Otra mirada a la ciudad |
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El País, 8 de Noviembre de 2004 APUNTES COMUNIDAD VALENCIANA GUILLERMO MUÑOZ Numerosos institutos de Secundaria, de toda la Comunicad Valenciana, disfrutan de una iniciativa, las rutas matemáticas, que la Universitat de València coloca por segundo año consecutivo en su extenso cartel de divulgación. Escolares de entre 13 y 17 años, guiados por monitores y sus respectivos profesores, se pueden sumar a cuatro paseos matemáticos diferentes, diseñados por Luis Puig Espinosa, Tomás Queralt Llopis y Onofre Monzó del Olmo, con el apoyo del gabinete de política científica y su directora, Soledad Rubio. Colaboran con la cátedra de divulgación de la ciencia Cañada Blanch y la Sociedad de Educación Matemática de la Comunidad Valenciana Aal-Khwärizmi. Son rutas que nos adentran en el centro de la ciudad, paseando por las callejuelas estrechas de un casco antiguo que aún no ha olvidado su pasado medieval. O nos sumergen en los recién instalados jardines contiguos al Museo Príncipe Felipe y al Oceanográfico, visitando también las nuevas arquitecturas. Incluso alguna queda enmarcada en la red modernista de Valencia, a través de un circuito entre las calles del Ensanche y sus proximidades. Edificios tan emblemáticos como la antigua sede de la Universidad en la Nao, o el Jardín Botánico son visitados y analizados en las rutas. Cada una abre un recorrido por el espacio y el tiempo, presentando tanto la historia, las anécdotas, como los conceptos que los matemáticos dejaron entre los edificios. Cuestiones tan básicas como las cónicas, la proporcionalidad y las simetrías se tratan en cada una de ellas. Pero también se abordan temas más complejos como los fractales, la topología de superficies no orientables, o los mosaicos y sus grupos que pueden reconocerse a lo largo del camino. En todas ellas, las matemáticas salen del aula, para adquirir un contexto, con una finalidad dual: acercar la ciencia a la vida, para dibujar un mapa científico menos conflictivo. Un mundo especializado, convulso, necesita de la divulgación para poder llegar a comunicarse, y hacer de la cultura una única. Los objetos cotidianos que se encuentran en las rutas nos muestran que, además de sugerirnos belleza, pueden aportar conceptos. Por medio de la realidad más próxima, el arte, la ciencia y la tecnología se pueden dar la mano, para generar una experiencia divulgativa más completa y atractiva. |
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