Más sobre el debate del milenio
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La Vanguardia, 10 de Agosto de 1999
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CARTAS DE LOS LECTORES
ISAAC ROSA CAMACHO. Madrid Infalible con las matemáticas, al señor Santdiumenge i Gay le falla la lógica en su carta sobre el cambio de siglo y de milenio. Impaciente por celebrar el milenio, el cronométrico lector opta por mutilar el milenio y, para ello, recurre al argumento más tramposo: aplicar series numéricas que son incompatibles con la cronología vigente.
Siguiendo su pormenorizado razonamiento, concluye que a las 23 h 59,59,, + 1,, del 31/XII/1999 se habrán cumplido 2.000 años. Eso sería posible si el calendario gregoriano arrancase en el 1 de enero del inexistente año cero. Puesto que no es así, y del año primero antes de Cristo se pasó directamente al año primero después de Cristo, en la media noche del 31 de diciembre del año primero se cumplió un año justo: el primer año de la era cristiana. El 31 de diciembre del año segundo, habían transcurrido dos años. Si seguimos con esta cuenta, el 31 de diciembre del año noveno (año 9 d.C.) se habían cumplido nueve años. Y, por lógica, el 31 de diciembre del año 1999 se habrán cumplido... 1999 años. Ni uno más, ni uno menos. Como ha recordado el Observatorio de Greenwich, que de esto algo sabe, el siglo XXI y el tercer milenio comenzará el 1 de enero del 2001, a no ser que fantaseemos con un año cero del que no hay constancia histórica o que, aferrados al peso de la convención -¿y qué es el tiempo sino una convención?- decidamos acortar este milenio y dejarlo en sólo 999 años, para que en adelante se cumpla siempre la cuenta en números redondos.

 
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