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7. (Marzo 2009) Mi pentágono de la Belleza - Página 3
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Escrito por Rafael Pérez Gómez (Universidad de Granada)   
Domingo 01 de Marzo de 2009
Índice del artículo
7. (Marzo 2009) Mi pentágono de la Belleza
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3. La armonía. La plaza del cardenal Belluga

En el Timeo de Platón se dice: Lo que produce la belleza es la armonía de las partes del cuerpo entre sí y con el alma; porque la naturaleza ha dispuesto el cuerpo como un instrumento que debe estar en armonía con todas las necesidades de la vida. Al mismo tiempo es preciso que, mediante un debido acuerdo, el alma posea virtudes análogas a las cualidades del cuerpo, y que en ella la templanza corresponda a la salud, la prudencia a la sensibilidad, el valor al vigor y a la fuerza y la justicia a la belleza. La naturaleza nos suministra gérmenes de estas cualidades, pero es preciso desenvolverlas y perfeccionarlas mediante la cultura; las del cuerpo con la gimnasia y la medicina, las del alma con la educación y la filosofía. Quizá sea esta la razón por la que desde tiempo inmemorial hasta nuestros días se hayan buscado fórmulas con las que medir la belleza del cuerpo humano basadas en las proporciones entre sus partes.

EE.UU.: loco por medir la belleza, un científico inventó el "coeficiente de atracción física". Así titulaba el diario Clarín.com, en su edición del lunes 17 de noviembre de 2003, una columna en la que se decía que el Dr. Devendra Singh 4, de la Universidad de Texas, había definido el coeficiente de atracción física mediante el cociente de dividir el perímetro de la cintura entre el de la cadera. ¿Cuál era el ideal? 0.7, que obedece a una cintura de 70 cm y una cadera de 90 cm. No cabe la menor duda de que la muñeca Barbi ha creado un estilo en las féminas estadounidenses.  Las “Barbis” tendrían un coeficiente medio de atracción física igual a 0.54, por lo que para este profesor universitario se trata de personas enfermas. Como no es asumible que la mayoría de las adolescentes tuviesen escaso atractivo, otros científicos dijeron que el mencionado coeficiente no es útil ya que, para ellos, la belleza tiene otro parámetro: la simetría. Charles Feng, de la Universidad de Stanford, tras estudiar a un grupo de bebés que manifestaban predilección por personas cuya simetría bilateral se manifestaba con mayor claridad que en las restantes, trasladó su análisis a personas adultas y manifestó que generalmente, los occidentales se inclinan por las mujeres con mandíbulas no demasiado pronunciadas, narices pequeñas, ojos grandes y pómulos salientes, todos rasgos asemejables a los de los bebés. De hecho, según Feng, las revistas “Playboy” y “Hustler” “eligen a las mujeres que ilustran sus páginas a partir de estos criterios, muy vinculados a la más pura 'intuición masculina'. Para consagrar a una nueva conejita de Playboy, Bill Farley, portavoz de la revista, dice que seleccionamos a una mujer proporcionada y perseguimos la simetría. Según datos recientes, en EE.UU. las operaciones más habituales (liposucción, implantes mamarios y retoques de nariz) han sido remplazadas por las inyecciones de botox. Lo que hasta hace un tiempo sólo estaba al alcance de las estrellas de Hollywood, se ha convertido en algo que muchas mujeres pueden pagar, señaló Alan Matarasso, un prestigioso cirujano plásticos estadounidense. En la sociedad, la gente atractiva tiende a adaptarse mejor al ambiente y, por lo tanto, ser más popular. A este fenómeno se lo conoce como “efecto aureola”, debido a que la perfección se asocia a los ángeles, escribió Feng. ¿Será por eso que los estadounidenses gastan más en belleza que en educación?

La situación, además de machista, es ridícula, por lo que me animé a buscar otros estudios sobre medidas de la belleza en la sociedad europea. Sorprendentemente, en marzo del año pasado, otra investigación relacionada con la belleza había genera polémica. El País publicaba el día 19 de marzo de 2007: Los más guapos del mundo. Naomi Campbell y Christian Bale son la pareja más atractiva, según un estudio de la Universidad de Gdansk sobre el índice de belleza. La noticia decía: ¿Se creen ustedes atractivos? A lo mejor deberían preguntárselo al polaco Leszek Pokrywka. Este profesor del Departamento de Histología de la Universidad de Gandsk y su equipo acaban de publicar un estudio acerca de un supuesto índice universal de belleza. Más de cinco siglos después de que Leonardo da Vinci dibujara el Homo Cuadratus de proporciones perfectas (también conocido como Hombre de Vitrubio), esta investigación pretende definir un nuevo canon estético de superbelleza.

El atractivo del cuerpo de la mujer es uno de los factores más importantes en materia de selección, pero ¿cuáles son las características físicas que permiten evaluar que el atractivo es fundamental para la psicología evolutiva, dijo Leszek Pokrywka, director del estudio. Tras su investigación, dio a conocer un "índice universal de belleza" para hombres y mujeres, basado en las medidas de la cintura en relación con la altura, el perímetro del busto, el índice de masa corporal, el índice de grasa acumulada en las piernas, la altura, la circunferencia de las pantorrillas en relación con la altura, y hasta el índice de grasa en el omóplato (!).
Así fue como encontré al profesor Leszeck Pokrywka, autor de un nuevo índice de belleza mediante el desarrollo de una fórmula matemática. Pensé, menos mal, tal índice es aplicable a mujeres y hombres, por lo que parece que este colega entiende y, al menos, ¡no es machista! El estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Gdansk se basaba en los datos físicos de las 24 finalistas en un concurso nacional de belleza, junto con los de otras 115 estudiantes universitarias. They said that while weight, height and hip ratio were normally used to assess female attractiveness, these might not throw up crucial differences between the super-attractive and others. Dijeron que, si bien el peso, altura y cadera se utilizan normalmente para evaluar el atractivo femenino, en este caso, estas medidas no presentan diferencias cruciales entre las mujeres de ambos grupos, por lo que había que referirse a otras.

For men, scientists said height, BMI, waist-to-hip and waist-to-chest ratios were key measures. Para los hombres, los científicos eligieron la estatura, IMC, las proporciones cintura-cadera y cintura-pecho como medidas principales.

Super-attractive women had a thigh-to-height ratio some 12 per cent lower than other women, giving them a more slender look. La mujer superatractiva tenía un muslo cuya relación con la altura era, aproximadamente, el 12% menor que el de otras mujeres, lo que le da un aspecto más delgado. Skinfold tests on the calf showed 15mm of fat compared with 18mm in other women. La grasa acumulada bajo la piel en las piernas de las mises era de un espesor de 15mm, mientras que en el resto de la muestra era de 18 mm.The study also showed that the average super-attractive height was 5ft 9in, with the waist 76 per cent of the size of the chest, and 70 per cent of the size of the hips. El estudio también mostró que el promedio de mujer superatractiva medía 175 cm, la cintura era el 76% del tamaño del pecho y el 70% del tamaño de las caderas. Models built like Naomi Campbell came closest to the ideal. La modelo Naomi Campbell fue la mujer que se acercaba más al ideal:

  • Índice de masa corporal: 20.85
  • El perímetro de pecho es el 49.3% de su altura
  • Proporción pecho/cintura: 1.4
  • Proporción pierna/cuerpo: 1.4
  • El perímetro de la pantorrilla es el 19.5% de su altura
  • Perímetro del muslo es el 29.7% de la altura
  • Altura: 175cm

Resumiendo, en una mujer “10” la cintura es 2/3 de la cadera y 3/4 del perímetro de pecho. Debe tener las piernas largas y los muslos y las pantorrillas delgadas. Pueden hacer cálculos y comprobar que la Campbell debe tener 86.3 cm de pecho, 61.6 cm de cintura, 102 cm de piernas, 73 cm de cuerpo, 52 cm de muslo, 34 cm de pantorrilla,…

El hombre perfecto resultó ser el actor británico Christian Bale:

  • Índice de masa corporal: 26,5
  • Proporción cintura/pecho: 0,6
  • Proporción cuerpo/piernas: 1
  • Altura: 188cm

What it all means: En resumen, aunque es evidente que para los hombres no se tomaron tantas molestias como para las mujeres, se puede afirmar que The physically ideal man is more than 6ft tall, with legs the same length as his upper body.el hombre “10” mide más de 180 de altura, sus piernas tienen la misma longitud que la parte superior del cuerpo, razón por la queThe leg-to-body ratio of 1 makes him appear more muscular, which is why the ideal BMI for men is higher than for women. parece más musculoso que la mujer, de ahí que el IMC ideal para los hombres sea mayor que el de las mujeres. Hagan cuantos cálculos deseen.

Quede claro que, para hombre perfecto, sólo hemos de visitar el Museo del Prado y echarle una mirada al Crucificado de Velázquez.

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El Crucificado, Velázquez

El 24 de marzo de este año, es decir, hace sólo unos días, se ha publicado que un estudiante de  la Universidad de Tel Aviv ha dado respuesta a la vieja pregunta Espejito, espejito, ¿hay alguien más bella que yo?

La madrastra de Blancanieves ya no tendría que preguntarle a su espejo mágico quién es la más bella de las mujeres porque ya se puede obtener la respuesta al consultar un programa de computación. El logro es, fundamentalmente, de Amit Kagian 5. Este estudiante diseñó un insólito programa capaz de determinar qué mujeres son bellas a partir de una fotografía de su rostro. Nuestro software permite al ordenador realizar tareas complejas de juicios estéticos, explicó su creador.

En el caso del estudio en Israel, Kagian partió de la idea de que los juicios estéticos están unidos a sentimientos, a consideraciones abstractas, pero ahora hemos conseguido que un ordenador los haga, lo que constituye un avance sustancial en el desarrollo de la inteligencia artificial.  Además, el modelo matemático utilizado se basa en la estética del número de oro y en la simetría axial del rostro humano. ¡Cómo no!

Si se coge un metro y uno se mide desde la cabeza a los pies y divide el resultado entre la longitud del ombligo al suelo, el cociente se aproximadamente 1,6. La medida de la longitud total del brazo, entre la distancia desde la punta de los dedos al codo, también es 1,6. Pero es que el del lado mayor de una tarjeta de crédito entre el menor, también es 1,6; el de la altura total del Partenón y la distancia hasta el final de las columnas es igual a 1,6. Esa división que determina tantas y tantas formas naturales y artificiales es lo que se conoce como la divina proporción y el fruto de esos cocientes es Φ, un misterioso número que puede encontrarse, incluso, en el crecimiento de los conejos o en el diseño industrial contemporáneo.

El descubrimiento de Φ es fruto del trabajo de diferentes matemáticos a lo largo de muchos siglos. Aunque Pitágoras y Platón habían puesto las bases, fue Euclides el que habló de la teoría de las proporciones en su obra Los Elementos. En dicho libro formula por primera vez la definición de sección áurea, es decir, que Euclides describe cómo se divide un segmento en media y extrema razón: el cociente entre la longitud total de un segmento y su lado mayor  es igual al cociente entre el lado mayor y el menor, siempre que se de la proporción áurea. Si el segmento total es el cuerpo humano, la división entre la distancia de los pies al ombligo es igual al cociente entre esta segunda longitud y la medida de los pies a la rodilla. Y esas mismas proporciones se cumplen con en otras partes del cuerpo humano y en otros muchos seres vivos.

Siempre que se utilice el mismo sistema de medida, esta regla se cumple para todas las escalas semejantes, desde obras arquitectónicas  hasta cualquier otro objeto creado por las personas. Nacen así obras artificiales a imagen y semejanza del género humano.

Lo que subyace bajo la aplicación de la divina proporción en las obras humanas es el concepto de belleza.  Aquello que determina el crecimiento armonioso de una persona, también hace que guste o no una obra de arte, un edificio o un objeto de diseño. El concepto de belleza es realmente cultural. Hay una belleza explícita y luego otra implícita. Aquello que veo en mi entorno, lo que se parezca a mí, me gustará –aunque sea de forma subconsciente–. Lo demás lo encontraremos raro.

Además de su aplicación en el arte clásico, con obras tan emblemáticas como El Partenón, la proporción áurea se ha seguido aplicando hasta la actualidad. En el siglo XX, Le Corbusier inventó un modulor basándose en estas teorías que ha tenido un peso trascendental en todo el diseño y, sobre todo, en la arquitectura singular del Siglo XX. En una entrevista, le preguntaron:

P- ¿Sigue pensando lo mismo que escribió sobre el Modulor?
R- Es una de mis definiciones. Luca Paccioli escribió durante el Renacimiento la "Divina Proporzione", inspirada en cosas del pasado. El número de oro, Pitágoras. Yo aporté algo nuevo al número de oro gracias al sistema métrico de la Revolución.

Antes eran el pie y la pulgada, una escala humana. Y con el métrico perdimos eso ya que despersonalizó los instrumentos de medida. El metro, el centímetro, el decímetro no son de la escala, el modulor sí. Tomé las proporciones desde el plexo solar hasta la cabeza y el brazo y encontré la sección de oro allí.

Y creé un sistema de dimensionamiento que responde a las dimensiones del cuerpo humano. Lo descubrí sin darme cuenta. No soy pretencioso, pero es importante. Y abre a la industria enormes posibilidades. Es un útil moderno. Es sorprendente ver que una gama de medida, un piano afinado, a la escala humana es una innovación sensacional.

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El modulor, Le Corbusier

El peso de la proporción áurea en las obras creadas por el hombre se entiende mejor si se comprenden bien todas las aplicaciones geométricas que presenta.

Los segmentos que pueden dividirse en media y extrema razón de manera indefinida, permiten establecer elementos importantes a la hora de hacer la composición geométrica de un edificio de forma que no se rompa la armonía entre las partes y el todo. Este modo de proceder es una constante a lo largo de los tiempos en la Arquitectura, por lo que podríamos escoger de entre un sin fin de realizaciones arquitectónicas para ponerlo de manifiesto. Sin embargo, he elegido el caso de la plaza del cardenal Belluga, en Murcia, para hacerlo. En dicho espacio urbano, dominado por la impresionante fachada de la catedral, se ha buscado a lo largo de los años la convivencia respetuosa entre estilos arquitectónicos tan diversos como el renacentista, el barroco, el neoclásico o la rabiosa arquitectura minimalista actual.

Si se aplica la división áurea al segmento que determina la altura del cuerpo principal de la fachada que hay en la plaza del cardenal Belluga, quedan determinadas las partes que la definen, incluyendo los de la torre-campanario, símbolo indiscutible de la ciudad. Aunque la torre se comenzó a construir en el año 1521, con estilo renacentista,  y se finalizó en 1973, con remates neoclásicos, la estética áurea se ha impuesto en las diferentes épocas. El método de construcción de rectángulos recíprocos internos, dicho anteriormente, ha sido usado para acabar de determinar todas las partes presentes en la fachada. En el año 1991 se iniciaron las obras de ampliación del Ayuntamiento de Murcia bajo el proyecto y dirección de Rafael Moneo. Como no podía ser de otra forma, esta nueva “parte” de la plaza se debía al resto de la arquitectura que hay en ella. Fundamentalmente, a la catedral, alrededor de la cual se ha creado la estética del entorno.

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Alzados de la catedral y de la ampliación del Ayuntamiento. Plaza del cardenal Belluga. Murcia



 

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