Sánchez Pérez, José Augusto (1882-1958)
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Escrito por Maria Victoria Veguín Casas (IES Beatriz Galindo de Madrid)   

José Augusto Sánchez Pérez José Augusto Sánchez Pérez nació en Madrid el 30 de noviembre de 1882 en el seno de una familia dedicada a la enseñanza ya que su padre Mariano Sánchez Bruil era catedrático de Instituto de Segunda Enseñanza y auxiliar de la Universidad. Sus estudios de primaria y secundaria  los realizó en Zaragoza, ciudad en la que ejercía su padre. También en esta ciudad comenzó la licenciatura. Posteriormente se trasladó a Madrid.

Durante los cursos 1903-1904 y 1904-1905 impartió clases en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central como encargado de curso en las asignaturas de Geometría Métrica y Geometría descriptiva. Realizó su tesis doctoral en el año 1905. El título de su tesis fue Memoria sobre los cuaternios, bicuaternios y enecuaternios.

También cursó la Licenciatura en Ciencias Químicas y una asignatura de lengua arábiga en la facultad de Filosofía y Letras de la Facultad Central.
Continuando la tradición familiar se presentó a las oposiciones de catedrático de Instituto obteniendo la plaza de matemáticas de Baeza en el año 1908. Después de sucesivos traslados a Jaén y Guadalajara consiguió la plaza en el Instituto Beatriz Galindo de Madrid en el que permaneció hasta su jubilación en el año 1952.
Murió en Madrid el 13 de noviembre de 1958.
A pesar de la gran labor que realizó su nombre es desconocido para muchos estudiantes de matemáticas.

Su interés por la historia y por el árabe surgió desde que era muy joven. Sabemos que comenzó sus estudios de árabe en 1902 ayudado por los arabistas Julián Ribera y Miguel Asín Palacios. Sus conocimientos de latín, griego y árabe le permitieron abordar el estudio de manuscritos en estas lenguas investigando textos escritos en la Edad Medía que se encuentran depositados en la Biblioteca del Monasterio de El Escorial. Trabajo desde joven en el Centro de Estudios Históricos de la Junta de Ampliación de Estudios en las secciones de filosofía e instituciones árabes. También colaboró entre 1918 y 1934 en el Laboratorio y Seminario Matemático (Instituto Jorge Juan de Matemáticas después de la Guerra Civil).  En el año 1922 se le nombra director de investigación de este Laboratorio.
Fue miembro fundador de la Sociedad Matemática Española y del Grupo español de la Academie Internationale d´Historie  des  Sciences.

Sus trabajos sobre historia de las matemáticas fueron reconocidos por las Academias de Historia y de Ciencias. En 1918 fue nombrado Académico Correspondiente de la Academia de la Historia siendo posteriormente en 1934 uno de los fundadores de la Asociación Nacional de Historiadores de la Ciencia Española. En la Academia de Ciencias ingresó en el año 1934 versando su discurso de entrada sobre el matemático portugués D Juan Bautista Labaña.


En la base de datos de la Biblioteca Nacional están registradas treinta nueve obras a su nombre. Estas obras las podríamos dividir en cuatro apartados que nos informan de los temas por los que se interesó:

  1. Historia de las matemáticas árabes en nuestra Península.
  2. La figura de Alfonso X el Sabio.
  3. Historia de las matemáticas y de las ciencias.
  4. Varios: En este apartado se incluyen diversos artículos históricos, cuentos y novelas.

Comentaremos brevemente algunas  obras del primer apartado ya que dado los conocimientos de árabe que poseía, fue el primer historiador español de las matemáticas que se habían realizado en al Andalus.

  • La Biografía de Cheber Benaflah de Sevilla. Esta obra escrita en 1911 fue su primer trabajo sobre el tema. El origen de esta obra estuvo en el Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias que se celebró en Granada en 1910. El arabista Antonio Almagro Cárdenas había realizado en este Congreso la propuesta de poner al pie de la Giralda de Sevilla una inscripción conmemorativa del matemático Chéber Benaflah al cuál le atribuía ser el arquitecto de la torre,  Sánchez Pérez  se propone verificar estos datos y descubre la verdadera obra de este matemático que no era el arquitecto de la Giralda.
  • La traducción del árabe al castellano del manuscrito 936 de la biblioteca escurialense, fondo árabe: El Algebra de Abenbeber. En este libro se ve que los enunciados de  problemas de álgebra se repetían siglo tras siglo como lo prueba el capítulo dedicado a los problemas sobre el diez. En este capítulo propone nueve problemas en los cuáles hay que dividir el diez en dos partes que cumplan una determinada condición. Dos de estos problemas son los siguientes::
    “El diez lo divido en dos partes; multiplico cada parte por si misma, sumo los dos productos y vale ochenta y dos”
    “El diez lo divido en dos partes, multiplico una de las dos partes por cinco, divido lo que resulta por la segunda, tomo la mitad de lo que sale y resulta diez”

    La resolución de estos ejercicios en el medioevo era muy tediosa al no emplear símbolos.
  • Partición de herencias entre los musulmanes de rito malequí. Esta obra escrita en 1914 y en ella emplea una metodología totalmente moderna ya que edita ya que edita dos manuscritos aljamiados en la que mediante una tabla explica la compleja distribución de herencias entre los familiares contemplando muchas de las situaciones posibles.
  • Las matemáticas en la biblioteca de El Escorial, obra en la que recopila todos los textos manuscritos e impresos  relacionados con las  matemáticas que se encuentran depositados en la Biblioteca de El Escorial.
  • ImageBiografías de matemáticos árabes que vivieron en España. En la edición facsímile de esta obra se puede observar que el nombre el autor está equivocado ya  que aparece José Antonio en lugar de José Augusto.

En el estudio preliminar que realiza Rafael Pérez Gómez hace observar lo desafortunado del título ya  que aunque se titule Biografías este estudio de Sánchez Pérez consiste en un listado de 191 nombres de andalusíes que trabajaron en la Península en diversos campos relacionados con las ciencias durante la Edad Media. Los datos que da de la mayor parte de ellos son simplemente unas pocas líneas en las cuáles informa del lugar de nacimiento, de la fecha, que en muchos casos no se conoce con exactitud,  y de las parcelas científicas en las cuáles destacaron. Hay solamente unos 10 personajes  de los que aporta los datos suficientes como para que podamos considerar que se trata de una pequeña  biografía.

A pesar de ello es una obra no superada ya que solamente algunos de los matemáticos andalusíes que aparecen en ella, muy pocos,  han sido objeto de estudios monográficos posteriores más completos.

Advierte en el prólogo de este libro  la dificultad que encierra la identificación de los autores andalusíes ya que diversos historiadores europeos han realizado transcripciones diferentes de los nombres existiendo, por ejemplo, ocho formas diferentes de nombrar al matemático Chéber Benaflah

El segundo apartado está dedicado a la figura de Alfonso X el Sabio que  le apasionó. Entre las obras que le dedicó están:

  • Alfonso X el Sabio que es una biografía sobre el monarca destacando su labor científica.
  • El Libro de las cruces que mandó traducir Alfonso X el Sabio en el cuál comenta un tratado de astrología.
  • La personalidad científica y los relojes de Alfonso X el Sabio. En las páginas de este estudio reproduce los cinco relojes que el rey Sabio incluyó en Los Libros del Saber de Astronomía. Estos relojes eran: el reloj de la piedra de la sombra, el reloj de la candela, el reloj de agua, el reloj de mercurio y el reloj del palacio de las horas. El gráfico que se inserta corresponde a este último tipo de reloj.
ImageEn realidad es un reloj de sol monumental. La pretensión era hacer un palacio de 12 ventanas por las cuales entrase el sol al ir transcurriendo las horas. Su descripción es la siguiente: Se construye una torre cilíndrica en cuyo interior puedan estar entre seis y ocho personas de tertulia. La torre se cierra mediante una cúpula de media naranja En la mitad de la cúpula  se marcan doce semihusos que tienen el vértice común en la cúspide y en la pared opuesta del cilindro se señalan doce franjas verticales. Se abren ventanas en la cúpula, una por cada una de las doce horas del día de modo de modo que la luz del sol entre cada hora por una sola ventana y se proyecte sobre cada una de las franjas de la pared  pudiéndose de esta forma leer la hora. En el suelo se colocan  también las líneas correspondientes a las horas.

En el tercer apartado incluimos otras  obras del autor dedicadas a la historia de las matemáticas. Entre ellas:

  • La Aritmética en Babilonia y en Egipto. Madrid 1943.
  • La Aritmética en Grecia.
  • La Aritmética en Roma, en India y en Arabia. Estas tres aritméticas  son  estudios interesantes sobre los sistemas de numeración en las distintas culturas y las formas de operar con ellos.
  • San Isidoro arzobispo de Sevilla y su cultura matemática.
  • Cabalgata histórico-matemática desde los primeros albores de la ciencia hasta la geometría proyectiva superior. que es un resumen de algunos estudios históricos.

También escribió otras obras que no tenían nada que ver con las matemáticas y que estarían en un cuarto apartado. Entre ellas:

  • Cien cuentos populares.
  • Mosaico baturro.
  • Supersticiones españolas.

 


 

BIBLIOGRAFÍA:

  • AUSEJO MARTÍNEZ, Elena. “José Augusto Sánchez Pérez” en Actas del IV Simposio “Ciencia y Técnica en España de 1898 a 1945” Amigos de la cultura Científica. Academia de Ciencias e Ingeniería de Lanzarote- págs.357-370.
  • GARCÍA RUA, J. “A Sánchez Pérez”. Gaceta matemática. 1º serie,11, págs. 3-5.
  • PERALTA CORONADO, F. Javier. “La matemática madrileña en el panorama madrileño de 1880 a 1936”en Matemáticos Madrileños Madrid 2000. págs. 223-229.
  • SANCHEZ PÉREZ J. A . Traducción y estudio del Compendio del Álgebra de Abembéder.  Madrid 1914.
  • SANCHEZ PÉREZ, J. A. La personalidad científica y los relojes de Alfonso X el Sabio. Murcia Academia Alfonso X el Sabio. 1955.

En Internet:
VEGUIN CASAS, Maria Victoria.

 
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