Para explicar la aparente paradoja, basta observar que el intercambio de las dos piezas superiores hace
aumentar (o disminuir) ligeramente el tamaño de cada duende, de modo que, entre todos los personajes, compensan la
desaparición (o aparición) de uno de ellos.
Veamos con las figuras siguientes (con los personajes colocados en línea para facilitar la observación)
la verdadera situación: