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Matemáticas, la bestia negra de la educación
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DEIA, 12 de Diciembre de 2004
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Rosana Lakunza. Bilbao Las matemáticas están consideradas por muchos estudiantes como una auténtica tortura. Unas jornadas organizadas en Bilbao quieren demostrar la importancia de esta asignatura en la vida cotidiana

RAÚL IBÁÑEZ cree que las matemáticas son asequibles para todos los cerebros hasta un nivel. Está convencido de que enseñar esta asignatura desde parámetros correctos es enseñar a pensar a los alumnos. Maite piensa que alguien las inventó para amargarle la vida. Es su caballo de batalla desde que pasó de restar y sumar. «Para mí es un éxito mantener el aprobado y entender por lo menos la mitad de lo que explican en su clase». El futuro está próximo y ha hecho una investigación a fondo sobre las posibilidades que tiene en la universidad para librarse de ellas en los cursos de bachiller.

Bilbao ha sido el centro de unas jornadas sobre esta materia. Durante dos jueves seguidos Enrique Zuazua y Fernando Corbalán han explicado en Biblioteca de Bidebarrieta cómo influyen las matemáticas en la vida cotidiana. Quieren desmentir de alguna forma lo que siempre aparece en los estudios e informes cuando se pregunta por ellas. Esta es la respuesta más generalizada: «Difíciles, abstractas, aburridas...».

El 98% de los alumnos que se encuestados dicen odiarlas. ¿Pero cómo andan los estudiantes en esta materia y otras? Cada tres años se hace un estudio internacional que mide los niveles de los escolares de quince años en matemáticas, comprensión lectora y ciencias.

Esta semana han salido los datos correspondientes al estudio PISA 2003. Euskadi, Cataluña y Castilla León han participado por independiente y han aprobado. El resto del Estado español no supera la media, ni se acerca a ella. Y hay datos tan preocupantes como que un 23% de los alumnos que están a punto de terminar secundaria no lleguen a los conocimientos básicos en ciencias y matemáticas y que la comprensión oral se sitúe bajo mínimos. Los quinceañeros vascos están en la media salvo en ciencias. El departamento que dirige Anjeles Iztueta se propone dotar de recursos suficientes a la enseñanza de la comunidad para pasar este bache en el próximo estudio que se realizará en 2006. Las críticas entre partidos ante estos datos no se han hecho esperar; falta de contenidos, falta de inversiones, modelos equivocados y un largo etcétera de reproches que se han lanzado PP y PSOE.

Pero volviendo a las jornadas que se han celebrado en la Biblioteca de Bidebarrieta cabe señalar que los profesores Enrique Zuazua y Fernando Corbalán, han puesto de manifiesto que la telefonía móvil, las cámaras digitales, los ordenadores, la predicción del tiempo, la gestión de fondos de inversión, el scanner o el desarrollo económico, científico y tecnológico de un país, entre otros, dependen y funcionan a través de las matemáticas.

Raúl Ibáñez, también ponente de estas jornadas, realizó un paseo por la vida cotidiana a través de las matemáticas. Está claro que es una materia que está detrás de la maquinaria que mueve el mundo, nuestra vida. Dicen los expertos que la tecnología que nos permite hasta respirar se base en está disciplina. ¿Cuánto tardaría el planeta Tierra en pararse si fallan los sistemas tecnológicos? Dicen los expertos que tres días aproximadamente. Pero es en las aulas donde germina rencor, desconocimiento e impotencia ante una materia que parece incomprensible para los comunes de los mortales y que es considerada sólo acta para mentes privilegiadas. Ibáñez está en desacuerdo en que las matemáticas estén sólo destinadas para unos pocos. «Es como el ballet. ¿Puedo bailar yo ballet? Sí. ¿Puedo ser un número uno? No.

Los malos resultados

Pero la realidad hecha estadística no concuerda mucho con esta explicación. En centros vascos es frecuente que en un aula del ciclo de Secundaria suspendan 18 de 25 alumnos: «No tendría que ocurrir, pero es más habitual de lo que debiera. El argumento es el mismo, falla el método académico». Señala Ibáñez. También habla de lo importante que enseñar y comprender el lenguaje matemático y que éste debe ser bien transmitido a los alumnos.

A tenor del análisis realizado al estudio PISA es seguro que Pitágoras, Thales, Descartes y otros muchos pensadores se rebelarían. Tampoco se quedaría muy tranquilo Cervantes con los niveles de comprensión lectora. Los expertos en esta y otra materia se sorprenden, a veces, desagradablemente con los alumnos que llegan a la universidad : «No sólo se puede considerar escaso el nivel en las áreas de matemáticas, es bajo en general. Creo que hay pocos contenidos, que hay poco espíritu de esfuerzo. Para entender las materias, para saber el porqué de muchos conceptos es necesario que los alumnos se acostumbren a trabajar. El estudio es trabajo, no es un juego. Lo primero, hay que enseñar a los niños a pensar desde pequeños, es necesario que sepan razonar para conseguir llegar a las herramientas adecuadas que permitan resolver cualquier tipo de problema».

Pero alumnos como Maite siguen desesperándose y perdiéndose en los vericuetos del álgebra, los logaritmos, las integrales, las derivadas, las hipotenusas... Son muchas las personas que dicen no necesitar las matemáticas para nada en la vida, aunque vivan en un mundo envuelto en números. Hace unos meses un político decía con toda la solemnidad que le daba su cargo que en cuanto llegara al poder iba dar un giro de trescientos sesenta grados a una situación concreta. Es evidente que lo que quería era cambiar radicalmente un tema. Con esa frase dejaba la solución en el mismo punto del que partía. Posteriormente añadió que él no había necesitado las matemáticas para nada. Es posible que por eso en planes de Educación los giros no sean de ciento ochenta grados y propicien un cambio, sean más bien de trescientos sesenta y todo quede igual, igual de mal. Matemáticas es para muchos sinónimo de inteligencia. Para algunos sí, pero son muy pocas las personas que destacan en esta materia las que mantienen este pensamiento: «Es importante todo, no se puede vivir de espaldas a la filosofía, las historia, la lengua, la literatura... las buenas notas exclusivamente en matemáticas no dicen nada. Y es que los resultados académicos son muy relativos. Un alumno inteligente puede obtener un resultado más bajo que otro que haya memorizado las fórmulas y las haya aplicado correctamente. Todo es muy relativo, incluso cuando se habla de coeficientes intelectuales. Personas con una gran capacidad e inteligencia han sacado test muy bajos». Ver esta materia como un juego, incrementar sus contenidos y la dedicación desde los enseñantes, visitar los museos de la Ciencia, leer para comprender dónde están el problemas y quitar el miedo razonable que inspiran pueden ser las mejores soluciones.

La aplicación de las matemáticas se extienden a todos los ámbitos de la vida.
Odiadas por muchos, pero cotidianamente útiles .
Ámbito escolar Es posible que el rechazo a las matemáticas estén motivadas por fallos en los métodos de enseñanza.
Razonar Enseñar a resolver problemas no es sólo cuestión de aplicar fórmulas, es análisis y estudio.
Aisladas La educación ha aislado una materia que está relacionada con el resto de las disciplinas académicas.
Juegos Iniciar a los niños de primaria en los juegos matemáticos es una solución para que no la rechacen en el futuro.
Profesorado Es necesario que tengan los conocimientos suficientes y sepan comunicarse con los alumnos y transmitirles entusiasmo por la materia.

 

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