DivulgaMAT
Inicio - DivulgaMAT Facebook - DivulgaMAT Twitter - DivulgaMAT

Los Sólidos Platónicos: Historia de los Poliedros Regulares - Página 10
PDF Imprimir Correo electrónico
Escrito por Pedro Miguel González Urbaneja   
Índice del artículo
Los Sólidos Platónicos: Historia de los Poliedros Regulares
Página 2
Página 3
Página 4
Página 5
Página 6
Página 7
Página 8
Página 9
Página 10
Página 11
Todas las páginas

El mágico universo poliédrico de Escher

Como en otros muchos artistas, la Geometría ha servido a Escher uno de los argumentos más importantes en sus especulaciones artísticas, hasta el punto de que llega a escribir que él mismo no está seguro de si está haciendo Arte o Matemáticas.

Escher estaba fascinado por la misteriosa regularidad de las formas minerales con las que debía tener frecuente contacto al tener un hermano que era geólogo de profesión: «hay algo de estremecedor en las leyes que gobiernan las formaciones cristalinas». De ahí nace su interés por los poliedros, cuyas formas utilizará con asiduidad en los múltiples modelos de diversos materiales y en numerosos grabados donde los dibuja en diversas posiciones. Con el fin de tenerlos siempre presentes, Escher construyó con hilo y alambre un modelo de los cinco cuerpos platónicos, inscritos unos en otros, que le acompañaba siempre.

Los poliedros son el tema principal en las siguientes dibujos de Escher: Cristal (1947), Estrellas (1948), Planetoide doble (1949), Orden y caos (1950), Gravitación (1952), Planetoide tetraédrico (1954). Como tema secundario también aparecen en numerosos grabados, entre ellos Reptiles (1943) y Cascada (1961).

Entre las piezas de arte más interesantes de Escher está el Poliedro con flores (1958) que consiste en cinco tetraedros que al compenetrarse mutuamente dan lugar a una especie de dodecaedro romboidal en forma de estrella. Otra curiosa pieza es la Galletera (1963) en forma de icosaedro adornado con conchas y estrellas de mar.

Entre los mundos fantásticos que Escher diseña sobresale un extravagante edificio submarino, plamado en la litografia Platelmintos (1959), con la que demuestra que es posible rellenar sin hueco alguno una superficie, alternado la presencia de tetraedros y octaedros. Para una comprobación de este hecho mediante ensamblados de desarrollos planos de ambos poliedros, véase Ernst (1994).

Diseños de Escher

El misticismo poliédrico en la creatividad de Dalí

Para Dalí, como para otros muchos artistas, la Geometría proporciona importantes argumentos en las reflexiones teóricas previas a la obra de arte.  En particular la Divina Proporción y los poliedros regulares, además de las implicaciones estéticas acreditadas por su presencia en algunos de sus cuadros, asumen una función de orden cosmológico, científico, teológico y simbólico. En la aplicación constante de la Matemática a su pintura, Dalí sintetiza siglos de tradición simbólica pitagórica (González Urbaneja, 2001).

Dalí se había interesado en los años 30 del pasado siglo por las investigaciones de M. Ghyka acerca de la sección áurea, la geometría y la numerología pitagóricas, lo que deja una huella en su arte que adquiere una estrecha relación entre Ciencia y Religión (Weyers, 2000).

Como reminiscencia platónica la mitología en torno al dodecaedro le ha servido a Dalí para evocar y asumir una fuerte carga simbólica en algunas de sus composiciones.

El Sacramento de la Eucaristía en la Última Cena
  1. Dalí. El Sacramento de la Eucaristía en la Última Cena. 1955. Colección Chester Dale. Galería Nacional de Arte. Washington. La Última Cena tiene lugar bajo la quintaesencia del Dodecaedro cósmico, el símbolo pitagórico-platónico del universo.
  2. Dalí. A la búsqueda de la cuarta dimensión. Óleo sobre tela. Colección particular 1979. La pareja de espaldas recuerda a Platón y Aristóteles en La Escuela de Atenas, de Rafael.
  3. Dalí. Corpus hypercubus. 1954. Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Representación de la Crucifixión de Cristo en una cruz que geométricamente es una yustaposición de ocho cubos (Baig, 1990), desarrollo tridimensional de un hipercubo tetradimensional (de forma análoga al  desarrollo de un cubo de tres dimensiones en una figura plana en forma de cruz). «Al pintar la cruz [de esta forma] Dalí simboliza la creencia cristiana ortodoxa de que la muerte de Cristo fue un acontecimiento metahistórico, que tuvo lugar en una región [el más allá], que trasciende a nuestro tiempo y espacio tridimensional» (Gardner, 1981).
A la búsqueda de la cuarta dimensión y Corpus hypercubus

10. Epílogo

BeethovenLa belleza y el misterio de los sólidos regulares que alumbraron los pitagóricos y encantaron a los platónicos continúan fascinando en la actualidad, tanto como en las épocas helénica y renacentista, encendiendo la fantasía a todo tipo de artistas.

Hoy en día hay una corriente artística, muy ligada al mundo científico, cuyas obras representan figuras de poliedros o de sus deformaciones que consiguen en sus diseños creaciones muy bellas. Numerosas ilustraciones y referencias muy documentadas de ellas se pueden encontrar en el casi inconmensurable ciberespacio de Internet. Destaca especialmente por su rigor geométrico, histórico y estético la página web de George Hart:

www.georgehart.com/virtual-polyhedra/vp.html

Beethoven de Paul Flavin (1996).
Recreación poliédrica del rostro de Beethoven, reminiscencia actual de las ideas de Platón y de Durero.

 



 

© Real Sociedad Matemática Española. Aviso legal. Desarrollo web