Cuando dos y dos no son cuatro
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La Vanguardia, 15 de Febrero de 2002
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El dedo de Colón
NÚRIA ESCUR Más de mil niños de escuelas públicas de Sarrià y Sant Gervasi celebrarán la Fira de la Matemàtica por las calles del barrio

Por fin se han acabado los horteras corazones rojos del día de los enamorados y las sardinas con tutú en la cintura, camino de su entierro. Pero los días dedicados a motivos especiales siguen su camino, incluso fuera de lo comercial.

La próxima semana -el miércoles- se celebrará en Barcelona la llamada Fira de la Matemàtica. Se calcula que 1.600 niños y niñas de las escuelas públicas del distrito de Sarrià y Sant Gervasi saldrán a la calle a festejar algo tan curioso como un homenaje a los números. Curioso y bienvenido porque uno creía que, casi siempre, este tipo de jornadas acababan en el papel maché, el barro, la poesía o la danza, manifestaciones escolares que, para entendernos, siempre dejan en mejor posición a "a los de letras" que "a los de ciencias". Un día dedicado a esa mágica y difícil disciplina conseguirá, seguro, que más de uno la vea como algo asequible y el lío de quebrados y raíces cuadradas no se le atragante de por vida.

Así lo ve Montse Sais, directora del colegio Tàber: "Hay que demostrarles que las matemáticas también pueden ser lúdicas". Insiste, también, en el peligro de que acostumbremos a nuestro hijos a echar mano, siempre, de las nuevas tecnologías, de modo que nuestros vástagos acaben creyendo que no sirve de nada aprender las tablas cuando hay calculadoras, o geografía cuando existe Internet o la franja horaria cuando hay relojes digitales: "Yo siempre les digo -comenta Montse Sais- que cuando, un día, oigan que alguien va a esquiar a los Alpes no van a llevar el ordenador debajo del brazo para poder buscar dónde cae eso".

Los alumnos de las siete escuelas -a saber: Dolors Monserdà-Santapau, Nabí, Costa i Llobera, Orlandai, Poeta Foix, Tàber y Xiprers- llegarán de trescientos en trescientos a los tenderetes donde recibirán asesoramiento de profesores y miembros de la Universitat Autònoma y la Central. Para finalizar la jornada, se ha previsto una conferencia a cargo de Jordi Deulofeu, profesor de Didáctica de la Matemática de la UAB que explicará virtudes y despropósitos del país de los números en la sala de plenos del distrito, a las 18.30 horas.

Al proyecto han añadido su voluntariado algunas tiendas del barrio -las llamadas "botigues amigues"- que se ofrecen a ser, ese día, algo así como la cruz roja ambulante de los pequeños que necesiten beber agua, visitar un lavabo o ponerse una tirita. Por cierto, hermoso tríptico el que ha elaborado el Ayuntamiento de Barcelona para anunciar el señalado día. En él, las más extrañas combinaciones de objetos cotidianos se convierten en números: tenedores que rinden homenaje al 3, tubos a modo de 6, hogazas de pan y neumáticos que son ceros, pinzas de tender la ropa en forma de 1, aspirinas y raviolis con espíritu de 8, tapones de corcho dispuestos para ser un 4.

Llevan días preparándolo y, sin duda, será un éxito. Pero sería deseable que, además de las reglas matemáticas, alguien les enseñara que también existen las ciencias no exactas, lo que se escapa a lo comprobable, lo que esquiva a la razón, y que, en la vida, a veces, dos y dos no son cuatro.

 
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