DivulgaMAT
Inicio - DivulgaMAT Facebook - DivulgaMAT Twitter - DivulgaMAT

Mayo 2004: Espirales - 2.1. En el Mundo Vegetal
PDF Imprimir Correo electrónico
Escrito por Antonio Pérez Sanz   
Sábado 01 de Mayo de 2004
Índice del artículo
Mayo 2004: Espirales
1. El Mundo de las Espirales
2. Espirales en la Naturaleza
2.1. En el Mundo Vegetal
2.2. Fibonacci
2.3. En el Reino Animal
3. Espirales en Matemáticas
3.1. Espiral de Arquímedes
3.2. Espiral Logarítmica
3.3. Espiral de Durero
4. Libros y vídeos
Todas las páginas

2.1. En el Mundo Vegetal

La espiral en el mundo vegetal

Romanescu

En el mundo vegetal la espiral sale a nuestro encuentro en multitud de ocasiones. Y no precisamente de manera aislada. Las flores, los frutos y las hojas de numerosas plantas nos ofrecen un auténtico baile de espirales.

Piña En cualquier piña de los pinos, si la observamos desde arriba, descubriremos que los piñones se distribuyen formando un buen número de espirales. Y no precisamente de forma aleatoria. No es ninguna casualidad. Los piñones han de distribuirse de forma óptima, es decir, aprovechando el espacio al máximo; y esa optimización del espacio se consigue mediante una distribución en espiral.

Si contamos las espirales en un sentido siempre aparecen 8, si las contamos en el otro sentido encontraremos exactamente 13. Y no importa en que piña las contemos.

Girasol

La distribución de las pipas en un girasol también se hace dibujando espirales, la variedad más frecuente tiene 89 espirales en un sentido y 144 en otro, aunque otras variedades presentan 55 y 89 respectivamente.

La margarita también dispone sus semillas en 21 espirales dextrógiras y 34 levógiras.

¿Es esto una mera casualidad? No. Las semillas se distribuyen siempre según una ley natural que minimiza el volumen ocupado. Esta optimización natural produce inevitablemente una distribución en espiral.

Observemos estos números... 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144... Una curiosa sucesión, que está directamente relacionada con las espirales. Con las espirales y con el crecimiento y la forma de las plantas. La sucesión de Fibonacci.



 

© Real Sociedad Matemática Española. Aviso legal. Desarrollo web