, vayamos a lo nuestro, que son las “mates”. THREE  O´CLOCK  HIGH Nacionalidad: EE. UU., 1987. Director: Phil Joanou. Guión: Richard Christian Matheson, Thomas E. Szollosi. Fotografía: Barry Sonnenfeld, en Color. Montaje: Joe Ann Fogle. Música: Tangerine Dream. Producción: David E. Vogel. Duración: 97 min. Intérpretes: Casey Siemaszko (Jerry Mitchell), Annie Ryan (Franny Perrins), Richard Tyson (Buddy Revell), Stacey Glick (Brei Mitchell), Jonathan Wise (Vincent Costello), Jeffrey Tambor (Mr. Rice), Philip Baker Hall (Detective Mulvahill), John P. Ryan (Mr. O'Rourke), Liza Morrow (Karen Clarke). Argumento: A Jerry Mitchell, un empollón de una escuela secundaria norteamericana, se le asigna escribir un artículo para el periódico de la escuela sobre el nuevo alumno Buddy Revell, del que se rumorea que es un loco psicópata. Cuando Jerry toca el brazo a Buddy, como gesto de amistad, éste lo reta a pegarse en el parking del centro a las 15:00, tras empotrarlo literalmente en los urinarios del Instituto. Jerry tratará de hacer lo imposible para evitar el enfrentamiento. La película puede verse en varias partes desde YouTube sin más que escribir su titulo original en el buscador. No obstante la escena que vamos a comentar es la siguiente (para que la veáis a la vez que leéis la traducción que os pongo a continuación, o como os plazca): Nos situamos en un examen de matemáticas. El profesor reparte las hojas de examen: Profesor: Como Uds. saben, hoy tendremos una prueba de repaso. (Dirigiéndose al matón Buddy). Buddy, no creo que esto sea difícil para ti. Es un repaso de los últimos dos capítulos. Así veremos en qué te quedaste en tu antigua escuela. Entre las expresiones que vemos en la hoja del examen (en la imagen, la primera de ellas), aparece resolver la siguiente ecuación irracional: Evidentemente lo que Jerry escribe no tiene demasiado sentido (parece que pasa el segundo miembro al primero dividiendo, pero olvida la raíz cuadrada del primer término, y además luego sigue dejando el 2 en el segundo miembro; además se olvida de la “x” del segundo término del primer miembro). Lo que debe de hacer es “quitar las raíces” elevando la ecuación al cuadrado. Para ello primero debe “pasar” una de las raíces al segundo miembro, tal que así: Elevando al cuadrado ambos miembros y simplificando, llegamos a De nuevo nos queda una raíz cuadrada. Volviendo a elevar al cuadrado, llegamos a una ecuación de segundo grado x2 – 8x + 12 = 0, que tiene por soluciones x = 6, x = 2. Conviene en estos casos en los que hemos tenido que elevar al cuadrado la ecuación varias veces, comprobar si todas soluciones son correctas, ya que en algunas ocasiones pueden aparecer soluciones “espúreas”. En este caso ambas soluciones verifican la ecuación original. Análogamente podemos resolver las siguientes expresiones que vemos del examen: 2) , cuya solución es x = 5. 4) , que se simplifica a 5) a2b + ab2 + ab, que no se simplifica a nada, salvo sacar factor común, ab(a+b+1). El caso es que al acercar Jerry el examen al borde del pupitre para que Buddy pueda copiar, les pilla el profesor (ver imagen): Profesor: Sabes lo que pienso de hacer trampa, Jerry. Lo encuentro despreciable. Fuera de aquí. Los dos. ¡Ahora! Los envían entonces directamente a ver al Director del Centro, el Sr. B. F. O´Roark: Director: Muy bien. ¿Cuál de ustedes quiere explicar esto? ¿Jerry? Jerry: Odio admitirlo, señor, pero estaba perdido en la prueba. Así que...empecé a copiarme de Buddy. Director: ¿Esperas que crea eso? Jerry: Sí, señor. Director: Deben creer que soy muy estúpido, muchachos. (Pausa) Pero te creo. (Se levanta de la mesa y se acerca a una pizarra). Es muy fácil, Buddy. Sólo quiero que resuelvas dos problemas de esta prueba. Si lo haces correctamente, sabré que están diciendo la verdad. Si no..., tenemos un problema. Adelante, Buddy. Lo que escribe en el encerado es bastante más sencillo que las cuestiones que vimos anteriormente (en la imagen, ofreciéndole la tiza a Buddy para que escriba): De manera chulesca y amenazadora, mostrando una cara de fastidio absoluto, Buddy coge la tiza y empieza a escribir sin que veamos qué. Tanto Jerry como el director esperan con impaciencia, y finalmente muestran su sorpresa, ya que las respuestas, como vemos en la siguiente imagen, son correctas. Director: Lo hiciste bien. Sabías las respuestas todo el tiempo. Buddy: ¿Puedo irme? Jerry queda a solas con el director Director: Me decepcionas, Jerry. Buddy vino a esta escuela tratando de hacer un esfuerzo. Y en su primer día..., te aprovechaste de él. Jerry: Lo siento, señor. Director: También quiero que sepas que sé del incidente en la tienda escolar..., y de tu posesión criminal de un arma. Éste podría ser el principio de una tendencia peligrosa en tu carrera escolar...y podría tener un efecto severo en tu futuro. Te voy a estar vigilando, Jerry. Éste no es el fin. Jerry: No, señor. Sé que no lo es. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, la escena, y gran parte de la película, reitero, no están en absoluto en tono de broma, sino bastante serio. Esa clasificación que aportan la publicidad y la crítica, de “comedia”, no está nada clara a mi entender. Durante el resto de la película hay algunas situaciones que pudieran parecer cómicas, pero que al protagonista y sus compañeros no resultan en absoluto “graciosas”. 2.- Cine negro reactualizado. Prescindiré en esta ocasión de la ficha técnica y artística habida cuenta de que las matemáticas que pueden visualizarse no son más que la simple imagen que muestro un poco más abajo, pero la película en sí tiene su interés (advierto, no es apta ni para menores ni siquiera para adultos con cierta sensibilidad; a pesar de todo, desgraciadamente, la realidad, la bestialidad humana, supera la ficción; las noticias nos lo demuestran periódicamente). Se trata de El demonio bajo la piel (The Killer Inside Me, Michael Winterbottom, EE. UU., 2010). Cuenta la historia de Lou Ford (Casey Affleck), un sheriff de aparentes suaves modales que ejerce en un pueblo petrolífero de Central City, en Oklahoma. Su superior le ordena expulsar a una prostituta, Joyce (Jessica Alba), que vive en las afueras. Como era de esperar, ella se niega y lo golpea; él la azota y, semanas después de practicar sexo diariamente, descubren que en realidad se aman. Deciden huir del pueblo e iniciar una nueva vida intentando estafar a uno de los clientes de Joyce, el hijo del magnate de la construcción de Central City. Lo que Joyce no puede imaginar es que Lou tiene planes muy distintos, que van a generar una impactante espiral de violencia, engaños y cadáveres. El tráiler da una buena idea de cómo es la película (y éste si es de visión tolerable): Bien pues hay un momento, no explicado en la película, no sé si lo estará en la novela original (The Killer Inside Me, publicada en 1952 por Jim Thompson), en el que para relajarse, Lou resuelve algunas integrales (controlando el tiempo que tiene, véase el reloj en la mano), y al lado tiene un tablero de ajedrez (ver imágenes). Un sujeto por tanto con cierta cultura. Las escenas de violencia extrema hacia las mujeres son muy viscerales y deliberadamente largas y detalladas, lo que generó cierta controversia al estreno de la película. La película pretende retratar con fidelidad, para muchos con excesivo detalle, la violencia hacia las mujeres de la sociedad americana. El impacto es innegable, aunque, desde el punto de vista cinematográfico no resulten a la postre excesivamente conseguidas ya que diluyen gran parte de su eficacia al no exponer con claridad el proceso que ha llevado a su ejecutor hasta ellas. Además, el desenlace final es algo flojo y previsible. No obstante, no es una película desdeñable. 3.- ¡A jugar al Cluedo! Películas en las que el psicópata utiliza o menciona las matemáticas o alguna pauta que habrá que desvelar, hay unas cuantas. Por ejemplo, en El asesino del calendario (The January man, Pat O'Connor, EE. UU., 1989), bastante más comedida que la anterior, al estilo de los cientos de telefilmes de sobremesa con los que las cadenas privadas de televisión nos martirizan (por su ínfimo nivel de calidad) las tardes de los sábados y domingos (ésta es mejor, por supuesto), el protagonista descubre que el asesino utiliza los números primos para perpetrar sus crímenes. En la imagen, Nick Starkey (interpretado por Kevin Kline) se percata de que sólo hay 12 números primos en un mes de treinta y un días. Mirando las fechas de los crímenes observa que le falta el número 5 y el mes de enero. Casualmente (¡cómo no!) se encuentra en el 4 de enero, así que sólo le hace falta averiguar dónde tendrá lugar tal crimen. En el ya mítico libro Las matemáticas en el cine (en efecto, no me hace falta abuela) se citan algunos ejemplos más de este tipo, como el polinominado telefilme Sin motivo aparente (Family Shield, Jean de Segonzac, EE. UU., 1999) en el que la clave está en una inédita tabla de Von Guerre (o algo así, queriendo decir Vigénere; probablemente sea uno de tantos errores en el doblaje). Tampoco faltan episodios de la serie Numb3rs de análogas características. 4.- Un profe algo trastornado BIANCA Nacionalidad: Italia, 1983. Director: Nanni Moretti. Guión: Nanni Moretti y Sandro Petraglia. Fotografía: Luciano Tovoli, en Color. Montaje: Mirco Garrone. Música: Franco Piersanti. Producción: Achille Manzotti. Duración: 93 min. Intérpretes: Nanni Moretti (Michele Apicella), Laura Morante (Bianca),   Roberto Vezzosi (Comisario), Remo Remotti (Siro Siri), Claudio Bigagli (Ignacio), Enrica Maria Modugno (Aurora), Vincenzo Salemme (Massimiliano), Margherita Sestito (Maria), Dario Cantarelli (Director), Virginie Alexandre (Martina), Matteo Fago (Mateo), Luigi Moretti (Psicólogo), Giorgio Viterbo (Profesor de Historia), Mario Monaci Toschi (Edo). Y finalmente no podemos dejar de recordar a Michele, el profesor de Bianca, obsesionado con las relaciones sentimentales de sus amigos de las que lleva un completo archivo, que va degenerando neuróticamente hasta ampliar ese conjunto a cualquier persona que conoce, incluyendo sus alumnos. Por el contrario, él es incapaz de mantener una relación, ya que, según su argumento, como todo tiene su fin, ésta acabará también en algún momento, y él aspira a la felicidad absoluta. Y como en otros tantos casos, no falta quien relaciona su locura con su profesión: “Los otros no son un teorema. Estás loco”, le comenta Bianca, la profesora de francés que da título a la película. Al llegar a su destino, el director del Centro (llamado Marilyn Monroe, por cierto) le presenta a Edo, el secretario del Centro, que está tocando el piano y canturreando bastante penosamente. Michele pregunta si es el profesor de música. El director le responde que es una mente inexorable, un misterio. Para confirmarlo le hace la siguiente pregunta: Director: Dime la raíz cuadrada de 38.651.089. Edo: 6.217. Director: Tiene un cerebro electrónico. Y pensar que no sabe leer ni escribir. A su manera, es un genio. Hace un poco de todo; aunque todo lo que hace es bello, es inútil. Algo así como las matemáticas puras. Tal vez no sirvan, pero son sublimes. Aunque en esta película, no sólo Michele está como un cencerro. Cuando vemos la sala de profesores del Centro, observamos como algunos docentes juegan a las cartas, otros hacen gimnasia, otros están con un juego de coches, otro grupo en una máquina tragaperras, etc. En otra escena, en medio de una clase, el profesor de Historia vestido como un mafioso, se acerca a una gramola que está dentro del aula y pone una canción. En el Centro hay un psicólogo, pero no es para los alumnos, sino para los profesores. Es una película en la que los alumnos muestran una madurez muy superior a la de sus profesores. Algo de esto habrá visto el realizador, que es hijo de docentes. Aunque Michele confiesa “me gusta la claridad, la lógica. Un número o es positivo o es negativo. No me gustan las cosas intermedias.”, lo cierto es que se muestra incapaz de preparar las clases y no sabe responder a una pregunta elemental que los alumnos le hacen sobre el cuadrado mágico que aparece en el famoso grabado “Melancolía” de Durero. Quieren saber porqué la suma de filas, columnas y diagonales es precisamente 34. Michele: ¿Es siempre 34? Estudiante: Sí. ¿Nos lo puede explicar? Michele: Me parece fuera del programa,... Tal vez no todos estén interesados. Todos: Sí, sí, estamos interesados. ¡Explíquenoslo! Afortunadamente para él, lo salva del bochorno el timbre de fin de la clase. Un poco más adelante, en el transcurso de otra clase, Michele comenta: Michele: Ahora tiene que..., ahora tiene que estar claro, porque, en el infinito... una línea recta y una curva, coinciden. La expresión que no se ve (la tapa el rostro de Michele) es Entre esta expresión y la imagen, CUESTIÓN I: ¿Qué está explicando? Una más sencilla (aún). Un alumno está en la pizarra explicando algo. Dice lo siguiente: Alumno: Trazo la tangente T sobre la curva R,...que se encuentra con el eje X en el punto llamado omega. En el punto llamado omega. CUESTIÓN II: La misma cuestión, ¿qué está explicando? Supongo que a estas alturas, los seguidores de esta sección ya habrán recordado el significado del paréntesis del título de la presente reseña (PdM IV). Si no, no tenéis más que echar un vistazo a reseñas previas. El próximo mes, junio, propondremos nuestro tradicional “Concurso de Verano”, que no aparecerá hasta mediados de mes (disculpen los impacientes, pero son fechas muy malas). Os recuerdo que podéis dejar vuestros comentarios, sugerencias, improperios, etc., bien en el correo alfonso@mat.uva.es, bien en la página de FB dedicada a esta sección Las Matemáticas en el Cine. Pasadlo bien.
Jueves, 09 de Mayo de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Las cuatro historias que forman este libro son metáforas sobre la búsqueda de la verdad. Son cuatro relatos sobre obsesiones, obsesiones de cuatro personas que realizan su propia búsqueda para llegar a entender la naturaleza del ser humano. Según la ley tiene estructura de banda de Möbius: las cuatro historias van pasando de una a otra y la última nos conduce inevitablemente a la primera, que reanuda el ciclo del libro. 1. LEY SOBRE EXAMEN FORENSE Y AUTOPSIA De acuerdo con la ley, el cuerpo que después del óbito ofrece dudas sobre la causa de la muerte deberá ser sometido a autopsia. Ley sobre examen forense y autopsia (Dinamarca) El bioquímico canadiense Nicholas S. investiga sobre el enigma de la postura vertical del ser humano. Asiste a la autopsia de una joven que ha fallecido de hipotermia –se ha suicidado– y que ha donado su cuerpo a la ciencia. Estudia con meticulosidad el cerebro del cadáver, en cuya corteza busca ‘un determinado color verde’ que probaría la existencia de la sustancia filodoxa-tri-fosfato que –según una teoría muy controvertida– desempeñaría un papel fundamental en el movimiento bípedo del ser humano. Si esta sustancia era un error, éste era de la evolución, no suyo. Si la naturaleza había cometido un error, su misión no era ocultarlo. 2. LEY DEL TALIÓN El que maltrate a su prójimo será tratado de la misma manera; fractura por fractura, ojo por ojo y diente por diente, es decir, recibirá lo mismo que él ha hecho al prójimo. Tercer libro de Moisés, 24, 19s Tanja L., estudiante de Derecho en Suiza, tiene poderes paranormales y cree que es capaz de producir dolor a otras personas, al provocar –sin quererlo– caídas y accidentes. Desea descubrir la naturaleza del dolor, y para ello viaja a Barcelona, Madrid y París, buscando ‘pistas’ que le ayuden a entender. Su búsqueda había sido un malentendido. Había aprendido bastante sobre la fragilidad y la fuerza destructora del ser humano, pero no podía lastimarse con tanta facilidad a una persona. 3. LEY DE LA GRAVEDAD Dos cuerpos de diferente peso se moverán a la misma velocidad de caída en el vacío. Ley de la caída de los cuerpos, de Galileo René G. es un matemático danés con un único deseo: no ser nadie. Deseaba saber hasta qué punto podía acercarse un ser humano a la transparencia del no ser y estaba seguro de que, una vez hubiese alcanzado ese punto cero, podría hacer lo que se esperaba de él, proseguir sus estudios, realizar su trabajo sobre las relaciones entre los teoremas de incompletitud de Gödel y los postulados paralelos no euclidianos, y después pasar el resto de sus vida describiendo sosegados círculos alrededor del punto cero humano. Pero, no es tan fácil… 4. LEY DE LA TERMODINÁMICA Los cuerpos que se encuentran en un sistema cerrado, donde no entra energía, sufrirán transformaciones cada vez mayores. Segunda ley de la termodinámica Alette V. es  una escultora canadiense especializada en realizar bustos a los transeúntes. Adora la materia inanimada y sueña con fundirse con ella. En ese afán por despojarse de su parte humana, decide suicidarse dejándose morir por hipotermia, para que su cadáver pase a ser un objeto más en su habitación. Trasladaba las personas al mundo de los objetos. […] Ella pertenecía a los objetos, pero ¿qué era? Ha donado su cuerpo-objeto a la ciencia… será Nicholas S. el que recogerá su cerebro para avanzar en sus investigaciones.
Martes, 07 de Mayo de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/El rincón matemágico
Autor:Pedro Alegría (Universidad del País Vasco)
Existen muchos juegos de magia con la denominación común de “detector de mentiras” (en inglés Lie Detector), en los que una carta elegida aparece a pesar de que un espectador mienta sobre ella. En la entrega anterior mostramos una versión muy matemática pero muchos detalles sobre este tipo de juegos se pueden encontrar en la MagicPedia. Una ligera variante responde al título general Lie Speller (la traducción “deletreador de mentiras” no es elegante), el cual se refiere a que carta elegida aparece después de que el espectador deletrea la carta, aunque mienta en el deletreo. Esta variación es original de Martin Gardner, y una primera versión fue publicada en el número extra de invierno 1937-1938 de la revista Jinx. Como es usual en estos casos, muchas variantes, adaptaciones, mejoras y empeoramientos se han publicado desde entonces. En YouTube puedes aprender una de las más simples, atribuida a John Scarne, un gran mago del que recomiendo leer su sorprendente biografía en Wikipedia. Vamos a realizar en esta ocasión una versión automática, debida a Jim Steinmeyer (publicada en “Impuzzibilities”). Así que, con una baraja en la mano, sigue estas instrucciones. Reparte sobre la mesa tres montones de tres cartas cada uno. Toma uno cualquiera de los montones, mira y recuerda la carta que está a la vista (la carta inferior) y deja el montón sobre cualquiera de los otros dos. Toma el montón de seis cartas y déjalo sobre el restante. Recoge el montón de nueve cartas y deletrea la carta que has visto (supongamos que es el siete de picas), de la siguiente manera: Repartiendo cartas sobre la mesa, una a una, deletrea el valor de la carta. Por ejemplo, si es un siete, reparte una carta por cada letra de la palabra S-I-E-T-E. Pero, ¡atención!, puedes mentir sobre el valor de tu carta. Si lo prefieres, reparte cartas como si fuera un C-U-A-T-R-O o un U-N-O, lo que se te ocurra. Al terminar, deja las cartas que te quedan en la mano sobre el montón de cartas de la mesa. Recoge de nuevo las cartas y deletrea la palabra D-E repartiendo dos cartas sobre la mesa. Deja de nuevo las cartas de la mano sobre las de la mesa. Vuelve a recoger las cartas y deletrea el palo de la carta. Si fuera de picas, reparte cartas, una a una, mientras deletreas P-I-C-A-S. En esta ocasión, también puedes mentir sobre el palo de la carta. Si te apetece, deletrea R-O-M-B-O-S o T-R-E-B-O-L-E-S o C-O-R-A-Z-O-N-E-S, a tu elección. Deja otra vez las cartas de la mano sobre las de la mesa. Recoge las cartas de la mesa y, como no has podido resistirte a mentir en algún momento, deletrea la palabra F-A-L-S-O. La última carta repartida es la elegida. ¿Te ha sorprendido? ¿Puedes encontrar la explicación? ¿Funciona siempre? Pedro Alegría (Universidad del País Vasco)
Miércoles, 01 de Mayo de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Teatro y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Vida de Galileo es una obra del dramaturgo Bertolt Brecht (1898-1956), escrita en 1938-1939 durante su exilio en Dinamarca. El 25 de noviembre de 1939, Brecht escribe en su diario: He terminado La vida de Galilei, Me llevó tres semanas. Sólo tropecé con dificultades en la última escena. Como en Juana al final tuve que recurrir a un artificio para asegurar el distanciamiento del espectador. Aun aquellos que se entreguen a la empatía sin el menor reparo tendrán que advertir el efecto de distanciamiento en el propio camino de su identificación con Galileo. Con una actuación estrictamente épica se produce una empatía admisible. La pieza se centra en los últimos años de vida del investigador italiano. En su hogar en Florencia tiene ocasión de transmitir parte de sus conocimientos a Andrea, el hijo de su casera. Cuando Galileo hace públicos sus descubrimientos sobre el sistema solar recibe la condena de la Inquisición. Galileo debe retractarse de sus ideas por miedo a la tortura y a la pérdida de sus privilegios, pero al mismo tiempo difunde en secreto sus descubrimientos a sus colaboradores. Pasamos a describir brevemente los contenidos de uno de los quince actos en que se divide la obra. Las citas están extraídas de la traducción de Miguel Sáenz para Alianza Editorial. 1. Galileo Galilei, profesor de matemáticas en Padua, quiere demostrar la validez del nuevo sistema universal de Copérnico Estamos en 1609, en el humilde gabinete de estudio del sabio, que conversa con el  hijo de la casera: ANDREA. Mi madre dice que tenemos que  pagar al lechero. Si no, pronto empezará a dar vueltas alrededor de nuestra casa, señor Galilei. GALILEO. Di mejor que describirá un círculo, Andrea. Un entusiasmado Galileo habla sobre sus observaciones con el astrolabio y de sus asombrosos descubrimientos: GALILEO. […] Yo predigo que, antes de que hayamos muerto, se hablará de astronomía en los mercados.  Hasta los hijos de las pescaderas irán a las escuelas. Porque a los hombres de nuestras ciudades, ansiosos de novedades, les gustará que una nueva astronomía empiece a moverse sobre la Tierra. Siempre se ha dicho que los astros estaban fijos en una bóveda de cristal para que no pudieran caerse. [...] Y la Tierra gira alegremente alrededor del Sol, y las pescaderas, mercaderes, príncipes y cardenales, y hasta el mismo Papa, giran con ella. Ludovico Marsili acude a casa de Galileo para aprender ciencia, y le habla del ‘extraño tubo que venden en Ámsterdam’: LUDOVICO. Mi madre opina que un poco de ciencia es necesario. Todo el mundo hoy en día bebe su vino con ciencia. Le visita el secretario de la Universidad de Padua, donde Galileo imparte sus clases, que habla de este modo de las matemáticas: EL SECRETARIO. Vengo para tratar de su solicitud de que se le suba el sueldo a mil escudos. Por desgracia, no puedo apoyarla en la Universidad. Usted sabe que los cursos de matemáticas no traen alumnos a la universidad. Por decirlo así, las matemáticas son un arte poco lucrativa. Y no porque la República no las estime sobremanera. No son tan necesarias como la filosofía, ni tan útiles como la teología, pero ¡dan a quien las conoce tan infinitas satisfacciones! Galileo se queja de la falta de tiempo para investigar en problemas realmente importantes, debido a sus clases y a deber poner su ciencia al servicio del comercio: GALILEO. ¿Y de qué sirve la libertad de investigación si no hay tiempo para investigar? ¿Qué pasa con los resultados? ¡Quizá podría mostrar a los señores de la Signoria más investigaciones sobre las leyes de gravitación –señala un legajo de manuscritos– y preguntarles si no valen unos escudos más! [...] EL SECRETARIO. Y, en lo que se refiere a los aspectos materiales, vuelva a utilizar alguna vez algo tan bonito como su famoso compás proporcional, con el que, sin conocimientos matemáticos –cuenta con los dedos– se puede trazar líneas, calcular intereses compuestos de un capital, reproducir croquis de terrenos a mayor o menor escala y determinar el peso de las balas de cañón. GALILEO. —Sandeces. [...] Pero no me dejáis tiempo para seguir las especulaciones avanzadas que allí me acosan en mi especialidad científica. [...] 2. Galileo entrega a la República de Venecia un nuevo descubrimiento Galileo presenta su telescopio –perfeccionando al ‘tubo de Ámsterdam’–; aunque sus interlocutores lo piensan como un objeto de interés comercial, Galileo recuerda como ha observado la Luna. GALILEO. ¡Excelencia, señorías! Como profesor de matemáticas de vuestra Universidad de Padua y director de vuestro Gran Arsenal, aquí en Venecia, siempre he considerado mi deber, no sólo el cumplir con mi alta labor docente, sino también procurar beneficios excepcionales a la República de Venecia por medio de útiles inventos. Con la alegría y la humildad que es debida, hoy puedo presentaros y entregaros un instrumento totalmente nuevo, mi anteojo de larga vista o telescopio, construido en vuestro Gran Arsenal, famoso en el mundo entero, de acuerdo con los más altos principios científicos y cristianos y fruto de diecisiete años de paciente investigación de este vuestro devoto servidor. [...] Ésos creen haber recibido una baratija lucrativa, pero es mucho más. Ayer enfoqué el tubo hacia la Luna. 3. 10 de enero de 1610: por medio del catalejo, Galileo descubre fenómenos en el cielo que confirman el sistema copernicano. Advertido por su amigo de las posibles consecuencias de sus investigaciones, Galileo manifiesta su fe en la razón humana Junto a su amigo Sagredo, Galileo observa la Luna. GALILEO. Es la de la Tierra. SAGREDO. Eso es absurdo ¿Cómo puede lucir la Tierra, con sus montañas, bosques y aguas, un cuerpo frío? GALILEO. Lo mismo que la Luna. Porque los dos astros están iluminados por el Sol, por eso lucen. [...]. SAGREDO. ¿Entonces no habría diferencia entre Luna y Tierra? GALILEO. Al parecer no. [...] GALILEO. Sí, ¿dónde está ahora? ¿Cómo puede estar fijo Júpiter cuando otro astros giran a su alrededor? ¡No hay soportes en el Cielo, no hay nada fijo en el Universo! ¡Júpiter es otro sol! [...] Lo ves no lo había visto nadie. ¡Tenían razón! SAGREDO. ¿Quiénes? ¿Los copernicanos? GALILEO. ¡Y el otro también![1]. ¡El mundo entero estaba contra ellos y ellos tenían razón! [...] GALILEO. Sí, ¡y no que todo el gigantesco Universo, con todos sus astros, gira en torno a nuestra minúscula Tierra, como piensan todos! SAGREDO. ¡Es decir, que sólo hay astros!... ¿Y dónde está Dios? [...] GALILEO. ¿Soy teólogo acaso? Soy matemático. [...] ¡Tengo fe en los hombres, lo que quiere decir que tengo fe en su razón! 4. Galilei ha dejado la República de Venecia por la corte florentina. Sus descubrimientos con el anteojo tropiezan con la incredulidad de los sabios Galileo no consigue convencer a los sabios de la utilidad de las observaciones a través del telescopio: EL FILÓSOFO. [...] Señor Galilei, antes de utilizar su famoso tubo quisiéramos tener el placer de una discusión. Tema: ¿pueden existir esos planetas? EL MATEMÁTICO.  Una discusión en regla. GALILEO. Yo había pensado que miraran simplemente por el anteojo y se convencieran. [...] EL MATEMÁTICO. Claro, claro.... Naturalmente, usted sabe que, según la opinión de los antiguos, no es posible que existan estrellas que giren en torno a otro centro que no sea la Tierra, ni que no su apoyo en el Cielo. [...] Se sentiría la tentación de responder que su anteojo, al mostrar lo que no puede ser, no es muy de fiar, ¿no? [...] Sería mucho más provechoso, señor Galilei, que nos diera las razones que le inducen a suponer que, en las más altas esferas del Cielo inmutables, los astros pueden moverse libremente. EL FILÓSOFO. ¡Razones, señor Galilei, razones! GALILEO. ¿Razones? ¿Cuando una ojeada a las propias estrellas y a mis anotaciones demuestran el fenómeno? Señor mío, la discusión me parece de mal gusto. Los sabios se niegan a mirar las estrellas a través del anteojo de Galileo, y prometen una consulta sobre las ideas de Galileo al padre Christopher Clavius, astrónomo jefe del Colegio Pontificio de Roma. 5. Sin dejarse intimidar tampoco por la peste, Galileo continúa sus investigaciones La peste hace estragos en la ciudad, Galileo consuela a Andrea, cuya madre ha enfermado, hablándole de Ciencia: GALILEO, sin saber qué hacer. No llores más. ¿Sabes? Durante este tiempo he encontrado muchas cosas. ¿Quieres que te cuente? Andrea asiente, sollozando. Atiende bien, porque si no, no lo entenderás. ¿Te acuerdas de que te mostré el planeta Venus? No hagas caso de ese ruido, no es nada. ¿Sabes lo que he visto? ¡Que es igual que la luna! Lo he visto como media esfera y lo he visto como una hoz. ¿Qué te parece? Te puedo mostrar todo con una pelota y una luz. Eso prueba que tampoco ese planeta tiene luz propia. Y que gira en torno al sol, describiendo un sencillo círculo, ¿no es maravilloso? 6. 1616: el colegio romano, instituto de investigaciones del Vaticano, confirma los descubrimientos de Galileo La escena comienza con las burlas de los congregados en la Sala del Colegio Romano: UN MONJE, haciendo el payaso: Me da vértigo. La Tierra da vueltas demasiado aprisa. Permítame que me agarre a usted, profesor. Finge tambalearse y se agarra a un sabio. EL SABIO, siguiendo el juego: Sí, hoy la vieja Tierra está otra vez completamente borracha. Se agarra a otro. EL MONJE. ¡Alto, alto! ¡Que nos caemos! ¡Alto os digo! UN SEGUNDO SABIO. Venus está ya completamente torcido. Sólo le veo la mitad del trasero. ¡Socorro! A las burlas les sigue la indignación: EL FILÓSOFO. ¡Eso no se discute! ¿Cómo puede Cristopher Clavius, el mayor astrónomo de Italia y de la Iglesia, investigar siquiera algo así? EL PRELADO GORDO. ¡Qué escándalo! EL PRIMER ASTRÓNOMO. ¡Pues sigue investigando! ¡Está sentado ahí dentro, mirando fijamente por ese tubo del diablo! […] EL CARDENAL MUY ANCIANO. ¿Siguen todavía adentro? ¿No podrán terminar rápidamente con esa nimiedad? ¡Ese Clavius tendría que conocer su Astronomía! He oído decir que ese señor Galilei desplaza al hombre del centro del Universo a algún sitio marginal. Por consiguiente, ¡es un enemigo del género humano! Y como tal debe ser tratado. El hombre es el rey de la creación, lo sabe cualquier niño, la criatura más alta y dilecta de Dios. ¿Cómo hubiera podido Dios situar esa maravilla, fruto de tanto esfuerzo, en un pequeño astro aparatado y siempre en fuga? ¿Enviaría a su Hijo a un sitio así? ¡Cómo puede haber gente tan perversa como para prestar crédito a esos esclavos de sus tablas de cálculo! ¿Qué criatura de  Dios puede tolerar semejante cosa? Pero, finalmente, la comisión de investigación da la razón a Galileo: EL PEQUEÑO MONJE, furtivamente: Señor Galilei, el padre Clavius dijo antes de irse: ¡ahora tendrán que ver los teólogos cómo recomponen las esferas celestes! Usted ha vencido. Sale. GALILEO, tratando de detenerlo: ¡Ha vencido! ¡No yo, sino  la razón! 7. Pero la inquisición pone en el índice la teoría de Copérnico (5 de marzo de 1616) El cardenal Bellarmino comunica las decisiones del Santo Oficio con respecto a la teoría de Copérnico a Galileo: PRIMER SECRETARIO. Su Eminencia, el Cardenal Bellarmino, al susodicho Galileo Galilei: El Santo Oficio ha decidido la pasada noche que la teoría de Copérnico, según la cual el Sol es el centro del Universo y está inmóvil, y la Tierra no es el centro del Universo y se mueve, es demencial, absurda y herética. Se me ha encargado que le exhorte a renunciar a esa opinión. GALILEO: ¿Qué significa eso? […] Pero, ¿y los hechos? Creí entender que los astrónomos del Collegium Romanum reconocieron la exactitud de mis anotaciones. BELLARMINO. Expresando su  más profunda satisfacción, de la forma más honrosa para usted. GALILEI. Pero los satélites de Júpiter, las fases de Venus… BELLARMINO. La Santa Congregación ha tomado su decisión sin tener en cuenta esos detalles. GALILEI. Eso significa que todo investigación científica ulterior… BELARMINO. Está plenamente asegurada, señor Galilei. Y ello de acuerdo con el criterio de la Iglesia de que no podemos saber, pero nos está permitido investigar. Vuelve a saludar a un invitado del salón de baile. Puede tratar también libremente esa teoría en forma de hipótesis matemática. La Ciencia es hija legítima y muy amada de la Iglesia, señor Galilei. Ninguno de nosotros cree seriamente que usted quiera socavar la confianza en la Iglesia. 8. Una conversación Galileo conversa con un monje que le explica su razón de haber abandonado el estudio de la Astronomía: EL PEQUEÑO MONJE. —No. He conseguido penetrar en la sabiduría de ese decreto. Me ha descubierto los peligros que encierra para la Humanidad  una investigación sin freno, y he decidido renunciar a la Astronomía. […] Yo me crié en la Campania, soy hijo de campesinos. Gente sencilla. […] Se les ha asegurado  que el ojo de la divinidad está puesto en ellos, escrutador y casi angustiado; que todo el teatro del mundo está construido a su alrededor, para que ellos, los actores, puedan hacerse valer en sus papeles grandes o pequeños. ¿Qué dirían los míos si yo les dijera que se encuentran en un pequeño conglomerado rocoso, que gira incesantemente en el espacio vacío y se mueve en torno a otro astro, uno de muchos, bastante insignificante? […] GALILEO. ¡Cómo puede suponer nadie que la suma de los ángulos de un triángulo pueda contradecir sus necesidades! Pero si no se movilizan y aprenden a pensar, ni los más hermosos sistemas de riego les servirán para nada. 9. Después de ocho años de silencio, el advenimiento de un nuevo Papa, también un hombre de ciencia, anima a Galileo a reanudar sus investigaciones en la materia prohibida: las manchas solares Tras discutir con el prometido de su hija sobre sus investigaciones, Galileo retoma con Andrea sus estudios sobre las manchas solares. Habla sobre la importancia de la duda en la investigación: ANDREA. ¡Que sólo quieren besar los pies al Papa si éste pisotea al pueblo! EL PEQUEÑO MONJE, también junto a los aparatos: El nuevo Papa será un hombre ilustrado. GALILEO. Empecemos a observar por nuestra cuenta y riesgo esas manchas solares que nos interesan, sin demasiado con la protección de un nuevo Papa.  […] Y con alguna seguridad de demostrar la rotación del Sol. Mi intención no es demostrar que he tenido razón hasta ahora, sino saber si realmente la he tenido. Y os digo: dejad toda esperanza los que entráis con en la investigación. Quizá sean vapores, quizá  sean manchas, pero antes de suponer que son manchas, lo que nos vendría muy bien, supondremos que son colas de pez. Efectivamente, lo pondremos en duda todo, todo otra vez. Y no andaremos con botas de siete leguas sino con una velocidad de caracol. Y lo que hoy encontremos, lo borraremos mañana de la pizarra y sólo volveremos a anotarlo cuando lo encontremos de nuevo. [...]. ¡Quitad el paño al anteojo y apuntadlo a Sol! 10. En el decenio siguiente, la teoría de Galileo se difunde entre el pueblo. Panfletistas y cantores de baladas recogen por todas partes las nuevas ideas. Durante el carnaval de 1632, muchas ciudades de Italia eligen como tema de las comparsas de sus gremios la astronomía El cantor de baladas dedica estos versos a Galileo en pleno Carnaval: EL CANTOR DE BALADAS.  Respetados vecinos, contemplad el fenomenal descubrimiento de Galilei. ¡La Tierra gira alrededor del sol! […] ¡Galileo Galilei, el destructor de Biblias! 11. 1633: La Inquisición ordena al investigador, famoso en el mundo entero, que vaya a Roma Molestos por los libelos contra la Biblia que el pueblo difunde, los inquisidores culpan a Galileo. El Duque Cosme de Médicis aborda al científico de este modo, cuando Galileo intenta obsequiarle su libro sobre la Mecánica del Universo: COSME. Ajá, ajá. ¿Cómo van sus ojos? GALILEO. No muy bien, Alteza. Si Vuestra Alteza me permite, he escrito este libro... COSME. El estado de sus ojos me inquieta. Realmente, me intranquiliza. Me indica que quizá usted utiliza su magnífico anteojo con un exceso de celo, ¿no? […] UN ALTO FUNCIONARIO, bajando por la escalera: Señor Galilei, tengo el encargo de decirle que la Corte  de Florencia no puede ya seguir oponiéndose al deseo de  la Santa Inquisición de interrogarlo en Roma. El coche de la Santa Inquisición lo aguarda, señor Galilei. 12. El Papa El papa Urbano VIII –antes cardenal Barberini– es un hombre ilustrado, pero no puede nada contra la Santa Inquisición: EL PAPA. ¡No haré que se rompan las tablas de cálculo! ¡No! EL INQUISIDOR: […] Es la inquietud de sus propios cerebros la que aplican a la Tierra, a esta Tierra inmóvil. Y gritan: ¡Los números hablan! ¿Pero de dónde vienen esos números? Todo el mundo sabe que vienen de la duda. […] Y entonces van esos gusanos de matemáticos y apuntan sus anteojos al cielo y comunican al mundo que también allí, en el único lugar que no se os discutía, la posición es difícil. […] EL PAPA: Al fin y al cabo, ese hombre es el mayor físico de esta época, la luz de Italia, y no un iluso cualquiera […] ¡No hay que tocarlo! EL INQUISIDOR: En la práctica no habría que ir muy lejos. Es un vividor. Cedería enseguida. […] EL PAPA: Como máximo, que le enseñen los instrumentos. EL INQUISIDOR. Eso bastará, Santidad. El señor Galilei entiende de instrumentos. 13. El 22 de junio de 1633, Galileo Galilei se retracta ante la inquisición de su teoría del movimiento de la tierra El Papa no recibe a Galileo, que debe retractarse de su teoría sobre el movimiento de la Tierra, a pesar de la desilusión de alguno de sus allegados: ANDREA. Lo matarán. No terminará de escribir los “Discorsi” […] Porque no se retractará jamás. […] ¡No se atreverán! Y aunque lo hicieran, no se retractará. “Quien no conoce la verdad, es sólo un zoquete. Pero quién la conoce y la llama mentira, ¡es un criminal! […] En ese momento empieza a repicar la campana de San Marcos. Todos se quedan petrificados. […] En la calle se oye al pregonero que lee la retractación de Galileo. VOZ DEL PREGONERO. “Yo Galileo Galilei, profesor de Matemáticas y de Física en Florencia, abjuro de lo que he enseñado: que el Sol es l centro del mundo y que está inmóvil en su lugar, y que la Tierra no es el centro y no está inmóvil. Abjuro, maldigo y abomino, con corazón sincero y fe no fingida, de todos esos errores y herejías, así como de cualquier otro error y cualquier otra opinión contrarios a la Santa Iglesia”. […] ANDREA., en voz alta: ¡Pobre del país que no tiene héroes! […] Grita a Galileo: ¡Tonel de vino! ¡Devorador de caracoles! ¿Has salvado tu querido pellejo? […] GALILEO. No. Pobre del país que necesita héroes. 14. 1633-1642: Galileo Galilei vive en una casa de campo en las proximidades de Florencia, prisionero de la Inquisición, hasta su muerte. Los “Discorsi” Ya viejo y casi ciego, Galileo recibe la visita de Andrea, un hombre de mediana edad que va a partir a Holanda para trabajar como científico: ANDREA. […] Su  total sumisión ha surtido efectos. Se asegura que sus superiores han comprobado con satisfacción que, desde que usted se sometió, no se ha publicado en Italia ninguna obra con nuevas teorías. GALILEO, escuchando atentamente: Por desgracia hay países que se sustraen a la protección de la Iglesia. Me temo que se sigan estudiando las teorías condenadas. […] ¿De veras? Pausa. ¿Nada de Descartes? ¿Nada de París? ANDREA. Si. Ante la noticia de su retractación, metió en un cajón su tratado sobre la naturaleza de la luz. […] GALILEO. He terminado los “Discorsi”. ANDREA. ¿Qué? ¿Los “Discursos sobre dos nuevas ciencias: la Mecánica y las leyes de la gravitación”? ¿Aquí? […] ¡Los “Discorsi”! Hojea el manuscrito: “Mi propósito es presentar una ciencia muy nueva sobre un tema muy viejo: el movimiento. Por medio de experimentos he descubierto algunas de sus propiedades, que son dignas de ser conocidas.” […] ¡Y nosotros que pensábamos que había desertado! ¡Mi voz fue la que más alto se alzó contra usted! GALILEO. Como debía ser. Yo te enseñé la Ciencia y negué la verdad. Aunque Galileo ha terminado de escribir su ciencia de manera clandestina, confiesa a Andrea que no seguía ningún plan, que obedeció a la Inquisición por miedo al daño físico. Y diserta sobre la Ciencia: GALILEO. […] Yo sostengo que el único objetivo de la Ciencia es aliviar las fatigas de la existencia humana. Si los científicos, intimidados por los poderosos egoístas, se contentan por acumular Ciencia por la Ciencia misma, se la mutilará, y vuestras nuevas máquinas significarán sólo nuevos sufrimientos. […] Si yo hubiera resistido, los hombres dedicados a las ciencias naturales hubieran podido desarrollar algo así como el juramento de Hipócrates de los médicos: ¡la promesa de utilizar la Ciencia únicamente en beneficio de la Humanidad! […] 15. 1637. Los “Discorsi” de Galileo atraviesan la frontera italiana Andrea sale de Italia con el manuscrito de Galileo. EL GUARDIA. ¿Por qué deja usted Italia? ANDREA. Soy científico. La huida de Italia es la única manera de hacer ciencia: Andrea consigue pasar los manuscritos de Galileo para difundir.   Nota: [1] Se refiere a Giordano Bruno.
Lunes, 29 de Abril de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico

<< Inicio < Anterior 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 Siguiente > Fin >>
Página 59 de 103

© Real Sociedad Matemática Española. Aviso legal. Desarrollo web