El otro código Da Vinci |
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La Vanguardia, 12 de Enero de 2005 - - MARÍA-PAZ LÓPEZ. Roma. Corresponsal LOS TRABAJOS DE UN GENIAL PRECURSOR Roma exhibe el ,Código Atlántico, con maquetas de Leonardo y máquinas de hoy El genio renacentista de Leonardo Da Vinci bastaría para iluminar cualquier iniciativa, exposición o congreso celebrados a su mayor gloria, pero la novela superventas El código Da Vinci, del estadounidense Dan Brown, ha convertido en delirio todo acontecimiento relacionado con el artista e ingeniero más polifacético de todos los tiempos. Una exposición muestra desde ayer en Roma los dibujos maravillosos de las máquinas ideadas por Leonardo, junto a su plasmación práctica en maquetas de gran similitud con ingenios del mundo actual: un carro de combate, un automóvil, un traje de buzo, un paracaídas... Estas lúcidas intuiciones técnicas del genial toscano (1452-1519) figuran en el denominado Código Atlántico, compendio de una parte de los escritos y dibujos de Leonardo, que se conserva en la Biblioteca Ambrosiana de Milán y cuya copia más memorable, realizada entre los años 1894-1904 por el editor Ulrico Hoepli, puede verse también en esta exposición. La muestra, titulada Leonardo Da Vinci, un genio curioso, permanecerá hasta el 28 de febrero en el Palacio Corsini, sede de la Academia Nacional de Lincei -encargada de custodiar la edición de Hoepli del Código Atlántico-y se trasladará después a Budapest, Praga, Bratislava, Zagreb y Viena, para arribar el año que viene y el siguiente a Madrid, Barcelona y Lisboa. El Código Atlántico es el más extenso y relevante de los diez códigos en que fueron divididos los manuscritos de Leonardo Da Vinci. Lo compiló, salvándolo de la pérdida o de la dispersión, pero seleccionando según su gusto personal, el escultor y coleccionista Pompeo Leoni, quien a finales del XVI decidió separar el Leonardo científico del Leonardo artista. El código, de 1.119 páginas, contiene escritos sobre matemáticas, astronomía, botánica, arquitectura, física, tecnología militar..., pero también retazos de vida cotidiana y aspectos de la compleja personalidad del autor. "En el código encuentras dibujos botánicos, esbozos de cañones, ecuaciones matemáticas, el diseño de un planeador... -enumeró Carlo Barbieri, coordinador científico de la exposición, ayer durante la presentación oficial-, y al lado, está la lista de la compra de Leonardo, o una nota en la que se pregunta: ´¿Por qué está fría la sopa?´". En cualquier caso, independientemente de poder apreciar los dibujos alumbrados por Leonardo, lo que da el toque especial a esta muestra es ver las reproducciones de inventos y máquinas cedidas por el Museo Leonardiano de la ciudad de Vinci (región de Toscana), el Instituto y Museo de la Ciencia de Florencia y la Colección Boldetti, y también su encarnación moderna. De hecho, en su época era legendario cómo Leonardo Da Vinci no llegaba nunca a plasmar en la práctica sus diseños, y la tradición quiere que sus últimas palabras fueran: "Ditemi che qualcosa è stato fatto!" (decidme que alguna cosa se ha hecho realidad). Quizá para que descanse al fin tranquilo, junto al dibujo del proyecto de un carro autopropulsado de tres ruedas, concebido por Da Vinci en 1478, la exposición muestra el diseño de un Ferrari, para muchos la máxima expresión de la tecnología automovilística del siglo XXI. Como explicó Carlo Barbieri, la novedad de la exposición consiste en "mostrar, junto a la grandeza de la obra de Leonardo, objetos actuales de alta tecnología, para ver cómo aquel creador se anticipó". Por otra parte, estudiosos de la obra de Da Vinci afirman haber descubierto un laboratorio que había sido usado por este autor, en un monasterio junto a la basílica de la Santissima Annunziata, en Florencia. |
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