Laplace. El matemático de los cielos
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Laplace. El matemático de los cielos
Categoría: Historia de las matemáticas
Autor:
Javier Bergasa
Editorial:
Nivola
Año de publicación: 
2003
Nº de hojas:
222
ISBN:
84-95599-63-5

Según se encargaba de señalar Borges, a todas las personas les toca vivir tiempos difíciles. Pero remedando a otro escritor, Orwell, que estuvo por estas tierras y de quien este año se cumple el centenario, a algunos les tocan tiempos más difíciles que a otros. Y entre los últimos están todos los que tuvie-ron que navegar por los procelosos años que transcurren entre la Revolución francesa y la vuelta de los Borbones, que incluye el imperio napoleónico, con sus verdades oficiales cambiantes y sus núcleos de poder poco permanentes e inestables. Un tiempo que cambió hasta la base de la unidad de medida (con la definición de metro) y la forma de medirlo (con el efímero calendario republicano), labores ambas en las que estuvo involucrado el personaje objeto del libro que comentamos.

Porque toda la modernidad tiene un importante punto de inflexión en 1789, y lo mismo pasa con la ciencia en general y la matemática en particular. De forma que no es casual que varios de los libros de la colección que acoge el de Javier Bergasa estén dedicados a personajes relacionados con esa época (como Legendre, Monge, Lagrange, y, en parte, Galois), ya que en ese tiempo se dieron cita en Francia una constelación de sabios que se vieron implicados no sólo en las ya por sí difíciles gestiones de supervivencia y ascenso en el mundo científico, sino además en las inestables relaciones sociales, teniendo que conseguir la adscripción al bando vencedor en cada momento (o al menos no del perdedor), imprescindible en periodos de guillotina fácil. Y así sucedió que alguno de los importantes se perdió en el camino, como Condorcet, que se suicidó antes de pasar por la máquina.

Lo cierto es que Laplace (1749-1827) fue logrando sobrevivir sin pasar inadvertido, puesto que si ya tenía una posición antes de 1789, llegó a ministro de Interior y fue senador con Napoleón y el Borbón restaurado le nombró marqués. No cabe duda que es todo un alarde de adaptación o de camaleonismo, lo que hace que, como se recoge en el libro, su actitud se asociara a la del vicario de Bray, que en los tiempos de cambios de religión en la Inglaterra de Enrique VIII fue dos veces papista y otras dos pro-testante y ante las acusaciones de oportunismo replicó: No es así en absoluto, puesto que si bien cambié de religión, estoy seguro de haber permanecido fiel a mi principio de qué es vivir y morir como vicario de Bray.

Laplace no sólo se ocupó de mantener la aguja de marear marcando buen rumbo, sino que no dejó de hacer ciencia punta, sobre todo en astronomía, pero también en el desarrollo de la probabilidad. Y, a la vez, por si todo eso fuera poco, una gran labor como pedagogo y como divulgador de alto nivel, formando un grupo de presión con otros científicos de otras áreas, como Berthollet o Gay Lussac, lo que da idea de la capacidad intelectual del personaje.

Javier Bergasa nos desgrana la vida y la obra de Laplace con una pluma ágil, que da lugar a un recorrido ameno y documentado por los acontecimientos sociales, políticos y científicos de la época. Y además, consecuencia de su dominio del tema, nos presenta de forma rigurosa y comprensible lo fundamental de su obra matemática. Salva de forma brillante el difícil compromiso entre la divulgación novelesca y la puesta al alcance del lector de unos resultados matemáticos complicados, permitiendo una lectura placentera y provechosa para quien no quiera verse enredado en complejos razonamientos científicos, en paralelo con una excelente vulgarización de los logros de Laplace para los que estén más interesados en ellos.

Es un destacado eslabón más en la excelente trayectoria de la colección `La matemática en sus personajes, de la editorial Nivola que ha venido a llenar una laguna en la literatura científica de nuestro país.

(Reseña aparecida en la revista SUMA nº 46 Junio 2004 )
 Materias: laplace, Legendre, Monge, Lagrange, probabilidad, astronomía
 Autor de la reseña: Fernando Corbalán (I.E.S. Francisco Grande Covián)

 
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