«La presion y exigencia hacia los profesores cada vez es mayor» |
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El Correo, 20 de Febrero de 2004 VÍA PÚBLICA CIUDADANOS JOSE DOMÍNGUEZ - BARAKALDO A Modesto Arrieta le gustan más las matemáticas que un partido de la liga de las estrellas. Este catedrático de Zarautz, que recibe premios como autor literario, mostró ayer el lado atractivo de esa asignatura en las jornadas para profesores organizadas por el Berritzegune de Portugalete, Santurtzi y Sestao. -¿Por que el alumno tiene miedo a las mates? -Es un área de conocimiento difícil de trabajar si no se entiende bien. Influye mucho la comprensión de los conceptos y hace falta cierta capacidad... -¿Hay niños tontos? -No se trata de eso. Pero tampoco todos los alumnos tienen la misma habilidad para aprender matemáticas. -¿En que grado? -El potencial personal influye sólo el 33% en el aprendizaje. El resto depende de la habilidad del profesor y de la complejidad que conlleva la propia materia. -Antes los quebrados se aprendían a la fuerza.. -Sí. La letra con sangre entra decían, pero ya no. Hay que abandonar la clase magistral y hacerla atractiva para engancharles. -¿Como? -Es fácil. A los niños hay que demostrarles que las matemáticas están en la calle, por ejemplo, en una canasta de baloncesto: su aro tiene un radio y un perímetro... -¿Y a los mayores? -También se les anima con mediciones de campos de fútbol, la distancia hasta la que puede ver en el mar... Hay miles de ejemplos. -¿Afectan a todos los aspectos de la vida? -E incluso más. Es, como la lengua, de un área instrumental, una herramienta para todo. -¿Por ejemplo? -Trabaja con la capacidad numérica, espacial y, sobre todo, la lógica para resolver los problemas que surgen en la vida diaria. -¿Antes era mas fácil enseñar? -Ahora hay que motivar al alumno, atraerlo al conocimiento. -¿Y no se hace muy complicado? -En casi todos los centros hay algún profesor depresivo. Ahora la presión educativa es mayor, la autoexigencia personal, la de los padres, la relación con los alumnos... -Y la inseguridad en las aulas. -No en primaria o la universidad, pero en los institutos sí es un problema. La enseñanza es obligatoria hasta los 16 años pero, por desgracia, a esa edad ya hay jóvenes que no quieren saber nada de estudiar. |
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