Y lo explicaba claramente: “Ni en matemáticas ni en ciencia ni en lectura. Los alumnos españoles de 15 años (secundaria obligatoria) no logran alcanzar la media de conocimientos de los países desarrollados. Su nivel se sitúa entre los peores, hasta el punto de que más de un 20 % ni siquiera es capaz de superar ejercicios básicos en dichas materias. Tampoco corre mejor suerte el nivel de excelencia, uno de los más bajos de Europa. Así lo demuestra el Informe Pisa 2003, que mediante 275.000 pruebas directas a estudiantes realizadas en los propios centros, compara los resultados educativos de los países de la OCDE. A la cabeza de la clasificación se sitúan, con diferencia, Corea del Sur, Japón y Finlandia.”

El Informe Pisa es un Informe trienal de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) sobre el nivel educativo de los estudiantes de secundaria (15 años). El Informe Pisa 2003 es el segundo informe que se realiza y en esta ocasión está centrado en el conocimiento de las matemáticas, mientras que el Informe Pisa 2000 se centraba en la lectura.

En el presente Informe, España está a la cola y con tendencia a empeorar (si comparamos los resultados con los del Informe Pisa 2000). El 23 % de los estudiantes son incapaces de alcanzar el nivel básico en matemáticas (mientras que en el 2000 era de un 20 %), y el 21 % en lectura. Además, la situación también muy preocupante en el nivel de excelencia, ya que sólo un 1,4 % alcanzan ese nivel (mientras que la media de la OCDE está en el 5 %), es uno de los más bajos. Sorprende, sin embargo, que el 75 % de los jóvenes considera que aprender matemáticas es algo bueno que les ayudará a labrarse mejor un futuro, a desarrollar mejor un trabajo cuando sean adultos. Algo similar ocurre en lectura.

Entre otros posibles problemas, en España tenemos un pobre gasto per cápita en educación, por debajo de la media de la OCDE, según destaca el Informe, aunque en contrapartida España ofrece igualdad de oportunidades y una actitud positiva de los jóvenes hacia la “escuela”. El Informe Pisa 2003 “sitúa a España entre los países con una negativa relación calidad-precio de su sistema educativo. Gasta poco por alumno (está entre los 10 que menos invierten de la OCDE) y, en consecuencia, obtiene unos modestos resultado.”

Seguimos con la noticia de EL PAIS: “Según el Informe Pisa 2003, la mayor parte de los países analizados necesitan más estudiantes con una mejor preparación científica. Uno de los problemas específicos de esta materia es que el conocimiento que tienen los jóvenes es muy dispar, razón por la cual los expertos reclaman de los políticos una acción que recorte tal distancia entre los peores y los mejores. La implicación de estas materias en el bienestar futuro de las sociedades occidentales es crucial, dada la creciente demanda de innovación y tecnología en general.”

Entrevistado Andreas Schleicher (responsable del Informe PISA) por Carmen Morán (EL PAÍS) en su visita a España, dentro de las jornadas educativas de la Fundación Santillana, contesta a la pregunta de ¿Qué recomienda en España? que: “Si vemos el sistema educativo con más éxito del mundo, Finlandia, todo su programa de estudio está en un folleto. No podemos resolver las cuestiones de la educación a través de las leyes, las normas son importantes, pero lo que tenemos que tener es una visión estratégica de los resultados que queremos lograr, necesitamos un consenso en nuestras sociedades sobre las competencias que queremos para el éxito social y personal. Y fortalecer la capacidad de las escuelas para la educación individualizada.” Preguntado sobre ¿Cómo se alcanza esa educación individualizada? Responde “Se producirá cuando los profesores tengan la capacidad de hacer un diagnóstico para cada alumno y de comprender las deficiencias que puedan tener. Cuando los profesores tengan la responsabilidad de resolver los problemas y los colegios la flexibilidad para adaptar el entorno al aprendizaje de los alumnos. Lo que hacen en Finlandia es invertir en la formación de los profesores. Y pasan la responsabilidad de la autonomía a los colegios.”

Y sigue preguntando el entrevistador: “Si un colegio hace un gran proyecto educativo con la autonomía de que goza, y otro no, podemos estar fomentando la desigualdad. Por otro lado, en España replantearon itinerarios como una fórmula de una educación más individualizada.” Ante lo cual Schleicher contesta: “la selección temprana [de alumnos] no creo que sea buena para la individualización de la educación. Normalmente crea desigualdad social sin aumentar el rendimiento. Sobre la autonomía de los centros en Finlandia vemos cómo esa autonomía no genera diferencias entre ellos. Son menores que en otros países. No se trata de dejar a cada uno hacer lo que quiera, sino de marcar unos objetivos y dejar en manos del colegio la flexibilidad para lograrlos con los apoyos necesarios. La responsabilidad de los Gobiernos es garantizar la igualdad en los resultados. Los EEUU tienen mucha autonomía, pero no igualdad.”

Esta claro que tenemos un problema en relación a la educación matemática y científica de nuestros jóvenes. Nos corresponde a todos ayudar a que esto cambie (las sociedades matemáticas españolas están dispuestas a colaborar en todo lo que sea necesario, como ya lo han manifestado de forma continuada), pero quizás nuestros políticos deberán tener en cuenta los datos del Informe PISA 2003 e iniciar las medidas oportunas para combatir este problema. Aún no es tarde, no esperemos a que lo sea.