¿Quieres jugar con las matemáticas? |
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Antes de abrir este librito ya nos llama la atención su formato, su pequeño formato de libro de bolsillo, que sugiere un contenido ligero, acorde con el título y muy apto como lectura de verano para todos aquellos lectores que quieran disfrutar con algo más estimulante que alguna revista de sociedad. El autor, Gilles Dowek, es investigador en el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Informática y Automática de Francia y profesor de la Escuela Politécnica. La Sociedad Matemática Francesa le concedió el Gran Premio DAlembert des Lycéens en el año 2000 por sus trabajos de divulgación. Se nos plantean siete problemas, siete situaciones cercanas a la realidad, muy sencillas en su planteamiento y que, en breves páginas, - el planteamiento, el análisis, la solución y "el ir más lejos" no abarcan más allá de siete u ocho páginas - nos ofrece un enfoque interesante de la cuestión y aquello que las matemáticas pueden aportar para lograr una mayor y más profunda comprensión. Pero si la elección de los problemas planteados es interesante porque hacen intervenir matemáticas básicas y razonamientos potentes, no lo es menos el breve y conciso prólogo en el que el autor muestra con claridad meridiana lo que son las matemáticas y, lo que puede ser más importante, cuál es la actitud de un matemático, de un investigador ante un problema. El objeto de las matemáticas, a diferencia de lo que puede pensar una mayoría de personas cuya única relación con esta ciencia la haya tenido en su época escolar, no es tanto el estudio de las soluciones a problemas que les eran completamente ajenos, como la resolución de problemas que quedan por resolver. Más modestamente podemos hablar de la reconstrucción personal de una solución o la recreación, es decir, la creación de nuestra propia solución, a preguntas que nos planteamos movidos por la curiosidad de conocer y explicar distintos fenómenos naturales o situaciones cercanas. Con este libro se trata de invitar al lector a "meterse en la piel del matemático", no a conocer la solución a un problema, sino a intentar contestar a una pregunta y en este proceso de recreación de la solución nos descubre las fases por las que pasa todo investigador: perplejidad, abordar casos más sencillos, ensayos-errores, aparición de ideas sugerentes, otras fallidas, ... En las siete situaciones planteadas, más o menos reales, algunas convenientemente simplificadas, surgen el teorema de Pitágoras, las ternas pitagóricas, se analizan las mareas, los fractales, o el problema del apilamiento de naranjas. Los capítulos son independientes y no es necesario seguir un orden secuencial. Para comprender cada uno de los retos no hace falta más de 5 minutos. Después, si el lector decide afrontarlo por su cuenta, necesitará más o menos tiempo dependiendo de sus propios recursos, pero en cada capítulo se abre el apartado "lo que se debe saber" que recuerda los conocimientos útiles para la resolución. Es un libro para las vacaciones, a la orilla del mar, fácil de digerir y que nos incita a poner en funcionamiento nuestra capacidad de análisis utilizando recursos elementales. Recomendable para cualquier persona con cualquier nivel de conocimiento matemático con el que no vale la excusa de "yo soy de letras": sólo es necesario un mínimo de curiosidad por la realidad que nos rodea. ¡A disfrutarlo! Materias: Problemas, situaciones cotidianas, recreativas, aplicaciones matemáticas. Autor de la reseña: Alberto Bagazgoitia González (Berritzegune de Vitoria-Gasteiz) |
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