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Escrito por Alfonso Jesús Población Sáez |
Martes 04 de Noviembre de 2014 |
Últimamente el cine se está acordando de unos cuantos matemáticos, lo cual está muy bien, aunque no tanto de las matemáticas cuya presencia sigue siendo puramente testimonial. Al hilo del pasado centenario sobre Alan Turing, llega esta biografía de alto presupuesto que probablemente veamos en la próxima gala de los Oscar. Los seguidores de esta sección probablemente recordarán la extensa reseña (en realidad dos, la nº 69 y la nº 70, de abril y mayo de 2012, respectivamente) dedicadas al espléndido telefilm Breaking the Code acerca de la vida y trabajo de Alan Mathison Turing (1912 – 1954). En ellas ya adelantábamos que con motivo del centenario del nacimiento del matemático, y de su enigmática muerte (y casi existencia), se estaba fraguando una película de alto presupuesto a la que se asociaba además a Leonardo di Caprio como protagonista principal. La producción no llegó al 2012, Di Caprio se cayó del proyecto, pero dos años después aquí la tenemos, lista para iniciar una prometedora distribución internacional. Eso sí, lo tendrá complicado para mejorar aquel modesto telefilm impecable y riguroso. Adelantamos lo que hemos podido averiguar del mismo.
Intérpretes: Keira Knightley (Joan Clarke), Benedict Cumberbatch (Alan Turing), Matthew Goode (Hugh Alexander), Charles Dance (Comandante Denniston), Mark Strong (Stewart Menzies), Rory Kinnear (Nock), Allen Leech (John Cairncross), Tuppence Middleton (Helen), Tom Goodman-Hill (Sargento Staehl), Matthew Beard (Peter Hilton), Steven Waddington (Supt Smith), Hayley Joanne Bacon (Mujer entre la multitud), Hannah Flynn (WREN), Ancuta Breaban (Wren), James Northcote (Jack Good). Argumento: Una nueva recreación de la carrera de Alan Turing y su grupo de criptoanalistas en el desciframiento de la máquina alemana Enigma durante los días más oscuros de la Segunda Guerra Mundial. Trailer de la película (en inglés) en este enlace:
Algunos datos
Desde el año 2005, el ejecutivo de Hollywood Franklin Leonard viene componiendo anualmente una curiosa “lista negra”: los guiones predilectos de los productores que por alguna razón nunca se han terminado de convertir en una película. La última publicada contiene 71 guiones. El poco interés en arriesgarse de la gente del cine queda patente en el hecho de que, según Leonard, desde que lleva en ello, ha comprobado que más de 120 de estos guiones “malditos”, cuando finalmente se rodaron, recaudaron más de 7 mil millones de libras en taquilla (sí ya sé que suena a mucho, 7 x 109, pero he comprobado que esa es la cantidad que se indica; y ya sabéis, aunque los anglosajones ponen 7 billones, nuestro billón es 1012, no 109) y ganaron una veintena de premios Oscar. Entre éstos se ha encontrado el guión de The Imitation Game, que a pesar de encabezar la lista del año 2011 habiendo sido elegido por más de 133 ejecutivos como un magnífico proyecto, no ha visto la luz hasta que The Weinstein Company adquirió los derechos por 7 millones de dólares en febrero de 2014 tras un proceso de licitación con otros cinco estudios (entre ellos la Warner Bros que finalmente abandonó la puja). Es la cantidad más alta pagada hasta el momento por los derechos de distribución en Estados Unidos de una película del mercado europeo. En este enlace puede comprobarse, por si alguien quiere verificarlo.
Después acudió a la 39 edición del Toronto International Film Festival el pasado mes de septiembre. Contra todo pronóstico, obtuvo el premio gordo del público a la mejor película (People´s Choice Award), ya que partían como favoritas Learning to drive, la última película de Isabel Coixet protagonizada por actores de tanto prestigio como Ben Kingsley y Patricia Clarkson, o St Vincent, con el incombustible Bill Murray y Naomi Watts al frente. A pesar de todo, es más que probable que aquí en España oigamos hablar más de ambas que de The Imitation Game, aunque es un buen comienzo. Finalmente, hace unas semanas, del 8 al 19 de Octubre ha sido estrenada en Europa en el 58th BFI London Film Festival, donde con todos los honores (como era de esperar en su tierra, además de que parte de la película se rodó en Londres) se programó en la Gala de Apertura del Festival. En salas comerciales se estrenará el 14 de noviembre en el Reino Unido, el 21 de noviembre en los EE. UU., en diciembre en Japón, y en enero del 2015 en Holanda y Francia. En España tendremos que esperar un poco más. A riesgo de pecar de adivinos y confundirnos estrepitosamente, es más que probable que se encuentre entre las candidatas a algún Oscar en la próxima gala del domingo 22 de febrero de 2015, y si obtiene alguno (probable; ya se sabe que a los académicos de Hollywood les molan mucho las historias de superación, homenajes póstumos, y encima pueden darse el pego de resarcir para el mundo la figura de Turing con mucho más brillo que los ingleses, además de alguna otra cosilla que no es pertinente desvelar aquí) la distribución internacional se agilizará. Polémica
Aunque no debiera ser así, pero ya se sabe como somos y nadie nos va a cambiar ahora, una buena polémica nunca viene mal a la hora de que una película haga una suculenta caja.
Los protagonistas
El actor continuó de un modo muy sincero y espontáneo: “Yo entendí un poquito, una pizca sobre la máquina Enigma y la codificación. Pero ponme delante un algoritmo, o una ecuación de segundo grado, y esta conferencia de prensa nunca terminaría para mí tratando de resolverla”. Mi impresión A riesgo de meter la pata hasta el fondo, como dije antes, por lo visto y oído hasta el momento, me da la impresión de que nos vamos a encontrar con algo similar a lo que pasó con Una mente maravillosa, de Ron Howard, sobre John Nash, otro matemático cuya vida no fue precisamente la idílica visión en muchos aspectos que daba la película. La peripecia de Turing tampoco fue un lecho de rosas precisamente, pero seguramente volvamos a tener un sucedáneo comercial pensado para acaparar galardones, donde todo está milimétricamente cuadrado y planificado (la emoción, la intriga, el romance, todo). Puede que, después de todo, su título no se refiera al famoso test de Turing (ya sabéis, una batería de preguntas a partir de cuyas respuestas poder deducir si nuestro interlocutor, al que no vemos, es humano o en realidad una máquina; recordad, en el cine, el test para decidir si uno es replicante o humano en Blade Runner), sino a la propia película: una simulación de la vida de Turing. Siendo aún más perverso, el propio desarrollo de la película imita al de Breaking the Code: comienza investigándose un robo en la casa de Turing, y de ahí, diferentes flashbacks a otros tantos episodios de la vida del matemático. Por cierto, si la entrevista mantenida para reclutar a Turing en el telefilme era prodigiosa, por su naturalidad y transmisión de información rigurosa, la mantenida aquí ni se acerca de lejos. Resulta totalmente impostada, y muy efectista (al gusto por supuesto de la comercialidad yanqui). Una diferencia respecto al telefilme se encuentra en la recreación de los años de escuela de Turing. Si en aquel se conocían por el relato de Alan y Cristopher Morcom a la madre de Turing, aquí (y también la relación entre ellos) es en las aulas. No puedo entender la razón por la que se ha evitado (se dice pero de un modo tan difuso que cabe pensar que en realidad Turing no tenía clara su identidad sexual, cuando de eso nada) una mayor claridad respecto al comportamiento sexual del protagonista, que es clave para entender mucho de su comportamiento (y eso no significa que tenga que haber escenas explícitas precisamente). Otro tic del que se abusa demasiado es el de tirar los folios por los aires cuando algo no sale al gusto del protagonista. Pero claro, ¿se puede esperar algo más de un director cuyo mayor logro ha consistido en la realización de la discutible Headhunters, violento thriller noruego salpicado de pinceladas de humor bastante grueso? (En el enlace podéis ver un trailer en castellano). Por cierto, aparecen más matemáticos en escena, después de Turing quizá el más destacable sea Peter Hilton, fallecido el 6 de Noviembre de 2010, y cuyo campo de trabajo posterior al de criptoanalista en Bletchley Park fue la topología algebraica, el álgebra homológica y de categorías. También hizo algunas aportaciones en didáctica de las matemáticas. Publicó 15 libros y en torno a 600 artículos. Sin embargo, en la película, apenas si queda perfilada su presencia (estad por tanto atentos). En todo caso, debemos estar contentos de poder contar con otra versión cinematográfica con cierto trasfondo matemático. No sé vosotros lectores, pero yo, a pesar de todo, estoy deseando verla. Y espero poder deciros cuan equivocado estaba a día de hoy. Una recomendación
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