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Una misma noche
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  • Autor: Leopoldo Brizuela
  • Texto:

    "Por cierto." "Por rumores sé que el día anterior a mi llegada al Pabellón de Presas Políticas habían fusilado a doscientas presas: una venganza del señor Camps contra un atentado a no me acuerdo qué jefe de policía. Ah, y también conocí... ¿Puedo usar, doctor, las palabras que usaban?" "Por favor, doctora", dice el juez. "Bueno, conocí a una presa común que me pusieron de sirvienta, aunque no supiera nada de cuidados de un enfermo, ¡ni me permitieran siquiera decirle qué necesitaba! (y a mí me sobrecoge pensar en esa relación entre la presa enferma y la presa enfermera: el silencio, el dolor, el odio que las anudaría). Porque ni médicos ni enfermeras querían saber nada conmigo: yo para ellos era una subversiva, que es como decir, repito, una leprosa..." "Pero bueno, a ver", reclama el juez. "Tengo entendido que de allí, de la cárcel, la llevaron..." "Oh sí, bueno, un día que no recuerdo cuándo fue me llevan a un lugar que no sé dónde sería; solo sé que era un cubículo de cero por cero..." Una pausa. "¡Cero por cero! Y fue ahí donde me aplicaron picana. Pero poco ¿eh? Porque cuando quisieron seguir avanzando, digamos, en el interrogatorio, alguien llegó y dijo: 'Suspendan, ella no es montonera'."

  • Fuente: Editorial Alfaguara.

 

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