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El sueño pitagórico de Dalí
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La Vanguardia, 15 de Septiembre de 2004
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Documental
ROSA DÍAZ Frente a la imagen frívola que a menudo acompaña al pintor de Port Lligat, ‘Dimensión Dalí’ descubre un creador seriamente implicado con los avances de la ciencia y sus implicaciones sociales
El trabajo obvia el Dalí histriónico, estridente y a veces patético, para descubrir un hombre ávido de conocimientos


Si Dalí estuviera vivo estaría delirantemente fascinado y muy seriamente interesado por la clonación, incluso es probable que concertara una cita con alguno de los científicos del Roslin Institut, padres del primer mamífero clonado. Quizás sea aventurado elucubrar sobre lo que haría o pensaría el Dalí del siglo XXI, pero no lo es tanto si analizamos su figura y su obra desde el punto de vista que lo hacen los autores del documental Dimensión Dalí. Este trabajo de Joan Ubeda, Eli Pons y Susi Marquès obvia el Dalí histriónico, estridente y a veces patético y apunta a las entrañas mismas del hombre culto, inteligente y ávido de conocimientos que durante toda su vida devoró literatura científica e hizo de la ciencia el principal alimento de su energía creativa.

Dalí ha sido estudiado desde mil perspectivas, pero el firme vínculo que une la obra de Dalí con la ciencia a lo largo de toda su trayectoria artística es el capítulo que menos páginas ha llenado. La lectura psicoanalítica de su obra ha eclipsado la lectura científica, de la misma manera que en el imaginario colectivo el Dalí exhibicionista que aceptó prebendas de la España franquista sigue eclipsando al intelectual.

Sin embargo, la ciencia no fue uno más de los disfraces con los que Dalí construyó el personaje mediático que le dio fama y dinero. La física, la biología y las matemáticas fueron para Dalí una forma de conocimiento con una gran capacidad de sugerencia poética, una manera de trascender la realidad inmediata, una religión y un camino para vencer a la muerte.

Así lo explican los científicos con los que Dalí se relacionó a lo largo de su vida y cuyo testimonio se han preocupado de recoger los autores de Dimensión Dalí antes de que fuera demasiado tarde. Lamentablemente, en algunos casos ya es demasiado tarde. El príncipe y matemático Mathila Ghyka que colaboró estrechamente con Dalí en la realización de Leda atómica ya ha fallecido y el eminente matemático René Thom, autor de la teoría de las catástrofes que tanto interesó a Dalí en la última etapa de su vida, murió en 2002. Pero el equipo de Dimensión Dalí ha llegado a tiempo para registrar los recuerdos y reflexiones de Ilya Prigogine, premio Nobel de Química que murió poco después de ser entrevistado, y del bioquímico Joan Oró, -fallecido el pasado 2 de septiembre-. También el premio Nobel por el descubrimiento del ADN, James Watson, el matemático Thomas Banchoff o el físico Jorge Wagensberg frecuentaron a Dalí en vida y todos ellos recuerdan la familiaridad con la que manejaba conceptos científicos complejos.

La ciencia fascinó a Dalí desde su juventud hasta su lecho de muerte e impregnó toda su obra, de manera que repasar su trayectoria artística a la luz de la ciencia no sólo ofrece otra dimensión del artista, sino que da pie a un recorrido histórico por algunos de los acontecimientos científicos más relevantes del sigo XX. La obra de Dalí se revela en el documental como un útil instrumento de difusión científica y, de la misma manera que, en vida, Dalí utilizó su tirón mediático para lanzar a los cuatro vientos la importancia del descubrimiento del ADN, Dimensión Dalí usa la fuerza de las imágenes dalinianas para abordar una disciplina generalmente ausente en las parrillas de programación televisiva: la ciencia.

Cronológicamente, el primer padre espiritual de Dalí fue Freud, en una época en la que el psicoanálisis era considerado un método científico, pero éste es el aspecto de su obra más estudiado y conocido y no merece la pena detenerse. Dimensión Dalí inicia su recorrido científico por la obra de Dalí con Einstein y su teoría de la relatividad del tiempo, que fue la fuente de inspiración de los relojes blandos, icono del siglo XX. La siguiente parada obligatoria es Heisenberg, el descubridor la estructura del átomo tal como la conocemos hoy en día. Este descubrimiento es la base estética y filosófica de su etapa místico-nuclear y da elementos a Dalí para defender su concepción del mundo como un todo ordenado y equilibrado.

Pero la fascinación de Dalí por Heisenberg también da pie a revisar el surrealismo, y ésta es una de las aportaciones más interesantes del documental, que saca a la luz una muy poco conocida teoría del estudioso Gavin Parkison, que defiende que las dobles imágenes de Dalí están estrechamente relacionadas con el principio de incertidumbre de Heisenberg. Según este principio, si analizamos una partícula podemos conocer la velocidad o la posición, pero no ambas cosas con precisión, de la misma manera que si observamos la obra de Dalí El enigma sin fin podemos ver una montaña o un perro perdiguero, pero no podemos ver las dos cosas a la vez con claridad.

Otro hallazgo del documental es la interpretación que hace de la firma de Dalí, que en ocasiones remataba con lo que parece una corona, pero que, tal como dice el propio artista en una imagen de archivo rescatada, es una representación de la fotografía estroboscópica de la caída de una gota de leche. Estos hallazgos demuestran que el binomio ciencia-Dalí es un buen camino para revisar al artista y, especialmente, su a menudo vilipendiada época mística. Y también la demostración de que productos televisivos como Dimensión Dalí pueden afrontar con originalidad temas de calado. Aunque formalmente no rompe esquemas, el documental es arriesgado porque se sumerge en un tema que podría resultar denso y lo hace apto para profanos sin perder rigor y con proezas como explicar el cubo de cuatro dimensiones o hipercubo en menos de un minuto. Una explicación que resulta crucial para comprender la concepción de la obra Corpus Hipercubicus, en la que Cristo aparece ante un cubo de cuatro dimensiones desplegado. Dios y las matemáticas como parte de una misma dimensión superior.

 

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