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«La cámara muestra las cosas más profundas e invisibles», dice Bill Viola
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DEIA, 23 de Junio de 2004
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Maite Redondo. Bilbao VIDEOARTE El artista neoyorquino expone sus últimos trabajos en el Museo Guggenheim

«DESDE NIÑO, cuando estuve a punto de ahogarme con seis años al caer a un lago, tengo la sensación de que hay algo profundo, más allá de la compresión humana». Quizás por ello un día el artista neoyorquino Bill Viola, que expone sus últimos trabajos en el Guggenheim, decidió coger una cámara y transmitir con ella «las cosas más profundas e invisibles y guardar la memoria de aquellas cosas o personas que ya no están entre nosotros. El vídeo es uno de los medios más profundos que podemos encontrar. Cuando tenemos una cámara o una grabadora, estamos obteniendo una parte del tiempo, en el que se muestran también las ausencias de las cosas y el paso del tiempo que no volverá. Para mí el videoarte es una experiencia religiosa, diría que es una experiencia espiritual».

El trabajo de Bill Viola, acaso el más importante maestro del videoarte de todo el planeta, se distingue por su innovación tecnológica y por su profundo arraigo con el arte del pasado. Un artista "high-tech", un exponente de la nueva tecnología de la imagen, que sintoniza con los maestros antiguos y se confunde con ellos en las salas de los museos, como demostró recientemente en su exposición en la National Gallery de Londres. «Fue muy emocionante. De una forma básica, se puede decir que la lente de la cámara utiliza las mismas matemáticas, en lo que es la perspectiva lineal, que utilizaban los artistas del Renacimiento».Reconoce además que ha recibido influencias de maestros italianos como Giotto, «un pintor genial que empezó a trabajar a principios del siglo XIV, cien años antes del Renacimiento, y que tenía un nuevo concepto de lo que era el espacio del tiempo. Yo diría que los antiguos maestros realmente eran jóvenes radicales porque Miguel Ángel tenía 24 años cuando hizo la Pietà para la Basílica de San Pedro, Alberti tenía 28 cuando hizo la Santa María Novella en Florencia... Eran como los freaks de los ordenadores de esta época. Tampoco gustaban a los artistas anteriores, porque pensaban que lo que hacían era un truco. En la historia hay momentos de cambio, y creo que ahora también estamos viviendo uno de esos momento».

Explica Viola que «vivimos en una época de la información. De la cámara hemos pasado al ordenador, de una conexión óptica hemos pasado a una infraestructura que conecta toda la superficie y que hace que todo sea posible. Para las nuevas generaciones, Internet es igual que beber un vaso de vino, por lo que tiene sentido que el arte del pasado y del presente esté conectado».

Momento de transformación

Para el artista neoyorquino, el mundo del videoarte se encuentra en un momento de transformación por la aparición de nuevos elementos técnicos que conlleva la tecnología digital aplicada al tratamiento de la imagen. «Ahora podemos realizar un mapa sónico del espacio en que nos encontramos. Ya no es el ojo el que está creando los efectos visuales, es la mano la que los crea. Un ejemplo de todo lo que estoy diciendo son los extraordinarios efectos especiales que se han utilizado en la trilogía cinematográfica de ,,El Señor de los anillos,,. De ahora en adelante, se nos abre un abanico de posibilidades que pueden ser extraordinarias».

 

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